¿Darías otra oportunidad a quien te partió el corazón o estás dispuesto a intentarlo de cero?
Sofía tenía mil dudas en la cabeza incluyendo esa,cuando pensó que todo había acabado apenas y la función volvió a iniciar...
Alex dice que la ama,pero Thi...
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●○ SOFÍA ○●
-Jaque.
Mis ojos se pierden en aquel tablero de mini cuadritos, no sé que hora es,ni me importa para ser sincera. La luz del consultorio hace que parpadeé de más, afuera aún es de noche.
Él sigue esperando un movimiento y yo intento no romper a llorar por milésima vez desde que me senté frente al doc.
No he podido... no he podido sacar todo el sin sentido que experimenta mi vida ahora.
Hay veces en la vida que no tienes fuerzas para articular palabras que solo te romperán más.
Porque la verdad es mucho más que todas esas letras juntas y cuando eso es así, no puedes dejar de ver los hechos una y otra vez... y las palabras pierden su valor.
Lentamente logro mover una pieza en el tortuoso tablero de ajedréz. Alfredo hace una mueca al ver mis acciones, gruñe un poco antes de aclararse la garganta.
-Mate. -Dice mirándome serio.
Sabe que amo aprender, sabe que me encanta estas partidas random con él... y debe saber también que ni esto podrá sacarme la angustia ahora.
-Ni siquiera debiste mover el caballo en primer lugar y lo sabes, pudiste a ver movido aquella -Vocaliza en modo mentor mientras me señala la pieza del extremo.
Mi cara sigue inexpresiba y él finalmente se tumba para atrás en su silla y guarda todo esperando que yo decida soltarlo.
-Creo que soy muy mala persona. -Digo sin filtro.
Él me mira sorprendido a la vez que desocupa el escritorio.
-Son las 4 a.m pequeña. Y solo porque eres tú, salgo de mi casa y abro la consulta asi que solo dilo sin prisa. -Dice abriendo su libreta mágica.
-Él se fue. -Disparo entre lágrimas.
Su mano se detiene y espera que diga más,pero no me sale.
-¿Alex? -Interroga desviando la mirada hacia sus apuntes.
Niego rápidamente
-Santiago. -Suelto cruzando mis piernas en la silla como una niña que está esperando el veredicto de sus padres luego de haber hecho alguna travesura.
Mi psicólogo termina poniendo su mentón detenidamente sobre su mano derecha,mientras me mira atónito.
-¿Santiago no es tu compañero de trabajo? ¿El que te dice fresita y tu niegas siempre que te guste el apodo aunque en el fondo te guste? ¿Él mismo que trabajaba contigo y que su relación se quebró después de la fiesta de navidad? -Atina a decir él leyendo sus apuntes anteriores.
