- ¿Eres tú Andrea?
La sombra se iba acercando, pero no pronunciaba palabra alguna ni ningún sonido, solo me quedaba la incertidumbre de pensar que era Andrea. Por un momento me alegré en supuestamente saber que era Andrea, no la veía hace tanto tiempo. Tenía una sonrisa que pensaba que nunca iba dejar mostrar en ese lugar, ya no me sentía sola, pero mi felicidad desaparición cuando aquella sombra se mostró a la luz...
- Hola, querida amiga - dijo con una sonrisa de satisfacción en el rostro
Me quedé pasmada al verla, este hubiese sido unos de los últimos lugares donde pude haberme imaginado encontrarme con ella.
- ¿Miriam? ¿Qué haces aquí? - Estaba realmente confundida. Mis ojos parecían jugarme una broma pesada, parecía solo una ilusión mía.
- Lo mismo que tu - respondió con una sonrisa un tanto malvada. En realidad no entendía lo que pasaba.
- Pero... Pero... ¿Cómo sabes lo que hago aquí? ¿Cómo viniste? No entiendo nada - dije tartamudeando un poco y recuperándome del golpe que me di al desmayarme.
- Tranquila, no tienes porqué entender, solo... espera
- ¡Esperar qué! - no entendía nada, pero de algo estaba segura, nadie me va a decir lo que debo de hacer.
- Esperar a que tranquilamente llegué tu final, claro eso si te portas bien, no quisiera hacer más difíciles- dijo mirando las velas en donde estaban los escritos
- ¿Pero? ¿Qué? Por qué dices esas cosas
- Por qué ¡POR QUÉ! - Se exaltó al parecer por mi comentario
- Si, ¿qué te he hecho?
- Y todavía lo preguntas, ah... me había olvidado lo retrasada que eras, pero no te preocupes que yo voy a explicarte con toda la paciencia que puedo tener para que tu pequeña cabecita comprenda - habló irónicamente y disfrutando cada segundo que estaba confundida. Me estaba colmando la paciencia, mi paciencia llega a un límite y estaba a punto de pasarlo.
- No tienes por qué hablarme de esa forma, tu sabes perfectamente que no te hice nada malo, además fuiste tú quien me habló ese día en clases, no yo.
- Y por qué crees que lo hice, a personas como tu es fácil acercarse haciéndose la buenita para conseguir su objetivo, gracias por haces las cosas tan fáciles.
« Es definitivo, cruzó la línea »
- Una persona como yo, según tú que clase de persona soy - crucé los brazos y la miré con mucha furia.
- La clase de persona que piensa que todo el mundo es bueno si te sonríe, gente tan ingenua y ciega que no se da cuenta como son las cosas en realidad, donde tu mayor enemigo está muy cerca tuyo, por ejemplo Alex
- ¿Alex? Que tiene que ver en esto.
- Sencillo, con su cara inocente y sus lindos ojos ya logró hechizarte verdad
- ¿Qué?
- Sí, nunca se te pasó por la cabeza que podría estar engañándote, ya lo hizo una vez ¿no?
- Como sabes eso
- No importa, lo que debería interesarte es como confiaste en una persona tan falsa como él, crees en verdad que le importas, eres tan ingenua, claro que no, solo te utilizó para acercarse a Andrea y solo conseguiría eso con el libro que tú tienes.
- ¿Cómo? eso no tiene ninguna lógica - dije arqueando una ceja, ella empezó a caminar por mi alrededor.
- Si te pones a pensar un poco, lo tiene, por qué crees que te desmayas cada vez que estas con él, cada vez que conversan te quedas inconsciente, no lo has pensado, solo te utiliza, solo quiere el libro, te lo quitó el día del castigo y que me dices de tu celular, él se lo quedó - tenía una mirada penetrante y una sonrisa malvada, sí que disfrutaba hacerme sufrir.
ESTÁS LEYENDO
El Libro de mi vida
Mystery / Thriller¿Y tú? ¿Qué harías si tuvieras un libro que te dice tu futuro... tu final? Antes, yo era normal... Tenía amigos... Tenía familia... Tenía momentos felices... Tenía una vida... Cuando Andrea llegó al colegio, todo cambió, solo me causó problemas, me...