XIV

17.1K 1.7K 136
                                    

Cinco semanas después Jimin estaba entrando en su tercer mes de embarazo. El vientre se le abulto por lo que ahora se le notaba y sus compañeros comenzaban a murmurar, de por sí ya era conocido antes. Era pleno verano, no iba a sufrir escondiendo a su cachorro con ropa oversize. Menos acepto la propuesta de su madre sobre sacarlo de la preparatoria, que obvio era por comodidad y no por el que dirán, obvio, obvio.

Total, la gente siempre terminaba hablando para bien o para mal, y si el chisme no paraba, menos su vida.

—¿Siguen sin querer hacer la marca? —pregunto Yoongi.

—¿No es peligroso? —agrego Taehyung.

Los tres amigos se encontraban en los baños. Taehyung se miraba al espejo perfeccionando su peinado ya perfecto, Yoongi se miraba las uñas recargándose en la puerta de un cubículo y Jimin dentro de ese cubículo. Los estudiantes entraban y salían ignorando la conversación, no tenían donde más hablar cuando Jimin se la pasaba pegado al baño.

—Estamos usando el método del aroma, es altamente efectivo un 90%, algo así —comento indiferente.

—¿Algo así? no suena seguro ¿y el otro 10%? —Taehyung detuvo su acción, preocupado.

—El parto se adelanta.

—¿Y lo dices tan despreocupado? —grito alarmado.

—Tranquilo —Jimin por fin salió del baño —el hospital al que Jungkook me lleva está preparados para el caso.

—¿No crees que confías de más? —ahora era Yoongi quien dudaba. El omega tomo una postura rígida cruzando los brazos —no por nada se recomienda la marca durante la gestación.

—No estoy listo para que me marquen. Es apresurado decir que quiero pasar el resto de mi vida con Jungkook. Ha pasado poco más de dos meses, pero sigoconociéndolo —explico.

—Tienes razón —dijo Yoongi desviando la mirada.

En eso la puerta del baño fue abierta dejando pasar a un grupo de alfas.

—Bebe —Hoseok se dirigió a Yoongi —te extrañe —lo rodeo por la cintura pegándolo a su cuerpo, besándolo con pasión.

Los chasquidos de los labios chocar asquearon a uno de los omegas. El beso se volvió más que un beso, el alfa manoseaba el trasero del omega sin pudor, lo que hizo que el omega levantara uno de sus pies unos centímetros y se apoyara con el otro para no caer, se aferró al cuello ajeno también.

—Consigan un hotel, puercos —chillo.

—¿Deberíamos? —pregunto el alfa, entusiasmado.

—¿Tú crees? —respondió de la misma manera.

—Basta tortolitos —el alfa más alto del grupo rio tontamente —¿Tae podemos ir a uno si tú quieres? —refiriéndose al hotel. Para entonces ya tenía un brazo al rededor del cuello del omega.

—En tus sueños Jin —aventó el brazo lejos —jamás te hare caso —murmuro saliendo del lugar a grandes zancadas.

Jimin rio divertido por la situación. Era probable que Jin se quedara con las ganas.

Poco a poco desalojaron el baño. Ya solo camino a la salida en busca de su carruaje. Jungkook lo recogía puntual a la salida y en la entrada era lo mismo. El alfa no era un hombre ocupado, entraba y salía de la empresa como quería.

Al otro lado de la acera el alfa lo esperaba con una posee digna de poster de película, donde el protagonista es un mafioso. Mantenía un brazo recargado en el techo del auto, una pierna cruzada sobre la otra y una mano en la cintura. Vestía pantalones negros, así como la camisa a juego, fajada y con dos botones desabrochados dejando ver el pecho; un par de tatuajes se asomaban, llevaba lentes y el cabello suelto dejando ver lo largo y sedoso que era. La imagen del alfa que vio la primera vez que recuerda.

4.—Que sea sexy.

Le planto un beso de piquito como solía hacerlo para molestarlo, conociendo al alfa un piquito no bastaba. Le encantaba que el alfa buscara sus labios para un beso más largo.

—¿Esta todo bien? —rompió el beso apasionado. La mano del alfa bajo a tocar el vientre abultado, era un acto inconsciente.

Jungkook miraba a sus alrededores notando los murmullos de la gente. No era la primera vez que los escuchaban cotillear sobre ellos, especulaban sobre su relación. El rumor más fuerte era que Jimin había logrado enganchar a su Sugar Daddy con un bebe.

—No me afectan. Estoy acostumbrado a la vida de fama —simulo aventarse el cabello inexistente hacia atrás.

—Te adoro hermoso —le apretó los cachetes. Jimin se quejó con un puchero adorable.

Era verdad que no le afectaban los comentarios, el sabia su propia historia de principio a fin y eso bastaba. 

Hola guys 🤗

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hola guys 🤗

Vota y comenta si te gustó 🌸

°  𝒮𝓌𝑒𝑒𝓉 𝒲♡𝓇𝓁𝒹   °  𝒦𝑜𝑜𝓀𝓂𝒾𝓃 °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora