Capítulo 24

11.3K 810 63
                                    

Al día siguiente, a primera hora Elvira recogió la carta de Anastasia y, con la excusa de ir al mercado por vegetales y hortalizas entregó la nota a Harry. Le recalcó insistentemente que era muy importante, y que no debía tomar ningún desvío hasta que llegara a su destino, era un asunto de vida o muerte.

-Está bien señora, iré de inmediato - escondió el sobre en el bolsillo de su chaqueta, se ajustó los cordones de sus zapatos, y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Residencia Duques de Lancaster, Centro de Londres.

-Gregory, noo, no puedes hacer eso, ¿estás loco? -Lady Johanne intentaba hacerlo entrar en razón, la idea de raptar a Anastasia y llevársela del país era desquiciada, y ella no sobreviviría sin su hijo.

-Madre, jamás en mi vida he estado más cuerdo. Yo sin ella no vivo, y si esa es la única opción, pues lo haré.

-No, no, y no, encontraremos la manera, estoy segura.

Y tal parece que Dios la escuchó, el mayordomo ingreso a la estancia con una con una bandeja de plata en las manos, y un sobre encima. Gregory al verlo supo de quién era, se levantó rápidamente de su asiento y la tomó.

-Muchas gracias, ¿han dejado algún mensaje?

-Si su excelencia, el joven dijo que era muy importante, un asunto de vida o muerte.

Ambos se miraron, y el mayordomo pudo ver el miedo reflejado en sus ojos, se dio la vuelta y se fué rápidamente.

-Abrelo, apúrate.

Gregory rompió un costado del sobre, y sacó una pequeña nota, mientras la leía caminaba de un lado a otro, leer algo así sentado, sería imposible. Su madre lo seguía con la vista, no se atrevió a decir palabra, su hijo estaba demasiado alterado, de pronto un golpe de puños en la mesa la estremeció.

-¡No puede ser, maldito infeliz, lo mataré, si le hace algo, lo mato, retorcerse su cuello con mis propias manos! -gritó.

Lady Johanne se levantó y corrió a su lado -. ¿Que?, ¿Que pasa?, déjame ver - con sus manos sudorosas y su corazón latiendo estrepitosamente tomó la carta entre sus manos y comenzó a leer barriendo línea tras línea.

- ¡Oh Dios!, Anastasia peligra al lado de esa bestia... Leopold, Leopold - gritaba desesperada.

Al instante ingreso el mayordomo al salón.

-¿Sí señora?

-Prepara mi carruaje de inmediato por favor, debo salir urgente.

Leopold asintió con la cabeza, y salió casi corriendo del salón.

-Madre, ¿a dónde va?

-Hijo -contestó Lady Johanne acercándose a él y tomando sus manos -. Esta carta, esta verdad cambia todas las cosas, la vida de Anastasia corre peligro -suspiro-. Iré a palacio, el rey es el único que puede autorizar la libertar de ella sin acusarnos de secuestro, este hombre merece ser castigado y pagar por sus atrocidades. Sé que me escuchará, tu quédate aquí, en caso de que llegue otra nota, y por favor, no hagas nada estúpido, creeme, esta carta -sacudió el papel en el aire -. Es su pase a la libertad.

-Madre, no sé si podré quedarme aquí sin hacer nada, me siento atado de manos -sus ojos se llenaron de lágrimas-. La amo, como nunca creí amar a alguien, si algo le pasara, yo no sé qué haría, yo...

Lady Johanne vió su mirada llena de miedo y temor, ella sabía lo que es vivir sin el amor de su vida, y haría hasta lo imposible para que eso no le sucediera su hijo.

-Gregory, te prometo que la sacaremos de esa casa, no me moveré de palacio hasta que el rey nos de la autorización, te doy mi palabra.

-Gracias madre, muchas gracias.

Los pedazos de mi corazón. ~| °1 Trilogía  "Amores Verdaderos" | √ COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora