||C A P I T U L O 0 9||

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|EMBARAZADA DEL RUBIO|
|NARUTO UZUMAKI|
|CAPÍTULO 09|
|RECUERDOS|
"MADURAR ES ENTENDER QUE NO TODO TIENE QUE SER PERFECTO PARA SER FELÍZ"

La noche se hacía presente en aquella aldea, el grupo de abundantes amigos se despedían para dirigirse cada uno a sus casas. La pelinegra de ojos naranjas con toques rojizos, haciéndolos ver como un hermoso atardecer, caminaba por las calles polvorientas de Konoha.

No paraba de mirar su mano que aún sentía la calidez de la mano del joven rubio Uzumaki. El solo recordarlo provoca varios sentimientos en ella, también la extraña sensación de cosquilleo en su estómago, era eso lo que las personas decían mariposas en el estómago.

Al llegar a su hogar, entró y saludo a la mujer mayor quien estaba terminando de preparar la cena, saludo también aquel canino de raza casí parecida a la de un lobo, lo acarició y este movió su cola al sentir la suave acaricia de su dueña.

— ¿Y cómo te fue, _________-chan? ¿Por qué te demoraste tanto en llegar? — preguntó su abuela mientras servía la comida.

— Resulta que TenTen-chan me citó para una salida de amigos con todos los de la generación. — la pelinegra suspiro y sonrió. — Fue divertido de alguna manera.

— Me alegra escuchar eso. — sonrió la anciana. — ¿Ya te lavaste las manos antes de cenar?

— No. Lo haré enseguida. — le dio una sonrisa a su abuela y fue a lavarse las manos.

Después de cenar y tener una entretenida charla con su abuela y dedicarle las buenas noches, se dirigió a su habitación para descansar y recuperar energías, pero no sin antes darse un relajante baño.

Al quitarse toda su ropa y quedar desnuda, se metió a la bañera donde todo su cuerpo tenso se relajo al sentir la tibia agua.

«Esto era justamente lo que necesitaba» sonrió ante su propio pensamiento.

Estuvo así por varios minutos sintiendo la relajación llegar a su cuerpo, últimamente había estado un poco estresada por el tema de su embarazo, aunque ella sabía que no tenía nada de que preocuparse.

Sin embargo, sabía que muy pronto las cosas se complicarian, para Naruto y para ella. Era obvio, _________ era muy joven para haber quedado embarazada, igual Naruto.

«Lo mejor es no preocuparme por eso, no ahora» suspiro y se mantuvo por unos minutos más en la bañera.

Al salir y salir del baño se dirigió a su habitación para cambiarse por su enorme camisón que utilizaba como pijama junto con unos corto shorts de lana, se miro en su espejo de cuerpo completo y soltó su cabello que tenía en un roscón.

A los segundos, las hebras negras como la noche y rebeldes como la ferocidad del viento, cayeron en una cascada dejando lo sorprendente de su largura.

Su cabello llegaba hasta casí por sus rodillas, a veces se le dificultaba mucho el peinarlo por lo enredado y alborotado que se ponía, pero nunca pensó en cortarselo. Era como en memoria a su madre, ella siempre le decía que lo que más adoraba y gustaba de ella era su larga cabellera.

— Mamá... — susurró con tristeza. — No sabes cuanto te extraño, hubiera querido que estuvieras aquí para apoyarme.

Después de eso, duro largos minutos logrando controlar y peinar su cabello para después agarrarlo en una coleta baja que evitaría al día siguiente estar tan enredado.

Apagó la luz de su habitación y se acostó en su cómoda cama, pero antes de quedarse por completo dormida los ruidos en la puerta de su habitación la desconcertaron.

Embarazada del Rubio ||Naruto Uzumaki||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora