Quédate conmigo

Capítulo 11: Porque soy dinamita.

Cuando llegó el momento de que empezara el show, Theron mando a Judy con Ferg y otros dos guardaespaldas mientras él se quedaba con Lie, Ryker, Jairo, A.B, Billy, Paulo y otros cinco guardaespaldas nuevos en el vestidor. Guiándola entre un lugar atestado de personas que iban y venían de distintas direcciones, Ferg la llevó hasta el palco privado de Theron; mientras se iba encaminando hacía aquel lugar, Judy vio los flamantes millonarios y personajes públicos que estaban interesados en el combate junto a mujeres de una belleza indiscutida y cuerpos moldeados por diferentes técnicas (ya fuera naturales o estéticas). Lo que más llamó su atención fueron los vestidos que parecían hechos de diamantes, con escotes pronunciados o detalles que se robaban más de una mirada; uno de los vestidos que más le encanto fue el de una mujer de tez hermosamente obscura y cuerpo moldeado como si fuera una Barbie, con el cabello trenzado desde las raíces y joyas que brillaban de lo auténticas que eran. Su vestido era verde esmeralda, con un escote de corazón pronunciado, de tirantes flojos en sus brazos y una falda que caía con libertad hasta el piso; justo en su pierna izquierda, había una abertura que mostraba una pierna también coloreada de tonalidad obscura y evidenciaba que llevaba unos tacones de punta de aguja y correas que parecían tener pequeños diamantes.

Cuando Judy trato de darle una segunda mirada, casi resbala si no fuera porque Ferg alcanzó a estirar su brazo para servirle de apoyo. Al ver lo que llamaba la atención de Judy, Ferg se río abiertamente frente a ella.

_ ¿Qué es gracioso?

Ferg intento descartar las explicaciones, pero fue tal la mirada interrogativa de Judy que termino hablando.

_ He visto a una docena de personas en el transcurso de la noche que han tenido tú misma reacción con esa mujer, pero justamente al verte a ti que me parece irónico que te suceda lo mismo.

Al entender aquella paradoja de la vida, Judy sonrió mientras seguía sosteniendo el brazo de Ferg que no noto que él la empezaba a guiar hasta que se toparon con los escalones.

_ Bien dicen que no hay ser perfecto en el mundo.

Ferg asintió con la cabeza, dándole la razón a Judy y fueron subiendo los escalones; como modo de seguridad, los dos guardaespaldas hicieron un espacio para que el flujo de personas no tropezara o intentara lastimar ni a Judy ni a Ferg mientras se dirigían a los palcos. Cuando el flujo disminuyo, se detuvieron en uno de los niveles y fueron directamente hacía una de las puertas más cercanas que tenía un cartel en la puerta que rezaba "Zona Privada". Dentro, estaba Ioana con tres guardias de seguridad que, al verlos, de inmediato salieron; los dos guardaespaldas que Theron había mandado con Judy y Ferg se quedaron en la puerta, protegiéndola.

_ ¿No están exagerando con el tema de la seguridad? –fue lo que primero que Ioana le pregunto a Ferg, luego de darle un breve saludo a Judy, ya que no hacía mucho que se habían despedido en la habitación de Judy. Mientras se acercaba al borde del palco, Ferg sonrió al ver a todo el público esperando alrededor de cuadrilátero.

_ Es necesario; la última vez, nos confiamos y cualquiera estaba entrando al palco. Theron y Gordon quedaron en que, para este evento, ambos se apoyarían con los equipos de seguridad para que no ocurriera lo mismo que en otras ocasiones.

Ioana hizo una mueca mientras se iba a sentar en el asiento que había ocupado antes; Judy también se acercó a uno de los asientos, pero solo dejó su bolso ya que estaba cansada de estar tanto tiempo sentada.

_ Me hubiera gustado haber estado allá. –replico Ioana, haciendo una mueca mientras señalaba abiertamente el cuadrilátero. Ferg inspiro hondo y se volvió hacia Ioana para decirle a los ojos lo siguiente:

_ La siguiente vez, estaremos allá abajo.

Ioana finalmente se relajó, centrando su atención en otros temas. Se volvió hacia Judy, quien continuaba de pie, así que señalo abiertamente el asiento a su lado.