From Another Reality // Suna Rintarou

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El primero de noviembre llegó, como un dulce beso en la frente, lleno de paz interior y mejorías en la vida de Sumi. Septiembre estuvo bien, si, pero no tan bien como se veía este mes que Nishimura amaba tanto, que deseaba comenzar con muchas ganas, con muchas vibras positivas y estabilidad mental.

El mes pasado, pasó prácticamente ocupada con terapias físicas y mentales, y sus clases de lenguaje de señas también mantuvieron su mente muy ocupada. Había aprendido mucho, demasiado y se sentía feliz de por fin poder comunicarse sin utilizar la pizarra. Rintarou también se había esforzado mucho para aprender el nuevo lenguaje que utilizaría, su ahora novia, durante toda la vida que se les deparaba a ambos como una pareja.

Se acercaba el último mes de recuperación de Sumi, mes que sería netamente dedicado a su salud mental y terapias de hipnosis para olvidar algunas cosas de su pasado que aún rasgaban su corteza cerebral, amenazando con aparecer en sus peores pesadillas y arrastrarla nuevamente al infierno en el que estuvo sometida durante esos años.

Su desaparición prolongada en la escuela fue encubierta por el director como un "accidente", y sus amigos se encargaron de confirmar aquellos hechos que en cierta parte eran falsos, pero sería un secreto que su disminuido circuló social sabría con lujo de detalles. También se dedicó a ayudar a Suna en sus proyectos en pareja, y hasta el momento a ambos les había ido bastante bien, aunque a Nishimura le dolía la cabeza cada vez que recordaba que de vuelta a clases normales, tendría que rendir un sin fin de exámenes individuales por su parte, aunque Osamu se había dedicado algunas tardes en explicarle las materias que han pasado los últimos meses en que ella ha estado encerrada en la clínica.

Aquella tarde, después de regresar de una sesión con su psiquiatra de cabecera, la muchacha se encontraba reposada en la cama, mirando como el cielo se ponía cada vez más anaranjado, indicando que él día se iba y traería detrás de él a la noche, aquel lapso de tiempo que Nishimura aún detesta con su alma, pero que ahora puede ignorar y descansar mucho más tranquila con los somníferos propiciados para ella, y que al fin surgen efecto en su sistema.

Rintarou estaba a un lado de la chica, acariciando su sedoso cabello negro con sus callosas manos, tejiendo aquella cortina oscura en una desordenada trenza. La muchacha se dejaba encariñar, dejaba que aquel exótico japonés proveniente de una isla la amara, la deseara, la aceptará tal como es. Sumi sonrió cuando sintió un cálido beso en su cuello, y lentamente volteó para enfrentarse cara a cara con aquel ser que tanto danzaba sobre su corazón.

— ¿Puedes cerrar la ventana un poco?— dijo la muchacha en lengua de señas
— Está empezando a hacer frío— Rintarou asintió, y antes de levantarse, le dio un suave beso a Sumi en su frente.

Nishimura vio cada acción del chico, y contemplo su persona aun más cuando aquellos tonos anaranjados se apoderaron de su facciones perfectamente masculinas, enmarcando aún más la belleza extraordinaria del joven. Rintarou también volteó en dirección a su hermosa novia, y le regaló una pequeña sonrisa que la muchacha se guardó en su mente como una fotografía instantánea que permanecería fresca en su memoria hasta los confines de su existencia.

Suna se acercó nuevamente donde Nishimura, y se posó enfrente de ella con una mirada bastante felina, bastante afilada, pero que la muchacha amaba con todo su ser. Tomo su pálida mano, y acaricio los rojizos nudillos de la muchacha con su dedo pulgar.

— Es tu último mes aquí...— comenzó a hablar el chico— ¿Crees estar lo suficientemente bien para ese entonces?— pregunto cautelosamente el chico, con una ligera preocupación en su mirada.

Sumi hizo una mueca algo extraña, y se solto lentamente del agarre de Suna para poder expresarse mejor con su lenguaje.

— Quizás no completamente bien...— artículo la chica con sus manos— Pero quizás si lo suficientemente consciente para no cometer otra estupidez— afirmo su dicho la chica con una sonrisita ladina.