Quédate conmigo

Capítulo 7: Eso no es jugar limpio, Theron Degorian.

Judy recordaba haberse ido a la cama con apenas una copa de champaña en la sangre, pero sí con la seguridad de que no bastarían 4 horas de sueño para poder presentarse de buen humor al día siguiente para trabajar. La alarma de su celular la hizo preguntarse si era demasiado necesario trabajar para Theron y aceptar sus estrictos horarios; al volverse para apagar la alarma, vio la imagen de sus hermanas con sus tres sobrinos.

"Sip, claro que es necesario" se recordó a sí misma e hizo a un lado la colcha para salir de la cama. Eran la 7 menos cuarto, lo cual le daba tiempo suficiente para darse un baño y desayunar algo rápido antes de presentarse en la habitación de su jefe; abrió su maleta y se dispuso a sacar la ropa que usaría esa mañana cuando tocaron a la puerta.

Judy frunció el ceño, pero se acercó, sin una idea de quién podría estar tocando la puerta faltando 10 a las 7.

Theron estaba del otro lado, vestido con ropa deportiva cómoda y una sonrisa en los labios cuando vio el rostro aun medio adormilado de Judy.

_ Buenos días -saludo Theron, fijando sus ojos en los de Judy. La chica emitió un ligero gruñido mientras recargaba su cabeza sobre la puerta semiabierta-. Tenía la idea de que serías el tipo de mujer que suele aprovechar el día desde que sale el sol.

_ ¿Le parece que soy ese tipo de mujer, teniendo solo 4 horas de sueño previo? –inquirió Judy, con acidez. Theron sonrió y, en ese momento, le tendió a Judy una bolsa que no le había visto en las manos. Luego de tomarla y verificar el contenido, Judy alzo sus cejas-. Por lo que veo, tiene la idea de que también me encargare de su ropa deportiva sucia.

_ No es mía y no está sucia -replico Theron, con una sonrisa, mientras colocaba las manos dentro de los bolsillos de la sudadera-. Es para usted; le encargue a Jairo que también trajera ropa deportiva, en caso de que usted olvidara traerla consigo.

Judy entrecerró los ojos, observando a Theron con diferente perspectiva.

_ ¿Y por qué razón yo debería...? –empezó a preguntar Judy, pero se detuvo cuando la respuesta a su pregunta parecía ser tan obvia. Hizo una ligera mueca mientras recargaba su espalda sobre la pared-. ¿Metieron letras chiquitas en el contrato que firme, no es así?

Theron sonrió ladeadamente, sin mostrar sus dientes.

_ ¿Sabes, Jude? Tienes una mente muy brillante.

_ Y también soy fan de lo maniático, así que no se espante cuando le diga de que va a morir en las próximas 24 horas -mientras empezaba a cerrar la puerta, Jude agregó-. No lo invito a pasar, sabiendo que corro el peligro que me vea desnuda.

Theron, al verse solo en el corredor, se recargo contra la pared mientras intentaba alejarse las imágenes que a su mente venían de Judy cambiándose y dejando ver cada recóndito lugar de su curvilíneo cuerpo.

Sí que era un peligro que él la viera desnuda porque no respondía a lo que sucedería después. Trato de relajarse, imaginándose la rutina de calentamiento que debía de hacer a petición de Lie para empezar la mañana de buena manera; tenía que correr algunos kilómetros para quitarse la tensión del cuerpo para luego pasar al gimnasio y hacer su sesión de entrenamiento básico. Se supone que debió haber empezado a las 5 de la mañana, pero viendo que ni con 5 horas de sueño estaría bien, Lie lo mando despertar a las 6:30 para que empezara a entrenar.

Ya quería ver qué clase de entrenamiento le haría Lie, al volver de la caminata con Judy.

Y, hablando de la susodicha, en ese momento salió de la habitación con unas mallas ajustadas, unas deportivas que rechinaban de nuevas, una gorra negra y una camisa que dejaba entrever un top deportivo. Y, lo peor de todo, era que ninguna prenda intentaba ocultar cada curva del cuerpo de Judy. Al contrario, las acentuaban para hacer ver la madurez de la mujer.