- Despierta, despierta, despierta...
- ¿Dónde estoy? - dije con la voz ronca
- Estas bien, estas en la cafetería - dijo una señorita, que por su aspecto parecía ser la que atendía las mesas, me veía con una sonrisa y tendiéndome su mano para ayudar pararme.
- ¿Qué me pasó? - preguntó tratando de pararme
- Te desmayaste cuando estabas por salir de la tienda, pero no te preocupes que solo fueron unos minutos, además un joven ayudó a que despiertes
- ¿Dónde está él?
- Se fue cuando despertaste, dijo que tenía que hacer algo importante
Traté de recordar lo que pasaba, aún me dolía un poco la cabeza y tenía algunos mareos pero solo fue pasajero, agradecí a la señorita que amablemente me ayudó a recobrar el sentido, y me fui.
A medida que caminaba el cielo se hacía más y más nublado, y las nubes grises tampoco ayudaban, todo era señal de que iba a llover; digamos que no estaba con una mini ni con un impermeable, estaba decentemente vestida como para soportar el frío y un poco de lluvia.
Empezó con unas gotitas, hasta que todo se empapó por unas tremendas gotas. Yo caminaba normalmente como si estuviera haciendo sol; mientras que veía a la gente correr para no mojarse o mojar lo que traía.
Era una tarde muy triste, algunos locales cerraron temprano y otros tarde aprovechando que la gente necesitaba donde refugiarse; yo simplemente me senté debajo de un árbol muy grande que casi no dejaba que me mojara y me puse a escribir.
Escribir sobre lo que miraba, a la gente pasar, a los perros, a los niños, a las casas y en especial a la lluvia..., eran tan hermosos esos momento cuando en lo que me refugiaba eran las palabras, las palabras no mienten, los hombres sí...
Cuando noto a una niña con la cabeza agachada y los brazos cruzados que trataba de cualquier forma cubrirse lo más posible de la lluvia; en ese momento yo llevaba un abrigo decente y prefería ayudar que esa niña no sufriera pulmonía.
Me acerqué despacio dejado mi cuaderno y lápiz donde estaba sentada; crucé la calle y llegué donde estaba la niñita...
- ¿Tienes frío? ¿Quieres que te preste mi abrigo? - dije dándole mi abrigo
- No, estoy bien - dijo sin alzar su mirada
- Segura hace mucho frío, y yo no lo nececito
- No te preocupes - con voz ronca
La miré un rato, pensando porqué estaba allí y no se iba a buscar donde refugiarse
- ¿Por qué estás aquí y no en esas bancas del parque que tienen techo? - dije señalando las bancas
- No puedo, ella... ella dijo que esperara
- ¿ella?
- Sí ella, ella quiere que yo...quiere que yo..., me quede aquí - tartamudeando
- ¿Quién es ella?
- Mi mamá, dijo que vendría, ¡ELLA DIJO QUE VENDRÍA! - dijo gritando con una voz desgarradora
Solté una lágrima
- Seguro ya viene
- ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡MAMÁ! ¡MAMÁ! ¡MAMÁ! - comenzó a gritar, yo no sabía que hacer - ¡MAMÁ! No me dejes ¡MAMÁ! Por favor.... ¡MAMÁ! - dijo, pero aun sin mostrar su rostro
- Cálmate, ella va a venir, te lo prometo, te lo prometo - estaba muy angustiada, no sabía cómo ayudarla
- No creo que puedas - dijo seria y calmando sus gritos, volteó la cara lentamente
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El Libro de mi vida
Mystery / Thriller¿Y tú? ¿Qué harías si tuvieras un libro que te dice tu futuro... tu final? Antes, yo era normal... Tenía amigos... Tenía familia... Tenía momentos felices... Tenía una vida... Cuando Andrea llegó al colegio, todo cambió, solo me causó problemas, me...