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-De nuevo lo sabías todo y no me dijiste nada-

Entraba de nuevo repentinamente Erik en el despacho de su amado telépata, pero esta vez de forma más tranquila, por muy poco que le gustara lo que estaba pasando con su hijo. Se acercó y se sentó en el escritorio delante de Charles, mirándole serio, con una mirada que podría matar a cualquiera, menos a él.

-Ya te lo he dicho, Erik, no pienso decirte nada sin su consentimiento. Ven acércate-

Ante lo dicho el alemán hizo caso y se inclinó acercándose a él, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, Charles le besó confiando en que su semblante serio cambiaría a otro más sereno.

-Ten en cuenta que Logan por mucho que haya vivido, es buena persona, no puedes impedirle enamorarse. Logan está enamorado también, y al estarlo, hará lo imposible por protegerlo y permanecer a su lado. Peter no peligra estando con él-

-Supongo, pero le lleva muchos años, y son muy distintos-

-Dicen que los polos opuestos se atraen, ¿qué crees que nos pasó a nosotros?-

-Está bien, me intentaré acostumbrar...-

-Muy bien, mi sexy alemán-

Erik rió levemente ante lo dicho por su pareja y le dió un lento beso mientras le acariciaba delicadamente el cuello. En momentos como ese, Erik maldecía demasiado lo que pasó y que estuviera en silla de ruedas, solo que después se replanteaba que si no hubiese quedado en silla de ruedas, quizás no habrían terminado juntos, ya que cualquier cosa cambiada en el pasado, puede afectar gravemente el futuro. Aunque si tan solo hubiese desviado la bala hacia Moira, habrían seguido juntos todo ese tiempo, seguro, Charles le amaba, podía perdonarle el matar a la humana. Se separó no muchos segundos después, maldiciendo internamente por  no poder hacerlo suyo en ese momento. Charles se quedó mirándole, embobado y sonriente como cada vez que le besaba, estaban solos, o incluso simplemente cuando lo veía pasar.

-Hasta tus besos son sexys-

-¿Qué no te haría, Charles? Me tienes mal...-

-A mi también me encantaría hacer lo que piensas y comerte... entero, no hay porqué especificar, pero seamos realistas, no podemos-

-Lo sé, por desgracia-

✦✦✦

-No te compliques, Scott, vas muy bien-

-Eso, y si te arreglas demasiado será raro, no váis a ir a los Premios Goya-

Hablaban el azul y el plateado sentados en la cama del un poco histérico y nervioso adolescente, el cual se encontraba delante del espejo observando a cada momento su aspecto; pelo, chaqueta, arrugas o manchas en la ropa, él estaba perfecto, solo que él no lo veía igual.

-¿Seguros? Quiero ir bien-

-Scott, tranquilo, vas muy bien-

-Si, seguro que se calienta al verte-

-Pues si se quita las gafas incluso se quemará-

Al escuchar eso de parte del chico azul, Peter y Scott rieron, Kurt solía ser muy inocente, y se les hacía muy gracioso cada vez que no entendía de lo que hablaban. Tras eso, el (ya más tranquilo) chico que se encontraba delante del espejo, se giró decidido a salir, cogió una chaqueta y al ponérsela se volvió al espejo, se volvió a peinar y cuando se estaba echando colonia, su amigo Peter se cansó y lo sacó de ahí, siendo seguido por Kurt hasta la puerta de la mansión.

-Venga, se va a cansar de esperarte-

-No me he retrasado tanto-

-¿Te llevo?-

De vuelta a casa. Cherik/ X-menDonde viven las historias. Descúbrelo ahora