Mire el reloj impaciente, esperando que la voz de Jaydeen llegara hasta mis oídos, hace más de diez minutos que debía haber llegado y no estaba por ninguna parte. Recargué mi cuerpo en el sillón individual que tenía en mi habitación e hice unas cuantas inspiraciones.
El clic de la puerta sonó y abrí los ojos. Jaydeen se encontraba parado en medio de la habitación, llevaba unos pantalones negros con una camiseta de cuadros roja se acercó y se sentó enfrente del otro sillón inflable que tenía mientras me miraba con curiosidad.
—¿Qué paso May?—pregunto mientras me miraba fijamente
Fruncí mis labios al recordar la nota y lo mire.
—¿Te acuerdas del boxeador? –le pregunte.
Sus labios se curvaron en una sonrisa burlona y le propine un manotazo en el hombro. No podía creer que pensara que me gustara.
—¡No es lo que tú piensas! —chille frustrada
—Sí, sí. Dime lo que quieras pero apuesto a que todas las noches sueñas con tu boxeador todo sudoroso. —añadió mientras reía.
Lo mire como si le hubiera salido un cuarto ojo, porque siempre me hacía esto. Claramente le había dicho que no me llegaba a gustar nadie como para salir como para salir, aparte yo no necesitaba nada de eso, contando que mis padres se podrían como locos y me mandarían al infierno.
—Deja de decir tonterías.—respondí mirándolo y luego continúe.—Me lo encontré. Bueno más bien fue al restaurante en donde trabajo.
—¿Te dijo algo?
—Bueno al parecer me reconocido, sus amigos y el todo el rato se me quedaron mirando. Es la persona más chocante que he conocido en toda mi vida.
—¿Qué te dijo?
—Bueno me decía preciosa y se me quedaba mirando mucho.—respondí mientras hacia una mueca y rodaba los ojos. Jaydeen sonrío.
—Le gustas al tipo.—respondió mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.
—¡Que!—respondí alzando las manos.
—Le gustas. O quiere algo de ti.—respondió mientras alzaba las cejas.
—Entonces.. ¿Crees que me lo vuelva a encontrar?—pregunte curiosamente.
—Si
—¡Oh demonios!—me queje mientras me llevaba las manos a la cabeza. —También me mando una nota.
Jaydeen me miro con sorpresa.
—¿Qué decía?—pregunte.
Saque la nota del bolsillo trasero de mis pantalones, la desdoble y se la di. Al terminar la dejo en la mesita y sonrío.
—Ya está claro. Él tipo te quiere conocer.—aclaro.
—Pero yo no quiero.—respondí haciendo puchero.
El rodo los ojos.—Mayra vamos no te va a hacer nada. Aparté a lo mejor solo quiere que sean amigos. Ya tienes 20 creo que deberías conocer a más gente, aumentar tu círculo social.
—¿Me estás diciendo que soy una antisocial?—respondí mientras le lanzaba una mirada envenenada.
—Te estoy diciendo que debes de salir más y no quedarte encerrada entre las cuatro paredes de tu habitación.
—Oh ya veo.—respondí.
Bueno la verdad no sé por qué habíamos terminado hablando de esto, pero la verdad es que no quería conocerlo.
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Luchando por tu amor
FanfictionAutora: Fernanda Cuecuecha. Todos los derechos reservados.℗ Nada de lo que sucede en la historia es real. Es meramente Ficción. Se prohíben las adaptaciones de esta historia sin el consentimiento de la autora. ¡Di no al plagio!