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Las estrellas se dispersan por todo el cielo, la brisa del mar me hace soltar un largo suspiro, como extrañaba esto.

Amo las noches, me parecen tranquilas. Simplemente siento que estando frente al mar puedo soltar todas mis preocupaciones y sanar una parte rota de mí. La brisa fría me regenera y causa que mi piel se erice.

- ¿Tienes frío? - Asiento en silencio.

Él se quita su saco y me lo coloca.

- Lo que sucedió... - Me interrumpe.

- No se repetirá. - Establece serio. - No estaba pensando claramente.

Me molesta su comentario, pero decido mantener mi postura.

- Ni yo, fue un error de momento.

Traga grueso, yo me adelanto unos pasos y quedo cerca al agua. Me acuesto en la arena y cierro los ojos por un momento.

Un ruido me despierta, mi celular está sonando. Me trato de dar vuelta para agarrarlo, pero un brazo está encima de mi abdomen.

Aiden duerme plácidamente, me quedo un instante viéndolo y una sonrisa se escapa de mis labios.

¿Qué te sucede, Grace?

Me muevo fuerte y se despierta asustado, me mira sorprendido y luego frunce el ceño.

- Te dormiste. – Refunfuña molesto.

Ruedo los ojos.

- Como si tu no lo hubieras hecho.

Tomo el celular y el nombre que ilumina la pantalla me hace soltarlo a la arena.

- Mierda. - Me quejo. - Es Bruno.

Él frunce el ceño y me mira con obviedad.

- Contéstale, debe ser importante para que llame a estas horas de la madrugada.

Respiro profundo y presiono "Aceptar".

- Hol... - Interrumpe Aiden quitándome el celular de las manos.

- Señor, su esposa está resfriada y tiene fiebre. - Miente. - Me preocupó así que la traje donde un médico.

Yo lo miro ofendida, cómo es posible que le diga eso, va a ser peor. Soy una maldita tonta por confiar en él.

- Ajam... no, no es necesidad que venga con urgencia. Le aplicaron una inyección y se encuentra bien. - continúa hablando y yo me levanto molesta. - Claro, ya se la comunico.

Pataleo en silencio y agarro el móvil con rabia.

- Hola, mi amor. - Imito una voz de enferma - ¿Cómo estás?

- Sabía que ese viaje te haría daño, mañana mismo salgo para allá y no quiero pelear. - Determina y cuelga. – Espero que sea cierto lo que dijo el joven Roux y no te encuentres grave porque eso confirmará lo que por años te he repetido, no estás lista para salir al mundo y mucho menos sin mí.

Miro molesta a Aiden, su mentira me dañó el proceso que había logrado para este viaje.

- Espero te haga feliz. - Sonrío hipócritamente y le lanzo el móvil que coge en el aire. Me mira dolido y sin entender lo que está sucediendo, pero no le doy importancia y arranco al hotel yo sola. – Me acabas de joder el doble la vida.

Llego, tiro las sabanas al piso y entro a la ducha, me lanzo a llorar herida, otra vez el maldito encierro, otra vez tener que verle la cara y fingir que no es un monstruo que daña a todas las personas que le rodean e incluso a las que no conoce.

Bad Captive | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora