7. ¡No lo creo!

567 25 0
                                    

Cuando termine de leer lo que decía el libro no entendía nada, parecía como la primera página de un diario, como algo que le había pasado a alguien, alguien que espero no ser yo.

Las palabras contenidas en aquel libro inundaban mi cabeza, de seguro ha de ser horrible para aquella persona, pero aquel texto no tenía coherencia, no tenía razón, no tenía por qué involucrarme.

Me quedé pensando toda la noche, y decidí olvidar todo con respecto al libro y Andrea, porque estoy segura de que ella está envuelta en esto, quería encontrarla, pero creo que hubiese sido mejor que se quedara desparecida.

Cuando desperté no vi el libro en mi mesa (donde lo había dejado la noche anterior), me preocupé un poco porque pensé que alguien de mi familia se lo había llevado; pregunté pero nadie lo tenía, y el libro al parecer se había esfumado, y no traté de buscarlo, en ese momento pensaba que mi vida iba a volver a la normalidad, hasta que se me ocurre ir al colegio y pasar por aquel parque (mi segunda peor decisión).

Cuando termine de leer lo que decía el libro no entendía nada, parecía como la primera página de un diario, como algo que le había pasado a alguien, alguien que espero no ser yo.

Las palabras contenidas en aquel libro inundaban mi cabeza, de seguro ha de ser horrible para aquella persona, pero aquel texto no tenía coherencia, no tenía razón, no tenía por qué involucrarme.

Me quedé pensando toda la noche, y decidí olvidar todo con respecto al libro y Andrea, porque estoy segura de que ella está envuelta en esto, quería encontrarla, pero creo que hubiese sido mejor que se quedara desparecida.

Cuando desperté no vi el libro en mi mesa (donde lo había dejado la noche anterior), me preocupé un poco porque pensé que alguien de mi familia se lo había llevado; pregunté pero nadie lo tenía, y el libro al parecer se había esfumado, y no traté de buscarlo, en ese momento pensaba que mi vida iba a volver a la normalidad, hasta que se me ocurre ir al colegio y pasar por aquel parque (mi segunda peor decisión).

Iba caminando como todos los días, en aquel "hermoso" parque cuando una maldita piedra se cruzó en mi camino, me tropecé, y (aunque no me hubiese gustado que lo hiciera) alguien ayudó a pararme, ¡no lo creo! adivinen quien era, si exacto, era mi mamá me quedé totalmente pasmada, no sabía cómo reaccionar, pero mis impulsos fueron más fuertes que la realidad, salí de mi estado de shock y la agarré fuerte del brazo, en ese momento todo se tornó oscuro, ella mostró una sonrisa macabra, una sonrisa horrible e indescriptible que ninguna madre mostraría un niño y que ninguna persona gustaría verla, ella solo desapareció, seguí mirando el vacío (después de todo no es lo peor que me había pasado) fijé mi mirada en el suelo y observé una nota, cogí aquel papel arrugado y lo metí en mi bolsillo, en eso sentí una mano esquelética rosándome el hombro, una mano fría y larga, mi vista se nubló, después no me acuerdo nada.

Cuando desperté me encontraba en mi habitación, seguía un poco mareada, pero podía ver algo y lo primero que vi fue a Andrea, con una mirada dulce, y una sonrisa sencilla, logré pronunciar apenas su nombre, cuando su mirada dulce se convirtió en un mirada malvada, esas que no te dejan dormir por la noche; sobé mis ojos para ver mejor y cuando pude abrirlos, ella ya no estaba.

Tocaron la puerta de mi cuarto y abrieron, era mi mamá con un vaso de limonada y una pastilla, yo todavía estaba recordando lo que había pasado, pero lo primero que recordé al ver a mi mamá fue su mirada en ese entonces, me quedé callada, al parecer ella no sabía nada, no había salido de la casa, menos me había visto (sí definitivamente me había vuelto loca), no hable más del tema y traté de olvidarlo.

Mis padres me dijeron que una amiga me había encontrado desmayada, se supone que me había caído. Yo no les dije la "verdad" pues, uno, porque si lo hacía me iban a llevar de emergencia a un manicomio y dos, porque ni yo sabía bien lo que había pasado, tal vez solo fue un sueño que tuve mientras estaba inconsciente, pero todo se veía tan real.

Estaba a punto de que mi subconsciente creyera que todo fue causa de mi imaginación y producto de un sueño, hasta se me ocurre buscar en el bolsillo de mi abrigo, y que crees que encontré, un papel arrugado y amarillo, era la nota.

El Libro de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora