Capítulo 5- Vino y desamor

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Cuando salgo de la casa con el poco orgullo que tengo, ya no puedo contener todo este nudo que tengo en mi pecho, este dolor se siente tan fuerte. Enciendo mi auto y empiezo a conducir a la deriva, en una parte del camino me estacioné porque solo quiero gritar y llorar, siento que sus palabras retumban en mi cabeza y ya no quiero sentir esto, así que decido llamar a la persona que me puede ayudar a olvidar.

—Moni, ¿estás en tu departamento? ¿Puedo ir a tu casa? —Ella responde inmediatamente luego de escuchar mis sollozos.

—Alana, ¿Estás bien?

—No estoy bien, solo necesito vino, un hombro para llorar y alguien que me escuche.

Ella y yo hemos sido mejores amigas desde que teníamos 6 años, la persona que mejor me conoce, su amistad ha estado a mi lado en todos los momentos más difíciles.

Llegué a su departamento con mi alma destrozada, no me demoré en contarle todo lo que pasó en casa de los papás de Chris y adicionalmente me desahogue contándole nuestro último encuentro en el matrimonio al que ambos asistimos.

Mi amiga es la persona menos juzgante que conozco; sin embargo no disimula su cara de decepción y a la vez siento su empatía, no aguanto lo que tengo en mi pecho y muero de ganas de sentir liberación.

—Sabes que estoy cansada de esto, ¿qué tengo mal? ¿Por qué no soy suficiente? Me puedes decir ¿qué he hecho mal para no merecer su amor?

Ambos no se llevan bien, en el pasado se toleraban cuando él y yo éramos novios, después de todo lo que ha pasado ella siempre me ha dicho que él es un idiota y que debo superarlo.

—¡¿Cómo es que estás cansada de Christopher?! Alana pasa el tiempo y tú, particularmente tú no llegas a tu límite, si para ti esto no es demasiado, ¡Por Dios! Amiga, se acostó contigo teniendo otra relación, y le vale un carajo lo que sientes, siempre ha sido así.

Abro mis ojos bien grandes intentando procesar sus palabras.

—Querida, mi punto es que tú y él tienen una relación tóxica, él siempre te busca porque tú estás ahí fácil de alcanzar, siempre es él que te dice que no tengas falsas esperanzas, pero como siempre tú terminas cayendo en sus palabras bonitas y vacías.

Sus verdades son crueles pero las necesito, porque lo que me acaba de decir me duele como un puñal en mi corazón, si mi mundo esta alreves por mi, yo lo puedo enderezar.

—Amiga, eres tú la que siempre ha permitido que él use tus sentimientos y te manipule a su antojo, él está consciente de lo que te hace y tú ciegamente caes una y otra vez. Lo he visto repetidas veces en los últimos 3 años, sin contar el tiempo que fueron novios.

Pienso en esto, y tiene toda la razón, Christopher Williams dejó de respetarme en el preciso momento que yo deje de hacerlo conmigo misma.

—Moni, tienes razón.

—Claro que la tengo y si quieres seguir así, puedes hacerlo, pero si realmente quieres cambiar tienes que hacer las cosas diferentes. Empieza a quererte y respetarte por ti misma, empieza a ser feliz para ti, no aceptes situaciones que te harán sufrir.

—Bebé, sabes que para mí no ha sido fácil aceptar que Hanna y yo estemos solas, que no podamos formar una familia los 3, tú sabes que él es mi único amor —No puedo hacer más que llorar

—Alana, el que ustedes 3 no formen una familia no quiere decir que Chris deje de ser un padre para tu hija, justamente por ella debes recapacitar, no quieres darle a ella un mal ejemplo, ella debe aprender amor propio y respeto de ti, no creo que puedas hacerlo si ella sigue presenciando sus discusiones, todos los niños sufren viendo a sus padres peleándose como perros y gatos. Pobre chiquita que hasta ahora solo se está llevando la peor parte de ustedes.

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