Bad Captive | 1

Final - parte 1

NARRADOR OMNISCIENTE.

AIDEN

8 horas antes.

La determinación se refleja en los pasos largos y decididos que doy por las deterioradas calles que atravieso. Al llegar a la parte más solitaria, encuentro el local abandonado en el que quedé en reunirme con Caín. Hace horas le escribí un mensaje de texto alertándolo de la situación, por lo que tuvo que ingeniárselas para que nadie sospechara, en especial Elisa, la madre de Grace.

Abro la puerta que parece caerse a pedazos y lo veo ahí quitándose el polvo.

- ¿Qué demonios haces? - Él pega un salto al darse cuenta de mi presencia. Yo ruedo los ojos, no nos hemos visto en meses y no ha cambiado absolutamente nada.

- Jugando con el polvo, es tan divertido. - Dice con sarcasmo. - Qué crees tú, tengo telarañas por toda mi ropa.

Imbécil, como siempre con sus chistes. Ruedo los ojos ignorando su comentario.

- Debemos actuar hoy mismo. – Emito de forma seria.

Se para derecho y me observa como si fuera un extraterrestre.

- ¿De qué hablas? Eso es imposible... creí que me habías llamado porque...

- ¿Tenemos las pruebas suficientes o no? - Interrumpo.

- Sí, Grace hizo un buen trabajo. - Responde con obviedad. - Pero sabes que la prisión no bastará, debes asesinarlo y así podrás argumentar que ha sido en defensa propia o alguna tontería legal. No nos sirve de nada que esté en una cárcel o siga respirando.

- ¿Por qué razón creíste que te llamé? - Pregunto con curiosidad y él parece que va a llorar de la felicidad.

- ¡Ha vuelto nuestra mocosa! Dios, es increíble Aiden, yo... yo quería contártelo cuando recibí la noticia. Estoy muy feliz - Salta con una sonrisa estampada en su cara y me abraza. - Es tan inteligente como yo, que no lo puedo creer...

Pierdo la noción del tiempo, es como si la realidad se estuviera deteniendo frente a mis ojos, sé de quién habla y lo separo de mi cuerpo para agarrarlo de los hombros con fuerza.

- ¡Tienes la inteligencia de una roca, no la compares contigo! - Frunce su ceño molesto y esta vez soy yo el que me lanzo a abrazarlo con una gran sonrisa mientras damos vueltas emocionados. Mis ojos se cristalizan. Había esperado desesperadamente recibir esta noticia por cinco años...cinco malditos años donde no veía a mi hermana menor y mucho menos sabía si se encontraba con vida.

Puedo decir que soy la persona más feliz del planeta tierra en estos momentos y que no me cambiaría por absolutamente nadie. Mi pecho late con fuerza y miro al techo como si ahí se encontrara el mismísimo universo y agradezco por tenerla nuevamente sana y salva.

Hablamos durante un largo tiempo sobre Mía, me cuenta cómo se ha enterado y la inteligencia de mi pequeña hermana me sorprende, ha aprendido tanto y me pican los ojos de tan solo imaginarme todo lo que ha vivido.

Juro que asesinaré a esa bestia, así sea lo último que haga.

Organizamos la estrategia requerida para que todo salga de acuerdo a lo planeado. En la noche arribarán más de ciento veinte soldados para asegurar la zona y combatir a los hombres armados de Bruno, que imagino serán muchos y la fuerza elite se encargará de apoyar desde adentro, apresando a sus seguidores y a los que hagan falta. Todos tienen especialidad en tiro, combate cuerpo a cuerpo, camuflaje, letalidad y es que los mejores soldados los tenemos nosotros y por eso confío en que todo saldrá bien.