Capítulo 13- Inseguridades, Miedo y compromiso

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Alana

El domingo llega y con él la hora de que mi hija ya está aquí, trato de llamar a Christopher, pero no me responde, escucho la puerta, abriendo la puerta trato de mantener mi calma, pero estoy molesta, molesta porque él no tiene la decencia de siquiera contestar.

Lo primero que hace mi pequeña al entrar es abrazarme.

—¡Hola mami, te extrañe mucho!

—¡Hola mi princesa! ¿Te divertiste con papá? —abrí mis brazos para abrazarla fuerte.

—¡Sí, mami, todo estuvo muy divertido! —exclama emocionada.

Mi chiquita siempre tan linda terminó de contarme todo lo que hizo en su fin de semana, Chris, se quedó esperando hasta que nosotras terminamos de hablar, Hanna se despide y va a su habitación. Él solo me queda viendo, no ha dicho ni una sola palabra y es difícil saber qué esperar de él, quiero romper el silencio, saber que quiere y que ya salga de mi casa.

—Aún sigues aquí, ¿alguna razón en especial para quedarse tanto tiempo? —Él se acerca acortando la distancia entre los dos.

—¿Por qué me bloqueaste de tus mensajes?

—No pasemos por esto otra vez, por fin logré aceptar que tú y yo no somos nada, que el amor que una vez nos tuvimos se terminó hace mucho tiempo, ¿qué hace tan difícil respetarme? —Yo sé que él quiere jugar conmigo, es un ciclo que debe llegar a su final, para esto quiero apelar a su respeto por mí y por su hija.

—Alana, claro que yo te respeto —¿Es en serio? risas internas.

—¿Tú crees que enviar mensajes insinuando tener encuentros sexuales mientras tienes una prometida, te parece respeto?, Yo soy la mamá de tu hija, no una cualquiera que a cada rato quiera meterse en tus pantalones. —Yo hago una pausa porque quiero razonar con él, no discutir.

—Lana, yo sé que ha sido difícil, tú y yo tenemos historia. Eso no lo puedes botar a la basura como si nada.

—Solo pido que me concedas el mínimo respeto, piensa en tu hija, te gustaría que alguien esté jugando con ella de la forma en que tú has jugado conmigo —Este es mi último recurso, si él no lo hace por mí, entonces tiene que hacerlo por Hanna.

Su mirada es intensa, por primera vez creo que está reflexionando sobre su comportamiento, y me responde:

—No me gustaría, yo sé que no me he comportado bien contigo y te prometo que te respetaré y tomaré distancia —Con esto se despide y sale por la puerta.

Por qué terminamos con discusiones a la mitad, ya no se que pensar, no entiendo que trata de hacer conmigo, me confunde cada vez más. Pero me siento conforme que esto no se convirtiera en otro desastre más.

***

Los siguientes días ha sido un alivio, parece que la conversación tuvo alguna reacción en Chris, hemos hablado un par de veces, todas nuestras conversaciones están enfocadas en nuestra hija.

Luke y yo quedamos de vernos hoy después del trabajo, es tan irreal, nunca nadie antes, ni después de Christopher me ha hecho sentir tan cómoda cuando hablamos.

Me llena de satisfacción la forma en que él está pendiente de cosas sencillas, tal como estuvo mi día y si todo con Hanna está bien, para ser sincera tengo miedo de involucrar a mi chiquita, y que ambas terminemos con el corazón roto o yo romperle el corazón a él.

Como siempre es difícil salirnos del horario, hoy le pedí a Alma que si puede me ayude recogiendo a Hanna después de la guardería, cuando hablamos, ella quiso pedirme detalles de con quién iba a salir y por el favor que estaba pidiendo solo di breves explicaciones, esto es una relación muy nueva y no tiene ninguna etiqueta, ahorita somos él y yo, felizmente nada más.

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