Capitulo 6

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CAPITULO 6

--Los odio—refunfuñe mientras tomaba la lata de refresco entre mis manos.
—Es que eres tan despistada.—comento Jayden mientras apoyaba las manos en la mesa.
—Pero siempre se ríen de mi—respondí haciendo puchero. —¡Por lo menos ténganme compasión!—chille
—El único que te tendría compasión seria tu Rubén—respondió Wendy sonriendo.
Durante las siguientes dos horas Wendy se la había pasado molestándome con Rubén, parecía niña de Secundaria.
—Eso es cierto—respondió Jayden—‘’Espero verte otro día preciosa’’—añadió imitando la voz de Rubén.
—Pues su ‘’preciosa’’ también quiere verlo de nuevo.—agrego Wendy con cara picara.
Parpadee varias veces y le gruñí molesta. Es que no se podían callar un momento. Bueno si lo quería ver pero ¿Acaso importaba?.
‘’Si te importa Mayra’’—respondió mi conciencia.
Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos
Nos encontrábamos en la cafetería de la universidad, al parecer estaba casi vacía ya que eran pocos los estudiantes que presentaban cursos ese día. Bueno al menos, el campus era lo suficientemente grande para volver a encontrármelo de nuevo.
—¡Mayra!—casi grito Jayden en mi cara.
—¿Qué?—inquirí molesta.
—Tu boxeador esta atrás tuyo.—respondió mirándome divertido.
¡Ay no por favor! No quiero volver a hacer el ridículo.
—Por favor dime que no me ha visto—respondí en un siseo mientras me encorvaba hacia adelante algo tensa.
Wendy se tapaba la boca supongo que para evitar lanzar una carcajada.
—No. Pero con esta loca que tenemos junto supongo que lo hará.—respondió mientras le sonreía a Wen.
—¿Qué es tan gracioso?—respondí con los ojos entrecerrados mirando a mi mejor amiga.
—Jamás te había visto así por algún chico. ¡Es gracioso ver tus reacciones!—respondió mientras soltaba una risita por lo bajo. —¡Te quedas embobada cuando lo ves!—respondió mientras se recargaba en el respaldo y lanzaba una carcajada silenciosa mientras su cabeza colgaba del respaldo de la silla.
—¡ Pareces enferma mental!—exclame.—Y para tu información ¡No me gusta!—respondí mientras me golpeaba la cabeza con la mano exasperada.
—Si, si a la próxima vez lo veré comiéndote los morros y diciéndote ¡Te amo!—agrego Jayden con romanticismo
—¡Vete al carajo!—respondí molesta cruzándome de brazos y recargándome contra el respaldo de la silla.
—Al fin los veo —respondió Jessy soltando una caja en medio de la mesa con demasiado ruido.
¡Ay dios mío acaso no podía entrar sin llamar la atención!
—¡Genial!—respondió Jayden enfurruñado. —¡Si piensas que te ayudare a rotular tarjetas de bienvenida para los de la facultad olvídalo!
—No en realidad es otra cosa—respondió mientras buscaba con la mirada a alguien.
—¿Buscas a alguien?—pregunte.
—¡Hay sí!—suspiro.
Cuando Jessy suspiraba era porque tenía novio así que ya podía imaginar lo que venía después.
—Por cierto para el fin de semana iremos a un bar—exclamo agitando los brazos.
Que buena idea, hace mucho que no salía a bailar.
—¡Me parece bien!—respondí dando una palmada.
—¡A mí también!—respondió alguien cerca de mi oído.
Me levante de un salto y me lleve las manos al pecho mientras todos reían. Mire al chico que se encontraba junto a mí y este me miro con cara de niño bueno. Le propine un golpe en el hombro.
—¡Me volveré diabética con tanto susto!—Añadí para luego caer de sentón en la silla
Los gemelos Dylan y Cole se instalaron con nosotros, para tener las últimas novedades de la semana y para ponernos de acuerdo en la salida del fin de semana.
Empezamos a contar chistes y a reírnos de cosas sin importancia, le arrebate una barra de chocolate a Cole y me la comí.
Wendy le susurro algo a Cole quien miro por encima de mi hombro, se empezó a reír y empezaron a cuchichear entre ellos.
Los ignore y me concentre en el trabajo de origami que estaba haciendo Jessy para su examen.
Aun así permanecía tensa, en ningún momento me había atrevido a voltear sabiendo que el grupito de Rubén se encontraba atrás mío. Mire mis manos que descansaban en puños sobre la mesa. Era ridículo, estaba nerviosa solo por un chico, sin embargo sentía su mirada taladrándome los omoplatos y quería voltear y observar sus ojos. Como si fuera un anuncio con letras relucientes que decía ‘’Mírame, Mírame ’’
Dirigí la vista a mis amigos, Jayden había ido por una botella de agua, Jessy estaba a mi lado ocupada con su tarea junto con Dylan que parecía interesado en lo que estaba haciendo. Wendy y Cole estaban tan concentrados en su plática que ni siquiera se daban cuenta de que seguía ahí.
Aparte un mechón de mi rostro y tamborilee la mesa con los dedos, quería ver sus ojos, quería verlo. Habían pasado dos horas, durante ese tiempo solo podía recordar una y otra vez la penetrante mirada que me había dedicado.
Esa mirada, sumándole lo hermosos que eran sus ojos, su imponente figura. Al mirarlo se me había cortado la respiración, solo podía sentirme de una forma…Especial.
Alce la cabeza de golpe y concentre mi mirada alrededor de la cafetería. Se escuchaban unos cuantos susurros ya que estaba casi desierta.
Y entonces mi curiosidad pudo más.
Mire sobre mi hombro, al extraño quinteto que se encontraba detrás de mí. Ellos también concentraron su mirada en mí. Barrí con la mirada a todos hasta llegar a él.
Se encontraba en el extremo derecho al final junto al chico de cabellos rubios, su cuerpo estaba encorvado hacia adelante y sus brazos yacían cruzados sobre la mesa, vestía un pantalón de mezclilla claro con botas y una camisa blanca. La chaqueta que le había devuelto se encontraba en el respaldo de la silla, tenía el pelo de un café obscuro que le llegaba justo por debajo de las clavículas, su postura estaba relajada. Su barbilla era dura, sus labios delgados estaban curvados en una sonrisa, en el pómulo derecho tenía un lunar, y tenía una nariz respingada.
Alzo la cabeza de repente y miro hacia donde me encontraba.
Me obligue a sostenerle la mirada, su rostro estaba implacable, la sonrisa había desaparecido y ahora miraba en mi dirección con expresión seria, parpadee unas cuantas veces, aunque estábamos a unos dos metros ninguno tuvo el ánimo de levantarse. Nos quedamos ahí contemplándonos el uno al otro.
Sus pestañas largas enmarcaban sus ojos, su iris era un color chocolate, sus pupilas estaban dilatadas. Sonrió con picardía mostrando un hoyuelo en su mejilla.
Retire la vista debido a que alguien me toco el hombro. Desvié la vista y la concentre en la morena que se encontraba a mi lado mirándome con diversión.
—Mayra ya vámonos.—respondió Jessy
Mire a mí alrededor.
La mesa se encontraba vacía, las únicas que estábamos ahí éramos Jessy y yo. ¿Cuánto tiempo me había quedado mirando a ese chico?. Suspire y me levante con pesadez, tome el bolso y salimos de la cafetería sin dedicarle ninguna mirada al boxeador.
Una vez afuera, los demás se encontraban en una de las pequeñas bancas que rodeaban el lugar. Al llegar a su altura me miraron con curiosidad.
—¿Qué hacías mirándolo May?—respondió Wendy con una sonrisa.
Mordí mi labio y retire la vista de mi mejor amiga, solo lo había mirado por curiosidad nada más. Quería observar solo por un momento sus ojos.
—Quería ver si ya se había ido—respondí rascando mi cabeza.
—¡Querías ver sus preciosos y lindos ojos!—añadió Jayden sonriendo.
Un pequeño rubor se apodero de mi rostro inmediatamente.
—¡Te gusta Mayra!—exclamo Jessy
—¡No es cierto!—me defendi.—Solo lo mire por curiosidad.—recalque.
—Si claro y aquí somos la ‘’Liga de la Justicia’’—respondió Jayden con sarcasmo
Me reí.
—Chicos por favor—respondí ya cansada—no me gusta.
—Y si en vez de pelear se van a apurar que no quiero llegar tarde al bar—sugirió Cole.
—Si chicas. Tienen mucho tiempo para hablar de chicos. Y tu Jayden deja de molestar a Mayra que pareces vieja chismosa.—agrego Dylan
El bufó.
Me apresure para llegar a la parada del autobús después de despedirme de todos y prometer que estaría en el bar seis para la siete de la tarde. Al llegar a casa, Matthew se encontraba con mis padres mirando televisión.
Camine hacia mi habitación para arreglarme, elegí un vestido crema, aplique en mi rostro un poco de rímel, rubor y gloss y deje mi pelo suelto cayendo en cascada por mi espalda. Salí de la habitación y me despedí de mis padres para luego decirles que llegaría temprano. Al llegar a la puerta de entrada y girar el pomo para salir, un bocinazo sonó. Camine hacia la acera, el sol estaba a punto de ocultarse en el horizonte, ubique un auto rojo. Cole asomo su cabeza por la ventanilla de copiloto.
—¡Vamos Mayra! Sube—grito.
Abrí la puerta de la parte de atrás y entre al auto., salude a los gemelos con un beso en la mejilla y fuimos directo a la casa de Jessy para recogerla. Los gemelos me comunicaron que Jayden y Wendy ya se encontraban en el lugar para apartar las mesas.
Después de recoger a Jessy recorríamos el trayecto hacia el bar ‘’Oprah 21’’, deje que la conversación entre los gemelos y la morena que se encontraban en el auto fluyera. Recargué mi cabeza contra la ventanilla del auto y observe las luces de la ciudad pasar a gran velocidad, concentrándome en las voces de mis acompañantes.
De pronto recordé los ojos de Rubén y sacudí la cabeza por inercia. Tenía que olvidarme de eso por ahora, no podía pensar en él y no tenía por qué andar pensando en él. Y en su provocativa mirada. Era un chico como cualquier otro.
Hoy tenía que estar con la mente en mis amigos y nada más.
—¡Mayra!—la voz de Jessy llego a mis oídos.
—¿Qué?—respondí aturdida.
Ella rio y movió la cabeza.
—¡Ya baja del auto! ¡Llegamos!—replico mientras me tomaba del brazo.
Me queje mientras prácticamente me arrastraba hacia el interior del lugar, llevándose mi brazo ‘’literalemnte’’.
Las luces azules, rojas y verdes inundaron mi campo de visión. La música me aturdió mientras llegábamos hacia donde se encontraban mis amigos, chicos y chicas bailaban en la pista, varios estaban en los sillones y mesas sentados charlando. Mire a mis amigos habían juntado dos mesas pequeñas una botella de vodka y dos de tequila estaban sobre una de las mesas, rápidamente Wendy y Jessy se fueron con los gemelos a bailar mientras yo me quedaba sentada junto a Jayden, sirvió dos vasos de vodka mientras comentaba a gritos lo bueno que estaba el ambiente y que teníamos que venir más seguido.
Tome un trago de vodka y mire todo el lugar sintiendo el ritmo de la música en mi cuerpo, mire hacia mi izquierda concentrándome en el puño de personas que se encontraban en las mesas de al lado, llamó mi atención una cabellera larga el chico volteo y mis ojos casi se salieron de mis orbitas. Bueno al parecer creo que ambos nos habíamos puesto de acuerdo para ir a pasar la noche al mismo lugar.

Luchando por tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora