Capítulo 24. 'Ya es hora de enfrentar la verdad'.
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*Narra Iris*
Pero negué con la cabeza, otra vez mi orgullo me podía, no iba a ser tan débil.
Salí de su habitación encontrándome a Mark y Noah discutiendo, era mi oportunidad para irme, comencé a caminar cuando escucho pasos apresurados y una fina mano agarrar mi brazo de forma suave pero firme, me giro, la veo y es entonces cuando me permito llorar entre sus brazos, ella me consuela y me anima con sus palabras que parecen tan ciertas como las de una madre y emprendemos camino a casa.
El camino de vuelta en el coche de Mark era silencioso, ninguna decíamos nada y en parte lo agradecía. Noah miraba fijamente la carretera, con una mano en el volante y con la otra agarrando con fuerza mi mano, me sentía bien, segura con ella, pero eso no quitaba el escozor en mis ojos y el sentimiento de haber sido engañada, mi corazón no quería creer lo que mi mente ya sabía, dentro de mi seguía habiendo una pizca de esperanza que pensaba que todo lo que estaba viviendo en este instante era producto de mi imaginación, que... todo volvería a la normalidad.
- Ya hemos llegado -susurró Noah dándome un pequeño apretón de apoyo en la mano, salimos a la vez del coche y me quedé un momento observando la casa que tenia ante mi, pero Noah no me dejó pensar ni hacer nada, ya que me interrumpió, ella me conocía y sabía los momentos claves en los que yo quería hacer algo pero ese momento no era el adecuado- Quiero que te relajes y duermas aun que sea un poco, mañana habrá tiempo de hacer cosas y será un largo y agotador día.
- Está bien, durmamos -subimos a mi cuarto y ambas nos tiramos en la cama, eso hizo que me sacase una sonrisa con la que me quedé dormida, pero sabía que no duraría mucho.
[...]
Desperté sola en la habitación, en esta ocasión solo me desperté una vez en la noche y conseguí volver a dormirme rápido, Noah y su gran capacidad. Me dí cuenta de que estaba estirada completamente, abarcando toda la cama.
El murmullo del agua caer me indicó que Noah estaba en la ducha. Con pereza salí de la cama y me miré en el espejo. Mi aspecto era denigrante, tenía el pelo más enredado que nunca y ya de mi pijama ni os cuento. Rápidamente me despojé de la ropa sustituyéndolas por un pijama nuevo, al tiempo que el ruido del agua cesó y segundos después una Noah envuelta en una toalla paseándose como si fuese su casa, y buscando ropa mía para ponerse, sonreí al recordar viejos tiempos y una vez vestida la saludé.
- Hola - ella me miró y se acercó para abrazarme con fuerza y susurrándome un 'Buenos días pivonazo'. Aquellas palabras solían sacarme una pequeña sonrisa que me animaban el día entero, pero hoy no iba a ser un día como los de siempre, hoy mi cabeza estaba más ida, estaba en su propio mundo intentando buscar alguna explicación lógica. Lentamente me separo de Noah y decido bajar a la cocina, allí están a los que llamó hermanos charlando alegremente con sus padres.
- Hola... -susurro.
- ¡Iris! -Beth se levanta y me abraza fuerte, al oído susurra para que nadie la oiga: ¿Al final ese mal nacido te hizo algo? Negué con la cabeza y pase uno de mis brazos al rededor de su cuerpo dándole un leve apretón.
- Todo está bien -susurré- Ma... Olivia, ¿podemos hablar? -me miro extrañada, pero aceptó- ¿Qué pasa cariño? -camino conmigo al salón.
- ¿Eres mi madre?
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Solo es Deseo.(editando)
Romantizm- Te llevare a descubrir un lado oscuro del que MUY pocos saben de su existencia... -