||C A P I T U L O 2 5||

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|EMBARAZADA DEL RUBIO|
|NARUTO UZUMAKI|
|CAPÍTULO 25|
|TRISTE DESPEDIDA|
"¿QUÉ CLASE DE TORTURA ES SOÑAR CON ALGUIÉN QUE YA NO ESTA EN TÚ VIDA?"

Narradora.

Miraba ansioso la delicada espalda de la pelinegra que estaba en frente de él, trago saliva con dificultad y los nervios empezaron a crecer en él, cerro los puños con fuerza y entre abrió sus labios listos para lo que estaba a punto de enfrentarse.

— ¡Hinata! — exclamó.

Pudo notar como la pequeña chica se tensaba al oir su nombre siendo pronunciado por aquel hombre que ella aún amaba, su cuerpo entero empezó a temblar y el miedo junto con la incertidumbre empezó a manifestarse en ella.

El rubio dio algunos pasos con la intención de acercarse a ella, pero se le fue impedido por dos hombres del mismo clan de la pelinegra que lo miraban con enojo y repulsión. El Uzumaki al ver aquello fruncio su ceño confundido y molesto.

— Quitense, necesito hablar de algo muy importante con Hinata. — ordenó molesto.

— No. — respondió con firmeza uno de ellos. — Esta prohibido que se acerqué a Hinata-sama.

La Hyūga quien se había atrevido a voltear a mirar lo que sucedía se encontró con los azulados orbes del rubio. Hinata estaba al lado de una carroza con sus cosas, lista para irse y estar lejos de Konoha. La pelinegra miro con tristeza y dolor al hombre que amaba mientras sentía escuchar su corazón romperse una vez más.

— Hinata, por favor. — grito el rubio hacía la chica en un intento de hablar con ella. — Necesito hablar contigo, aclarar las cosas. No podemos terminar de este modo.

Hinata posó su mano en su pecho, justo donde su corazón latía aceleradamente, internamente se preguntaba sobre la razón del porqué el Uzumaki estaba allí. Ella ya estaba lista para irse y olvidar todo el dolor que estaba, aún, sufriendo. Empezar un nuevo comienzo.

— Naruto-kun...

— Solo 5 minutos, por favor. — pidió el Uzumaki desesperado. — Hinata.

La nombrada suspiro, a pesar de todo no podía negarse, aún sentía amor por el rubio. Lo miro con dolor, tristeza y un poco de nervios y sin poder evitarlo trago de igual modo saliva, preparándose internamente sobre la conversación que estaba a punto de tener con el rubio.

— Esta bien. — susurró. — Dejenlo pasar, solo vamos hablar.

Los dos hombre se miraron entre ellos para luego suspirar, se hicieron a un lado permitiéndole a Naruto avanzar hacía la Hyūga. Cuando estuvo frente a la pelinegra lo único que pudo hacer fue agachar la cabeza.

— Así que... Te vas. — comentó sintiéndose nervioso. — ¿Por qué?

— Na-Naruto-kun... Pues... Eh... Yo... — la ojiperla desvío la mirada al empezar a balbucear. — Creo que... Es lo mejor.

El rubio suspiro sintiéndose de alguna manera culpable por la "huída" de la Hyūga, levanto la cabeza para observar el perfil melancólico de la chica. Apretó los labios mientras internamente se daba valor.

— Lo siento. — susurró, enseguida Hinata dirigió su rostro en la dirección del Uzumaki. — Se que la razón por la que te vas es por mi culpa, fui un cobarde al no aclarar las cosas contigo antes'dattebayo. — Hinata bajo la mirada al no poder seguir observando los orbes azules. — Nunca aclare las cosas contigo cuando tú me pedías por una explicación.

«¿Naruto, estas seguro de esto?» le cuestionó el zorro en su mente al saber las intenciones del mencionado, claro está este mismo lo ignoró.

Embarazada del Rubio ||Naruto Uzumaki||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora