|EMBARAZADA DEL RUBIO|
|NARUTO UZUMAKI|
|CAPÍTULO 23|
|HONNE|
"EL VERDADERO SENTIR QUE UNA PERSONA SOLO ES CAPAZ DE DEMOSTRAR CUANDO SE SIENTE EN CONFIANZA"Narradora.
Tres semanas.
Habían pasado tres semanas después de lo ocurrido, la pelinegra ya iba por su cuarto mes de embarazo y su vientre ya se hacía notar un poco entre sus ropas, por lo que había empezado a usar blusas más anchas y grandes.
Era un día soleado, ________ había terminado hace poco de limpiar la casa mientras su abuela hacía el almuerzo, se acostó en el sofá para descansar un rato mientras esperaba a su abuela, al ya tener una barriga se le hacía difícil hacer algunas cosas, pero no imposible.
La pelinegra empezó a recordar como había iniciado todo hasta lo que habían llegado. No pudo evitar soltar una sonrisa risueña que desbordaba de alegría al recordar los hermosos y románticos momentos que había pasado con el rubio Uzumaki, se sentía más enamorada que nunca.
Sin embargo, un pequeño dolorcito en su pecho se había instalado en ella junto con la sensación de tristeza y miedo, ya todos en la aldea sabían que ella era la misteriosa mujer a la que Naruto había embarazado, el chisme de su identidad se había extendido por la aldea en esas dos semanas, y su temor a salir había aumentado porque odiaba recibir esas miradas acusadoras de las demás personas.
Cuando salía para ir a la academia y volvía a su casa recibía esas miradas de enojo, rechazó, asco y más que solo provocaban que se sintiera como una basura, por suerte aún nadie le decía nada ni los insultaba por el hecho de que Naruto había amenazado prácticamente a la aldea si le decían o le hacían algo. Cuando se enteró de lo que Naruto había hecho por ella no pudo sentirse más que halagada y más enamorada.
Aunque Naruto no se liberó de las consecuencias por haber golpeado a su compañero Kiba hasta casí dejarlo inconsciente y moribundo, por lo que sabe se llevó un buen regaño por parte del Hokage y con el castigo de cumplir más misiones extras, por lo cual ya casí no podía estar tanto tiempo con ella. El castigo duraría por lo menos un mes.
Suspiro desanimada porque no había vuelto a ver al rubio desde hace tres días, de algún modo le hacía falta su presencia y la calidez y seguridad que le transmitía.
El sonido de la puerta de su casa se tocada la saco de sus pensamientos, con pereza se dirigió a paso lento hasta la entrada quien no paraba de sonar.
— ¡Ya voy, ya voy! — exclamó con desgano.
«¿Quién es el qué toca así?» se pregunto así misma fastidiada. «Naruto no puede ser, el ya tiene copias de las llaves de la casa»
Relajo sus facciones para no parecer fastidiada, abrió la puerta con cuidado y al ver de quien se trataba la palidez se hizo presente en su rostro, su ceño se fruncio mientras sus ojos denotaban sorpresa y nerviosismo por la persona frente a ella.
— Hinata... — susurro con sorpresa.
Un sentimiento de desesperación e inquietud se hizo presente en el corazón de la chica, un nudo en su garganta se hizo presente y sus manos empezaron a temblar.
Sus ojos se abrieron más de la sorpresa al ver el estado de la Hyūga, el contorno de sus ojos estában rojos e hinchados, sus bellos orbes perlas sin brillo alguno donde ya corrían lágrimas de ellos, su cabello lacio siempre perfecto ahora estaba desordenado y a simple vista se notaba que no lo había peinado por días.
— ¿Q-Qué haces aquí? — preguntó tratando de mantenerse firme.
— ¿Es cierto...? — preguntó casí sin voz.
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Embarazada del Rubio ||Naruto Uzumaki||
FanfictionDespués de la cuarta guerra ninja muchas cosas pasaron, entre ellos la separación de la pareja perfecta; Naruto y Hinata. Aquella pareja terminaron su relación después de una fuerte discusión. Y era entendible, Naruto y Hinata eran polos opuestos, y...