Del odio al amor [DAL - DxD]

Capítulo 7

Shido caminaba en dirección al departamento que compartía con Ellen, aunque realmente no quisiera hacer ya que ellos de cierta manera se seguían considerando enemigos. Shido podía ver a algunas personas que mayormente eran amas de casa que hacían las compras incluso había algunos niños que caminaban felizmente ignorantes del mundo que se oculta de todo lo que conocen.

Está vez, Shido no caminaba solo ya que por asares del destino iba en la misma dirección que aquella chica llamada Irina quien ahora caminaba felizmente al lado de Shido.

—Así que —Shido decidió comenzar una conversación y no seguir con aquel incomodo silencio—. ¿Xenovia-san y Asia-san tenían algo que hacer?

—Si, ellas tenían actividades del club al que pertenecen.

—¿A qué club pertenecen?

—Al club del ocultismo.

Shido alzó una ceja ante el nombre y sino se equivocaba dicho club debería tratarse de lo sobrenatural, después de todo, a lo que recuerda en la academia Raizen había uno parecido.

—¿Y tú no perteneces a algún club, Irina-san?

—Pertenezco al mismo club que ellas.

—Entonces —Shido la miró de reojo—. ¿No deberías asistir tu también a las actividades del club?

—Debería —Irina coloco su dedo índice en sus labios poniéndose pensativa—. Me tome un descanso por hoy, así que estoy bien.

—¿Te tomaste un descanso? —Shido sonrió de manera nerviosa al ver que Irina sonreía al decir aquello. De hecho, se podían saltar algunas actividades de los clubes, pero no creía que deberían ser tomadas a la ligera.

El silencio invadió nuevamente el ambiente de ambos, pero eso no parecía molestar a Irina quien seguía caminando sonriente. Shido, por otra parte, pensaba en la manera de acercarse pacíficamente a quienes lo habían atacado y quizá disculparse con ese chico rubio por haberlo convertido en un peluche usando a Haniel.

—Oye —Irina dirigió su mirada a Shido—. ¿Te gustaría ir a comer un poco de pastel? ¡Asia va a preparar algunos y quiere saber la opinión de más personas!

—¿No habías dicho que Asia-san estaba en sus actividades de su club? —Shido alzó una ceja confundido mientras Irina abría y cerraba la boca como si estuviera pensando de manera rápida en que decir.

—B-Bueno —Irina volvió a sonreír, pero Shido podía notar que estaba nerviosa debido a la forma en que se movía—. La actividad de hoy era hornear pasteles.

—Se supone que ese club del ocultismo debe tratar de cosas sobrenaturales, ¿No? —cuestionó Shido mirando a Irina quien parecía ponerse más nerviosa—. ¿Qué hacen horneando pasteles?

Irina se removió incomoda ante la mirada de Shido además de sus preguntas. Shido por otra parte soltó un suspiro ya que después de hace un tiempo había aprendido no hurgar los secretos de una dama, lo había aprendido viviendo con un grupo de espíritus que aprendían de la vida humana.

—Entonces sino es molestia, te acompañaré.

—¡Si, démonos prisa! —el humor de Irina volvió cuando Shido terminó aceptando acompañarla a la residencia Hyoudou.

----------

—Así que Irina traerá al enemigo aquí.