Capítulo 18

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—Me voy —Shido se despidió mientras abría la puerta de la entrada, sin embargo, él no esperaba una respuesta debido a que Ellen nunca la daba.

—Ten un buen día.

Shido se detuvo abruptamente al escuchar la voz suave de Ellen, eso realmente le sorprendió ya que Ellen se había mostrado reacia a dejar un poco su frialdad hacia él que no estuviera involucrada con la comida. Sin decir nada más, Shido salió del departamento intentando aparentar tranquilidad para después emprender su camino en dirección a la academia.

—Aquí vamos de nuevo —un profundo suspiro salió de sus labios mientras continuaba su camino, él había querido experimentar un poco tener una vida escolar normal, pero ahora tenía una hija con una chica que no tenía mucho tiempo de conocer.

Justamente cuando una imagen de la pequeña que era su hija apareció en su mente, la pequeña en la realidad se lanzó hacia él para abrazarlo, inconscientemente Shido extendió los brazos para atrapar al pequeño misil castaño.

—¡Papá!

Irina se acercó hacia ellos mostrando una sonrisa mientras era seguida por las demás chicas y chico, aunque Isari no se veía feliz, sin embargo, se controló de intentar algo contra el Shido y eso era debido a que ella e Irina habían tenido una "agradable" charla. Isari nunca pensó que su amiga de la infancia podría a llegar a ser tan aterradora así que sintió que era mejor mantenerse al margen.

—Ella quería verte así que la traje, pero mantuvimos distancia —informó Irina mostrando una mirada algo cariñosa hacia Shido.

Shido asintió con la cabeza y en silencio agradeció a Irina, realmente él no sabría como explicarle a Ellen si una niña pequeña apareciera repentinamente en la puerta del departamento llamándolo "papá", sería algo difícil de aclarar y más conociendo la actitud terca que había mostrado Ellen durante ese tiempo.

—No te preocupes, pero, ¿Es bueno llevarla a la escuela con nosotros? —lo que había dicho Shido era cierto y los demás lo sabían, llevar a Naomi junto a ellos mientras llamaba a Shido y a Irina como papá y mamá crearía rumores que posiblemente perjudiquen a ambos.

Rias mostró una sonrisa.

—Ya me hice cargo de eso, ella se quedará en el club junto a Koneko quién cuidará de ella mientras estamos ausentes —habló Rias tranquilamente—. Después si lo desean, la podemos inscribir en alguna primaria.

Irina y Shido aceptaron lo dicho por Rias, no sabían cuánto tiempo estaría Naomi con ellos y pensar que algún día podría irse como llego les hacía sentir un vació dentro de ellos, pero también sería buena idea en que Naomi comenzará a tener una infancia normal.

—Gracias por eso, ¿No habrá problemas con que Koneko falte a clases? —Shido preguntó mirando a la pequeña peliblanca quien degustaba de una galleta. Rias asintió para después responder.

—Hable con Sona antes y ella se encargará de cubrir su falta.

—Gracias de nuevo, Koneko-san —Shido agradeció a Koneko.

—No es necesario que me agradezcas, Shido-sempai.

Shido sonrió al escuchar a Koneko. Irina se acercó hacia su hija y la tomó entre sus brazos, algunos podrían considerar a una niña de su edad algo pesada, pero Irina no era una humana así que su fuerza supera con creces la de un humano así que levantar a su hija no era nada.

—Por cierto, Shido —Irina miró tranquilamente a Shido mientras acariciaba el cabello de su hija quien abrazó a su madre—. ¿Hay alguna manera de sellar sus poderes?

—¿A qué te refieres? —cuestionó Shido alzando una ceja confundido. Irina suspiró.

—Ayer cuando Naomi tomaba un baño a cierta persona se le ocurrió molestarla —mientras decía eso, su mirada se enfocó en Isari quien desvió la mirada—. Entonces Naomi comenzó a llorar y toda el agua del baño terminó congelada.

Ahora todas miraron a Isari quien se veía algo avergonzada y encontró el cielo muy interesante. Shido soltó un suspiro mientras trataba de pensar, al parecer la pequeña tenía los poderes de las espíritus y él había sellado dichos poderes de las espíritus con un beso, pero no podía hacer eso con su hija. Recordó la conversación que compartió con su yo en el mundo de los cuentos y fue entonces que se le ocurrió algo.

—Creo que podría tener una solución, pero debemos ir a un lugar privado —respondió Shido ganándose el asentimiento de todos a excepción de Isari quien ahora miraba con interés el suelo.


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Todos ahora se encontraban en el club del ocultismo esperando lo que Shido estaba por hacer para sellar los poderes de la pequeña.

—¿Qué planeas hacer? —Rias preguntó con interés, ella se preguntaba si Shido tenía alguna habilidad que le permitía sellar los poderes o habilidades de alguien. Shido cerró los ojos.

—Ya lo verán —respondió mientras extendía su mano derecha—. Haniel.

Una escoba hizo acto de aparición llamando la atención de todos ya que con eso había convertido a Isari (Issei) en mujer, ¿Acaso tratará de convertir a la niña en niño o qué planeaba hacer?

La escoba comenzó a brillar nuevamente y después de que el brillo desapareciera, una enorme llave se veía en la mano de Shido donde antes estaba la escoba.

—Confíen en mí —al decir esas palabras generó sospechas en todos a excepción de Irina y Naomi, ellas confiaban en Shido—. Michael-Segva.

Shido apuntó la punta de la llave en dirección de Naomi quien cerró los ojos mientras un brillo la envolvía. Rias y las demás se sorprendieron al escuchar el nombre del actual gobernante del cielo, era la primera vez que Shido lo mencionaba así que aún debía de estar ocultando más cosas, poco después, el brillo desapareció y Naomi abrió sus pequeños ojos mirando a su padre.

—¿Qué sucedió? —Irina preguntó mientras miraba por todos lados a su hija esperando notar algún cambio, pero nada.

—Como dije, selle sus poderes —la enorme llave en la mano derecha de Shido desapareció en un brillo—. No poseo el poder de Michael al 100%, pero puedo hacer eso sin ningún problema.

Naomi miraba con admiración al chico que era su padre y se lanzó nuevamente hacia él en un profundo abrazo. Irina sonrió ante esta escena antes de ser jalada por su hija para unirse al abrazo.

—¡Mamá! ¡Papá es genial!

Irina sonrió ante el entusiasmo de su hija y correspondió el abrazo de Shido y Naomi.

Rias, por otra parte, tenía un rostro lleno de seriedad pues ahora Shido comenzaba a mostrarles un poco más de su poder. Naomi había congelado toda la casa, aunque le habían dicho a Shido que solo había sido el baño para no preocuparlo, si la hija podía hacer eso sin problema, ¿Qué sería capaz de hacer el padre? Entre más pensaba en eso, más miedo llegaba a sentir.


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Del odio al amor [DAL - DxD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora