Capítulo 18

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Capítulo 18
El ronroneo del motor era lo único que se escuchaba en este momento, mantenía las uñas clavadas en el cuero del asiento reprimiéndome por haberlo besado, aún tenía el sabor de sus labios en la boca, y la tentación de volver a probarlos de nuevo.
Sabía que estaba mal lo que había pasado, lo que menos quería era meterme en problemas pero ¿Ahora que podría hacer?.
Las farolas de mi hogar aparecieron en mi campo de visión y enseguida me desabroche el cinturón de seguridad y deslice la palma de mi mano hasta la manija. No me atrevía ni a mirarlo.
—Gracias—balbuceé en un suave murmullo.
—Por nada—añadió
Y se extendió un silencio mortal.
Los nervios me carcomían, el hecho de haberlo besado me creaba muchas dudas. ¿Dejaría a la rubia? ¿Era pura broma? ¿Lo que sentía era real?.
Sin mirarlo, ni decirle nada baje del auto y entre a mi hogar rápidamente.
Al entrar en mi habitación me cambie rápidamente la pijama y me metí en la cama tratando de olvidar lo sucedido.
Al día siguiente no tenía ni quería aparecerme por la universidad, estaba intranquila, si él se aparecía no sabría lo que iba a pasar o como iba a reaccionar. No quería verlo y a la vez sí, me levante con pesadez y entre al baño.
Eran las 8 de la mañana cuando yo ya me encontraba caminando por los pasillos de la universidad. Pero sentía que algo pasaría, y no sabía cómo tomarlo. Me dirigí a mi casillero; nadie de mis amigos había llegado, seguro tendrían una resaca que ni ellos mismos se la aguantaban. Poco a poco el pasillo se comenzó a llenar de estudiantes y el nerviosismo no se había disipado.
Como fui tan tonta como para haberlo besado, y ahora había admitido que me gustaba, sin embargo no sabía si él y la rubia salían o algo así, estaba segura de que Wendy me empezaría a acosar con preguntas y estaba preparándome mentalmente para responderlas.
-¡Hey!—añadió Jessy
-Hola—añadí con una sonrisa —¿Qué tal la fiesta?—pregunte
—Cállate que la rubia se molestó, hubieras visto su cara cuando Rubén te saco de la casa, y el tipo que te planto el beso se quedó pasmado.
—Yo solo quería darle su merecido a Rubén—añadí sinceramente
—¿Y de que hablaron?—pregunto
La alarma se instaló en mi sistema y me puse nerviosa.
—Pues…
—¡A TI TE ESTABA BUSCNADO!—grito alguien a mi lado.
Ambas dirigimos la vista hacia donde se dirigía la voz y contemple a la chica rubia viniendo directamente hacia mí, por inercia me hice hacia atrás mientras a Jessy la empujaba hacia un lado y se ponía enfrente de mí.
El miedo de inmediato se instaló en mi sistema mientras la chica me acorralaba entre el casillero.
¡Oh no!
Pude ver una sonrisa de satisfacción en su rostro al verme como un animal enjaulado.
—¿Qué quieres?—susurre
Ella me contemplo con desprecio.
Mi cuerpo se volvió de gelatina mientras contemplaba la figura de la rubia, era imponente, estaba paralizada por el miedo y sentí que las rodillas me temblaban y las ganas de salir corriendo comenzaban a incrementar en mi sistema nervioso.
—¡Te juro que te vas a arrepentir!—siseo mientras enterraba las uñas en mi brazo derecho.
Abrí los ojos como platos, mientras mis labios temblaron.
—Yo no he hecho nada—balbucee con miedo
La rubia me miro burlonamente.
—A caso eres estúpida—vocifero mientras me tomaba por los hombros y me azotaba contra el casillero, provocando ruido. —¡Dime! ¿¡Que hacías con el!?—chillo mientras me sacudía.
Mis ojos se aguaron y en ese instante la empuje con todas mis fuerzas, se tambaleo y me soltó, fue cuestión de minutos, me di la vuelta cuando sentí que sus uñas se clavaban en mi cuero cabelludo y lance un grito de sorpresa.
—¿¡QUE MIERDA HACIAS CON EL!?—grito mientras me estampaba contra el casillero.
—¡Su…Suéltame!—grite tratando de quitarme sus manos.
—¿¡QUE HACIAS CON EL!?—grito en mi cara mientras sentía que me iba a arrancar el cabello.
—¡NADA! ¡NO HACIA NADA!—grite
Pero en realidad a ella que le importaba.
Una mueca de disgusto apareció en su rostro y golpeo mi cabeza contra el casillero mientras tiraba de mi cabello con fuerza.
—¡SUELTAME YA! ¡YO NO HE HECHO NADA!—gemí con dolor y miedo.
Esta mujer estaba loca, pensaba que Rubén le pertenecía, pero se iba a llevar la sorpresa de su vida porque él era mío. Y las ganas de decírselo no me faltaban pero me quede callada.
—¿¡QUE MIERDA ESTA PASANDO AQUÍ!?—grito una voz.
La carne se me puso de gallina, la rubia en ese instante levanto la mano y me propino una bofetada, grite de sorpresa mientras caía al suelo, la mejilla me ardía y las lágrimas se acumularon en mis ojos.
Maldita bruja.
Vi como Rubén la apartaba de mi camino y de repente se agacho a mi altura mientras las lágrimas caían de mis ojos pude contemplar su silueta borrosa.
—Mayra ¿¡Estas bien!?—añadió mientras apartaba mis cabellos de mi rostro delicadamente.
Moví la cabeza negativamente y en ese instante me levante mientras acariciaba mi mejilla.
En ese instante, la rubia se volvió a abalanzar contra mí, pero Rubén rápidamente le bloqueo el paso.
—¡Aléjate de ella!—replico.
En ese instante su rostro detono sorpresa e incredulidad y sus labios se tornaron en una mueca de disgusto.
—¿Qué dijiste?—añadió sin dar crédito a sus palabras.
—¡Aléjate de ella!—repitió alzando la voz.
—¡No estás hablando enserio o si!—añadió con su risa estúpida
El movió la cabeza.
—El juego ha terminado—añadió despectivamente.
La rubia se quedó sorprendida, después lo miro con odio y dirigió su vista hacia mí, su mirada calo en lo profundo de mis huesos y me estremecí de pies a cabeza, después se dio la vuelta y se marchó contoneando las caderas al caminar.
Los alumnos que estaban ahí nos regresaron a mirar en el instante en el que abri el casillero y saque mi bolsa para irme mientras me acariciaba la mejilla.
—¡BIEN EL SHOW HA TERMINADO AHORA REGRESEN A LO QUE ESTABAN HACIENDO!—grito Wendy mientras se posaba a mi lado.
—Creo que necesitas algo de vitalidad en este momento— añadió mientras me tomaba del brazo.
—Estoy bi…en—añadí débilmente.
No llores, no llores, no llores.
—¡No lo estas!—añadió rodando los ojos.
Las manos me temblaban, y en ese instante solo quería desaparecer, era la primera vez que me sucedía algo así, jamás había experimentado la adrenalina a su máximo potencial, sin embargo moría de vergüenza, miedo, impotencia, nervios, y alivio todo mezclado.
—Necesitas un poco de aire—agrego Jessy mientras me tomaba por los hombros.
Sin embargo la abrace por los hombros y entonces comencé a llorar.
—Llévensela, llegare en unos minutos—añadió Jayden mientras comenzábamos a caminar.
—Iré con ustedes—la voz de Rubén se hizo presente en esos instantes.
—¡No gracias! —añadió Wendy
—¡Pero quiero hablar con ella! —añadió.
—¡No!—chillo mientras ambas me tomaban por los hombros y me guiaban a la salida del lugar.
El roce del viento contra mi rostro me ayudaba a sentirme más tranquila.
Estábamos sentadas en una de las mesas de picnic, tenía una botella de agua entre mis manos, llevábamos poco más de media hora y ya habíamos perdido una clase. Jessy y Wendy se mantenían en silencio mientras echaban vistazos a sus carpetas de trabajo.
—Tengo miedo—balbucee mientras jugueteaba con la botella entre mis manos.
—Esa plástica no te hará nada mientras este yo—añadió Wendy con una mueca de disgusto.
—¿Por cierto a que se debe el que te haya tratado como saco de boxeo?—añadió Wendy
Las dos la miramos obviamente.
—¡Ya me lo suponía!—añadió rodando los ojos.
—Está loca—añadí—cree que Rubén le pertenece o algo así, no se debió a ver puesto así—me quede pensando un poco—bueno por una parte creo que Rubén le debía de a ver dado una explicación, algo así de: ‘’Oye lo siento pero no me interesas, en realidad me gusta otra persona o ‘’Lo siento pero me di cuenta de que en realidad mi corazón le pertenece a otra persona’’ o ‘’Uhh lo siento pero ayer me bese con otra chica y me di cuenta de que no me interesas’’
Las dos abrieron los ojos como platos y la mandíbula se les cayó al suelo y entonces cubrí mi boca con las dos manos dándome cuenta de mi error.
‘’Eres una estúpida’’—me reprimí en mi interior.
Las dos se regresaron a mirar con una sonrisa.
—¿Qué paso después de que se fueron?—añadió Wendy cerrando la carpeta y mirándome fijamente.
—Nada solo hablamos—añadí mientras retiraba mi vista de ahí.
—¿Sobre qué hablaron?—pregunto
—Le reclame el porque me había sacado de la fiesta, que no tenía ningún derecho de hacer eso porque no era nada mío y le dije que me llevara a mi casa.
—Y no te llevo a tu casa ¿o sí?
—No. Me llevo a una especie de monte, no se era un campo, todo estaba obscuro y pues…hablamos.
—¿Y solo hablaron?—añadió Jessy con una sonrisa pícara.
—Si—añadí nerviosamente.
No sueltes la sopa, no te atrevas.
—Mayra Rivera ¿Acaso nos estas ocultando algo?—añadió Wendy cruzándose de brazos y enarcando una ceja.
—No—balbucee
—Entonces dime ¿Qué hicieron?—añadió mientras entrecerraba los ojos.
-—El…yo…— suspire resignada mientras los recuerdos volvían a mi mente y juro que casi podía sentir el sabor de sus labios de nuevo—nos besamos.

Luchando por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora