Del odio al amor [DAL - DxD]

Día de padres

Antes de empezar con el capítulo quiero decir que este no tiene nada que ver con la historia principal, es simplemente un ova lo que explicaría la aparición de ciertos personajes que no se mostraron en la historia.

Sin más que decir, comencemos.

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—Shido, ¿Estás listo?

—Shido, si no te apresuras se nos hará tarde.

Itsuka Shido en esos momentos estaba algo nervioso debido a una cosa, hoy era el día de padres se trataba de un día donde los padres podían asistir a la escuela de sus hijos y observar sus acciones durante un día entero. Ahora, Shido debía asistir a la escuela donde estudiaban lo que serían sus dos hijas Naomi y Rio.

El problema no eran sus hijas ni que pareciera bastante joven para tener hijos, había parejas jóvenes que tenían hijos. Lo que le preocupaba a Shido era otra cosa y eso que era que las niñas tenían diferentes madres, Naomi tenía a Irina mientras que Rio tenía a Rinne. Shido no sabía cómo iban a reaccionar los demás padres de familia, aunque posiblemente piensen que Shido es el padre biológico de una de las niñas mientras que era el padrastro de la otra.

—Estoy listo —habló Shido mientras reunía todo el valor posible para evitar cualquiera cosa que las niñas pudieran hacer o decir incluso las madres podrían decir algo fuera de lugar.

—Bien —Irina mostró una sonrisa. Rinne le sonrió a Shido cariñosamente—. Démonos prisa.

Shido extendió su mano derecha mientras un brillo comenzaba a hacerse presente. Irina lo detuvo.

—Ni lo pienses —se quejó mirando seriamente a Shido—. La última vez solo planeamos llevar a Naomi y Rio al parque de diversiones y terminamos en Alaska.

—Shido, sabemos que estás mejorando con Michael —Rinne ahora mostraba una sonrisa nerviosa—. Pero deseamos llegar a tiempo a la visita así que, ¿Por qué no conduces? Kotori nos dijo que obtuviste tu licencia.

—Entiendo —Shido soltó un suspiro, pero sonrió—. Vamos entonces.

—¡Sí!

Shido junto con Irina y Rinne salieron de la casa que ahora todos compartían, cuando decían todos también incluía a las demás espíritus que en esos momentos habían salido a distintos lugares ya sea de compras, de turismo, etc. Los tres llegaron ante un bonito auto de color negro que parecía reluciente, aquel auto había sido un regalo de Azazel como regalo de "bodas" de Shido e Irina.

Todos subieron al auto donde Rinne iba en el asiento de acompañante debido a que ella e Irina cuando viajaban juntas con Shido en auto se turnaban para ocupar el asiento a su lado, así que ahora era el turno de Rinne. Shido manejó con tranquilidad por las calles de la ciudad y los nervios comenzaron a incrementar conforme se fuera acercando a la escuela de sus hijas, él esperaba que todo fuera de maravilla.

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—Se ven felices Naomi, Rio.

—¿Es por la visita de nuestros padres?

Naomi y Rio estaban sonrientes mientras eran rodeadas por su pequeño grupo de amigas.

—¡Sí, estoy emocionada!

—¡También yo! —Rio y Naomi estaban completamente felices, ellas llevaban un tiempo esperando aquello. Ambas querían demostrar que tan geniales eran sus padres y realmente ellas querían preguntar a los otros niños altaneros que presumían que su familia era rica, ¿Tu padre puede crear mundos? ¿Tu madre es un ángel? ¿Tu madre puede manipular la realidad? Poco les faltó para hacerlo.

—Vaya, no creo que sus padres sean la gran cosa.

—Ya lo creo, ¿Quizá sean la burla?

Un grupo de niños se acercó a burlarse tanto de Naomi como de Rio mientras las amigas de estas daban un paso al frente para enfrentar al nuevo grupo y ayudar a sus amigas.

—Lárgate, Takeshi.

—Solo para que lo sepas, los padres de Naomi y Rio son más geniales que los tuyos —aquel comentario pareció enfurecer al niño que parecía el líder.

—¿En verdad crees eso? —se burló nuevamente—. Realmente no lo creo, ¿Cuantas propiedades tiene tu padre? ¿Cuántas personas tiene tu madre trabajando para ella?

Naomi y Rio sonrieron internamente, esos logros no eran nada comparados con los de sus padres y sobretodo de su padre quien era de los seres más poderosos de ese mundo. Antes de que ambas niñas pudieran responder, la maestra entró al aula mostrando una sonrisa.

—Buenos días a todos —recibió respuesta de todos mientras se dirigían a sus asientos—. Como ya sabrán, hoy es la visita de los padres y solo esperó que den lo mejor de sí e impresionen a sus padres.

Todos comenzaron a sonreír ampliamente mientras hacían un pequeño festejo, la maestra abrió la puerta mientras permitía que los padres de familia entrasen al aula. Naomi y Rio miraron a todos esperando ver a sus padres.

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—No pensé que hubiese tanto tráfico, apenas y alcanzamos a llegar —Shido soltó un suspiro mientras caminaba en dirección al aula de sus hijas.

—Realmente todos pensaron salir a la misma hora, ¿No? 

—Ya lo creo —habló Rinne—. Si tan solo Shido no hubiese estado de holgazán.

—¡Hey!

Tanto Irina como Rinne comenzaron a reír debido a la reacción de Shido quien solo pudo sonreír levemente, él realmente no podía contra ellas dos ahora sería imposible con todas las demás chicas reunidas. Los tres llegaron justamente cuando los últimos padres de familia ingresaban al aula, Shido se hizo a un lado permitiendo entrar a Rinne e Irina primero un gesto que hizo sonreír a las mujeres pues les resultó caballeroso. 

Naomi y Rio al verlos tuvieron un gran brillo en sus ojos. Irina, Rinne y Shido mostraron unas sonrisas mientras saludaban a sus hijas.

—Agradezco la presencia de los padres el día de hoy ya que consideró que ustedes tienen en sus manos el futuro de sus hijos —habló la maestra felizmente—. Sus hijos siguen su ejemplo y esperó de gran corazón que disfruten del día.

Los padres e hijos aplaudieron ante lo dicho por la maestra.

—Chicos, debajo de sus escritorios encontrarán un poco de plastilina —la maestra sonrió mirando a sus alumnos—. Pueden moldear lo que deseen, usen su creatividad.

Todos revisaron debajo de sus escritorios obteniendo una bola de plastilina de diferentes colores (cada chico) y comenzaron a hacer sus diseños. Naomi y Rio se veían muy concentradas en lo que hacían, ya pensando en lo que harían.

Shido, Irina y Rinne observaban tranquilamente a sus hijas que mostraban un rostro lleno de concentración y determinación, los tres esperaban ver las figuras que sus hijas harían.

—¿Eso es todo lo que harán? —comentó en voz baja una mujer que llevaba puesto un traje—. Nos perdimos el trabajo, ¿Por esto?

—Lo sé, es una estupidez —gruño un hombre frunciendo el ceño.

Los demás padres de familia escucharon, pero decidieron no decir nada debido a que ambos parecían personas muy importantes, sin embargo, Irina no se quedaría de brazos cruzados y encaró a ambos al igual que Rinne.

Shido soltó un suspiro, pero internamente sonrió ya que él tampoco iba a dejar que ellos hablaran mal de una actividad que permitiría a sus hijos tener creatividad.

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