||C A P I T U L O 2 7||

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|EMBARAZADA DEL RUBIO|
|NARUTO UZUMAKI|
|CAPÍTULO 27|
|VISITAS PELIGROSAMENTE INESPERADAS|
"EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS, EN UN HILO DE HUMO, PUEDES PERDERLO TODO. LA VERDAD NUNCA SE SABE."

Narra ________.

Puedo jurar cuando digo que jamás había dormido tan incómoda como lo había sido aquella noche, mi espalda dolía y no tenía alientos para levantarme de la cama que había sido mi tormento hace tan solo unas horas atrás. Cuando desperté Naruto ya no estaba acostado en la cama, y supuse que había despertado temprano para entrenar antes de ir a la misión que tenía al medio día.

Aquel día y los que siguieron fueron extraños pero a la vez divertidos, Naruto y yo tratabamos de acostumbrarnos a vivir juntos como pareja y comprender las costumbres que tenía el otro, porque en algunas ocasiones no congeniabamos y teníamos minis discusiones que en vez de ser serías eran graciosas y tomadas a las ligeras.

Sabía que Naruto actuaba más paciente a lo que en verdad era por mi embarazó, tratando de no hacerme sentir estresada e incómoda, brindandome su apoyo incondicional que solo hacía que me sintiera segura y cómoda, más de lo que ya estaba.

Con una enorme pereza me levanté para alistarme e ir a la academia, había decidido aquel día estar con un vestido blanco que me llegaba hasta las rodillas y recogerme el cabello en una coleta baja y suelta, dejando que dos mechones largos cayeran a cada lado de mi rostro, una bufanda celeste rodeaba mi cuello para darme calor y debajo de esta tenía puesta un abrigo. Desayune y me despedí de mi abuela para salir y dirigirme a mi destinó.

La mañana era fresca y ya estábamos a principios de febrero, los días pasaban rápidos y puedo decir que eran los mejores donde vivía en calma. Ya estaba en la entrada de la academia, algunos niños me saludaban pues era conocida como "la maestra embarazada" y las niñas se acercaban con la intención de acariciar mi enorme panza, y eso la verdad me hacía muy feliz.

— ¿________-san? — la grave y profunda voz de aquella persona que no había visto durante mucho tiempo sonó detrás de mi.

— ¿Giyū-san? — cuestione con alegría, pues Giyū me caía muy bien apesar de su fría seriedad. — ¡Hace tiempo que no lo veía!

— Si, he estado... — de repente se quedó callado mirando fijamente mi vientre, abrió un poco sus ojos sorprendido y yo no pude evitar removerme incómoda. — Vaya, se ve muy hermosa estando embarazada.

— Oh, gracias. — ante el halago mis mejillas enrojecieron un poco. — Ya en unas semanas nace.

— Si, eso notó. — su seriedad y mirada fría volvió. — ¿Aunque no eres muy joven para estar embarazada?

— Eh, tengo 18 años y ya soy mayor de edad, así que creo que eso no es un problema. — respondí de inmediato mientras esbozaba una sonrisa. — Y dígame, ¿Donde ha estado todo este tiempo? Hace meses no lo veía.

— Tuve que hacer una misión muy larga, aunque volví para navidad y año nuevo por Genji, tuve que volverme a ir, ayer termine la misión. — respondió mientras dirigía su mirada al pequeño Genji quien estaba jugando con sus amigos. — No podía dejarlo solo en fechas tan especiales como esas, del resto una señora muy amable cuido de él unos meses.

Algo que había notado de Giyū es que se había soltado mucho a la hora de expresarse y hablar conmigo, eso de alguna manera me alegraba, ahora estaba más que convencida que Giyū y yo éramos amigos. Seguimos hablando hasta que tocaron el timbre, nos despedimo y me dispuse a entrar a la academia.

— Ten mucho cuidado, ahora estas embarazada, debes cuidarte para que ese bebé nazca sano y fuerte. — me dijo antes de darse la vuelta e irse.

Llegué al salón con una gran sonrisa, mis pequeños estudiantes me recibieron con una gran bienvenida y me dispuse hacer mis clases.

Embarazada del Rubio ||Naruto Uzumaki||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora