24. ¿Estoy viva?

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Desperté en una especie de celda, calabozo, prisión o lo que fuera. Mi cabeza aun daba vueltas y sentía como la herida que dejó aquel golpe era grande, mi cuerpo cada vez era más golpeado y maltratado pero por eso me hacía más fuerte. Aun procesaba lo que pasaba y me extrañaba que un golpe de esa magnitud no me haya dejado secuelas o algo más grave, hasta por un minuto sentí irme o desvanecerme, me extraña que estuviera viva. Además lo que me dijo el doctor seguía en mi cabeza, parezco radio malogrado repitiendo esto pero es la verdad, no podía dejar de pensar en eso y menos de que posiblemente en algún momento viene mi hora.

Y aquí es donde empezamos (el primer capítulo) y como dije antes ya habían pasado dos días que estaba encerrada. Esas paredes negras me atormentaban y las cadenas que llevaba en mis manos no le hacían justicia, al parecer Andrea no me había atado con las manos en mi espalda, seguramente fue para que me alimente, ella no quería matarme, al menos no ahora, quería que sufra, quería verme rogándole e implorándole de rodillas que me libere, algo que no dejaré que pase.

Ya habían pasado dos días y para mí fue una eternidad, el tiempo no pasaba, cada vez me más sentía miserable, no podía hacer esto sola, no quería enfrentarme a Miriam yo sola, quería ayuda, pero sabía que estaba sola yo con ella en la nada.

Aprendí mucho de supervivencia, como a racionar la poca comida que con suerte tenía y acostumbrarme al olor que tenía ese lugar. Además la tortura no terminaba, es más, utilizaban mi peor miedo, perder a los que más quiero, las noches anteriores he escuchado lamentos pero que no solo estaban en mi mente también se hacían reales.

La primera noche escuché gritos peculiares, era una voz conocida, seguí escuchando cuando llegué a la conclusión de que era mi hermana, me desesperé al pensar de que pudieran estar haciéndole daño, los gritos que emitía eran horribles, pero no podía hacer nada, no vi a nadie solo escuchaba, me concentré un rato y traté de convencerme que solo eran ilusiones mías, casi lo logro cuando veo una sombra, en realidad algo negro al otro lado de la prisión, no podía distinguir bien quién era o qué era, pero me daba la sensación de que era mi hermana, la luz de la luna le llegó un poco y pude afirmar mi suposición, era ella sentada de espaldas llorando, no podía más con esa escena, pero yo sabía que no era real además si lo fuese no podría hacer nada pues estaba atada y no podía moverme. Unos segundos después ella volteó dejando ver su rostro el cual me hizo recordar la segunda página del libro cuando vi su imagen reflejada en el espejo, tenía la misma sonrisa de esa vez y la misma mirada despiadada, esta penetraba en el interior de mi alma la cual lloraba por dentro; no soportaba ver a mi hermana de esa forma, no quería verla sufrir, los nervios me invadieron y comencé a gritar, ya no podía soportarlo, estaban jugando conmigo con esa imagen, porque eso es lo que era, una ilusión.

Pasó lo mismo la noche anterior, esta vez fue mi madre a la que estimo micho por cuidarme tanto, por siempre preocuparse por mí. Igualmente jugaron conmigo, con su imagen queriendo destruirme con la primera página, ahora entiendo las cosas, por fin entiendo por qué hacían eso con mi vida, porqué a diario veía fantasmas de mi familia, solo me preparaban para lo peor, para lo que estaba viviendo ese calabozo, en ese infierno.

Nada de lo que había prescrito el libro se comparaba al sufrimiento que sentía, a la agonía de cada segundo que pasaba en ese lugar, ni mi imagen en el espejo antes de cortarme, ni el espantoso rostro de mi hermana reflejado delante mío, nada se comparaba, lo peor es que solo era el comienzo.

El tercer día encerrada recordé todo lo sucedido anteriormente, desde que desapareció Andrea hasta que llegué a ese lugar, entonces me acordé de esa mañana que recuperé el libro en la habitación de mi hermana, que solo quedaban siete páginas y que sacando la cuenta, ese día era el séptimo, el final de las páginas y según el libro el final también para mí.

El Libro de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora