Snitchs doradas en el estómago. (Oliver Wood y tú)

capitulo 36

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𝑂𝑙𝑖𝑣𝑒𝑟, 𝑠𝑒 𝑚𝑒𝑟𝑒𝑐𝑒 𝑙𝑜 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟

Estaba caminando, no sabia hacia donde íbamos, solo iba detrás de Oliver. Estábamos entrando a el bosque prohibido. Si, al bosque prohibido, y lo peor es que era DE NOCHE. Solo a unos tontos se les ocurriría eso.  Me llevo a lo profundo del bosque, luego empecé a ver luciérnagas, las hadas, las luciérnagas nos ayudaban a ver el camino, nos lo iluminaba. y las hadas bailaban incluso pude escuchar a una llamarme por mi nombre. ¿Cómo sabe cual es mi nombre? es algo que se me quedara como duda durante mucho tiempo a decir verdad. 

pasamos un puente de mármol muy hermoso,  estaba tan centrada en el puente que no me di cuenta de lo que tenía frente a mi era mucho mejor. Era un lugar muy hermoso, como con la arquitectura griega. había unas velas en las esquinas. una mesa en medio de este lugar, la mesa era muy elegante. y había mucha comida. Oliver tomo mi mano. el también se veía precioso con su traje de gala de hoy, le sonreí y el también a mi y me llevo hasta la mesa que había en el centro.

—¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo lograste esto? —le dije sorprendida viendo todo el lugar y sentándome en uno de los asientos que tenia la elegante mesa, y tanto la mesa, las sillas igual eran elegantes.

—Bueno, después de todo lo que estamos pasando y hemos pasado... creo que nos merecíamos esto, un lugar tranquilo y hermoso, pero no te confíes, recuerda que seguimos en el bosque prohibido—me dice el con una sonrisa de tranquilidad. como si eso e fuera a calmar, bueno.. al menos su sonrisa si logra hacer que me tranquilice, al menos una cuarta parte de mi.

—¿Y estas cosas? ¿Lo hiciste tu solo? ¿De verdad? ¿Hiciste todo esto tu solo?—le pregunto sorprendida.

—Con unos cuantos hechizos, si lo hice, pero me alegra que te guste—me dice y yo me acerco a el para darle un pequeño beso. Estoy agradecida de no a verme puesto tacones, prefiero los zapatos, no me siento cómoda con unos tacones.

Empezamos a comer un poco de todo, me dijo que unas comidas si las hizo el, pero para otras si tuvo que usar algo de magia. Las hadas empezaron a volar alrededor de nosotros. Oliver se paro de su asiento e hizo que unos instrumentos tocaran con algo de magia. se acerco a mi, yo seguía sentada.

—¿Me permites esta pieza?—me dice extendiendo su mano y yo asiento con una sonrisa y tomo su mano. El hace desaparecer la mesa con las sillas. 

Entonces empezamos a bailar, solo sentía el aire recorrer mis piernas cada vez que Oliver y yo dábamos una vuelta, el aire era algo frio... algo mucho. Gracias a las barbas de Merlín hoy no había nevado.

—Eres hermosa—me dice el mirándome a los ojos y yo sentía como mi cara se tornaba del color de pelo de mis dos mejores amigos y toda su familia.

—Tu también—le susurre. 

—Gracias, te amo, eres mi felicidad y no te dejare ir nunca—me dice el con una sonrisa.

—Estas muy romántico hoy ¿No?—le dije y ambos reímos bajito.

—Solo quiero decirte todo lo que siento, quiero decirle a todos los vientos, a todo el universo, a los 7 mares, a todo el mundo lo mucho que te amo—me dice y se me escapa una lagrima, no podía creer lo que acababa de escuchar—¿Qué pasa? ¿Dije algo malo?

—No, es perfecto lo que dijiste—le dije con unas cuantas lagrimas y lo abrace. luego voltee a verlo, hicimos contacto visual, nos fuimos acercando y nos besamos. sentía muchas emociones recorriendo todo mi cuerpo.

Seguimos bailando durante un buena rato hasta que nuestros pies ya no se sintieron. Luego nos fuimos a el pasto y nos acostamos ahí. Estuvimos viendo las estrellas y por un momento pensé en Edmund se suponía que esto debería a verlo hecho con el. Prometimos ver las estrellas juntos un día, y por un momento me sentia mal.

—Diggory ¿Estás bien?—me pregunta el preocupado.

—Si, muy bien—le dije bueno le mentí, estaba pensando en Edmund. Me siento mal por el, por no corresponder sus sentimientos, pero no puedo hacer nada, mi corazón escoge a Oliver en todas las situaciones. Aunque por un momento siento que quiere apuntar hacer el otro lado.

—Ya es muy noche—me dice el—ya no podremos ir a Hogwarts.

—¿Dónde se supone que dormiremos? Aquí nos moriremos de frío Oliver—le digo preocupada.  Y el me toma de la mano mientras me muestra una sonrisa. Yo tomaba mi vestido con una mano mientras corría con la otra mano agarrada de Oliver.

—Aqui está la cabaña—dice el feliz y yo le sonrió, frente de mi estaba la hermosa cabaña, entramos y hacia menos frío, y Oliver prendió el fuego y estaba mucho mejor, estaba más caliente—ve a cambiarte si quieres.

—No tengo ropa Oliver—le dije yo con una mueca.

—No la necesitas, dile a el armario lo que quieres y te lo aparecera mágicamente—me dice e—incluso puedes visualizarlo, te dará cualquier cosa que tú le pida, cualquier cosa, te lo prometo, solo tienes que creer que eso es verdad.

—Esta bien—le digo y hago lo que el dijo, cuando baje, baje con una pijama color rosa.

Y luego Oliver sube y cuabdo baja, llega con un pans negro y sin camisa.

Luego nos fuimos a el cuarto, predio el fuego ahí igual ambos dormimos juntos, yo escogí el lado de la pared.