—Kaichou, ¿Está todo bien?
La reina de Sona, Tsubaki, miraba como su ama se encontraba más estresada que de costumbre. Sona actualmente leía algunos documentos de manera rápida que muchos posiblemente no podría entender ni una sola palabra, pero eso no era nada a comparación de Sona Sitri además de que ella era un demonio.
—Solo estaba leyendo los archivos de Itsuka Shido —Sona respondió mientras ojeaba otro de los papeles.
—¿Logró encontrar algo fuera de lo normal?
—Nada fuera de lo normal.
Sona frunció el ceño volviendo a revisar todos los archivos por si había dejado información importante de lado. Tsubaki solo miraba a su rey mirar una y otra vez los documentos, ellas al igual que toda la nobleza Sitri sabían que ese chico Itsuka Shido era todo menos normal.
—¿Debo vigilarlo? —Tsubaki preguntó tranquilamente mientras se preparaba para hacer justamente eso. Sona soltó un suspiro cansado.
—No —rechazó sin siquiera pensarlo mucho. Tsubaki se sorprendió por ello—. Él nos conoce y sabe que no somos humanos así que mantendrá la guardia mientras estemos cerca. Rias será quien mantenga un ojo sobre él.
Tsubaki solo aceptó lo dicho por su rey quien continuaba con lo que estaba haciendo.
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La hora del almuerzo había llegado, pero Shido se encontraba cansado mentalmente y eso era debido a que sus ahora compañeros de clase decidieron iniciar un interrogatorio hacía él: "¿De dónde vienes?", "¿Quisieras ir al karaoke con nosotras?", "¿Prácticas algún deporte?". Esas eran las preguntas hechas tanto por el genero femenino como el masculino, Shido respondió a muchas de ellas y rechazó las invitaciones de salida.
Shido apenas y había logrado escapar de aquello, de hecho, se preguntaba si aquello era lo cliché que sucedía en mangas donde el chico o chica nueva eran interrogados por sus compañeros de clase hasta el punto de agobiarlos. Él se había sentido tentado de usar a Gabriel para ordenarles a todos que le dejaran el camino libre, pero logró contenerse y escapar.
Actualmente Shido caminaba sin nada más que hacer, podría soportar no comer nada hasta llegar a casa debido a que Ellen le había dado la noticia algo tarde y no tuvo el tiempo suficiente como para preparar el almuerzo además de que el dinero que él tenía era escaso y no quería tener que pedir prestado a Ellen.
—No tengo mucho tiempo aquí y ya me siento agotado —Shido soltó un profundo suspiro mientras encontraba una banca para sentarse y tratar de calmarse. En esos momentos extrañaba a sus amigos.
—Te ves cansado.
Una voz femenina llamó la atención de Shido quien al girarse para ver a la dueña de dicha voz, pudo ver a una linda chica de cabello castaño atado en dos coletas y ojos de una tonalidad purpura que lo miraba con curiosidad.
—Bueno, sí —Shido sonrió de manera amigable—. Digamos que fui victima de un profundo interrogatorio.
—Ya veo, te entiendo —la chica sonrió ampliamente mientras se inclinaba un poco para ver mejor a Shido haciendo que sus pechos se movieran un poco, pero Shido notó la cruz que colgaba de su cuello—. ¡Pero el señor le da las batallas más difíciles a sus mejores guerreros!
Shido vio como la chica juntaba sus manos como si estuviera orando, al parecer esa chica era bastante religiosa y eso no le molestaba en absoluto después de todo había conocido a una espíritu que básicamente vestía de monja que llevaba consigo lo más parecido a una biblia.
—Me alegra ser considerado un buen guerrero.
—¡Así es!
La chica demostraba un enorme entusiasmo, pero Shido seguía sonriendo pues aquella personalidad podría ser similar con la de Tohka cuando conocía algo nuevo o se emocionaba con algo. Shido sinceramente se hubiese alegrado si hubiera terminado en el mismo salón que ella ya que así posiblemente no extrañaría tanto a Tohka.
—Irina —una chica peliazul llegó junto a la castaña mientras otra rubia los seguía, aunque esta última parecía algo cansada—. Te dije que nos esperarás.
—No pude contenerme.
—Mira a la pobre Asia —la peliazul señalo a la rubia quien jadeaba un poco—. Está cansada después de correr para seguirte el paso.
—Lo siento, Asia.
—N-no te preocupes, Irina-san —la rubia sonrió agitando las manos rápidamente. Shido pensó que quizá la rubia se parezca un poco a Yoshino debido a la timidez que parecía mostrar—. Estoy bien.
Shido admiraba tranquilamente el intercambio de las tres chicas, después de haber trabajado con su hermanita Kotori en Ratatoskr había generado una pequeña desconfianza en aquellos que se acercaban a él sin ser amigos o parientes y realmente comenzaba a dudar que ellas tres hayan terminado en el mismo lugar que él por azarés del destino, pero decidió mantenerse en silencio.
—D-Disculpa —la rubia llamó la atención de Shido.
—Si, ¿Ocurre algo?
—Lamentamos haberte ignorado —se disculpó haciendo una reverencia mientras las otras dos miraban tranquilamente—. ¿P-Podríamos saber tu nombre?
—Itsuka Shido —normalmente quien pide el nombre de alguien mas debería presentarse primero, pero Shido lo dejaría pasar ya que no sería la primera vez que le ocurre.
—¡Cierto, no nos hemos presentado! —la castaña sonrió ampliamente mirando a Shido—. Mi nombre es Shido Irina y soy sierva del señor.
—Tu te apellidas como él se llama, entonces los dos son Shido —la peliazul asintió lo dicho por ella, pero era verdad lo que decía. La castaña abrió los ojos que parecían brillar—. Por cierto, mi nombre es Xenovia Quarta.
—E-El mío es Argento Asia, mucho gusto.
—El gusto es mío.
Shido sonrió a las tres chicas con tranquilidad comenzando así una conversación entre ellos cuatro.
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—¿Estás segura de esto, Rias?
—Sinceramente solo pensé en enviar a Irina, pero las demás la siguieron.
Rias y Akeno admiraban la escena protagonizada por Shido, Irina, Asia y Xenovia. Rias le había pedido que se acercará a Shido para poder entablar una conversación y posiblemente una amistad entre ellos, de esa manera, obtendrían más información de ese extraño chico.
Rias había enviado a Irina ya que ella era la más sociable además de que quería averiguar si Irina podía sentir algo de poder angelical en el chico, ahora solo quedaba esperar el informe de Irina y averiguar si tuvo éxito en la obtención de información.
—Debemos movernos con cuidado —comentó Rias sin despegar su mirada de Shido—. No sabemos de lo que él es capaz de hacer.
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Del odio al amor [DAL - DxD]
Fiksi PenggemarShidou nunca planeó esto, él solo había deseado salvar al reciente espíritu que había aparecido, pero parece que se quedó varado en un lugar desconocido para él y ni siquiera se imaginó que acabaría junto a una de sus peores enemigas. Disclaimer: DA...