Capítulo 16

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Kotori soltó un bufido mientras se recargaba en el respaldo de su asiento de capitán en el Fraxinus, ella comenzó a jugar con su chupa chups intentando pensar en algo o más bien en alguien. 

La tripulación del Fraxinus mantenía su distancia con ella debido a que había estado de muy mal humor durante este tiempo a excepción de Reine quien era la más cerca a Kotori, el humor de los espíritus también parecía varias ya que en algunos momentos estaban tristes, otras enojadas y después un poco alegres.

El sellado de los poderes de la espíritu denominado como Zodiaco o también de nombre Hoshimiya Mukuro se había pospuesto debido a la desaparición de un elemento muy importante para Ratatoskr, pero sobretodo de los espíritus incluso por extraño que parezca DEM también se había inmovilizado.

—Durante este tiempo no hemos podido encontrar a Shido —se quejó Kotori frunciendo el ceño mordiendo con fuerza su chupa chups. Kotori estaba realmente preocupada por su hermano mayor y amor platónico, ni siquiera Maria podía encontrar algún rastro de él es como... Si simplemente hubiese desaparecido de la misma existencia. El cuerpo de Kotori se estremeció el pensar en ello. 

—Debemos pedir ayuda, Kotori —Reine interrumpió los pensamientos de Kotori mientras la veía de manera estoica. Kotori la miró por unos momentos.

—¿Tienes a alguien en mente?

—Si Shin desapareció, creo que hay una sola persona que sería capaz de encontrarlo —Reine comenzó a presionar velozmente los botones de su computador y en la pantalla se mostró la imagen de una chica—. Hoshimiya Mukuro y su ángel Michael.


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—Dejenme ver si entendí —Rias soltó un suspiro mirando tanto a Irina como a Shido, aunque también estaba presente aquella niña que los había llamado mamá y papá quien estaba sentada cómodamente en el regazo de Irina negándose a dejarla a ella o a Shido—. Ella apareció después de que Irina besará a Shido, ¿No es así?

—Así es —asintió Shido tranquilamente, aunque seguía algo aturdido debido a que no hace mucho Irina se había confesado y lo había besado, ahora también al parecer tenía una hija.

Los demás miembros del club del ocultismo escuchaban atentamente los sucesos a excepción de Isari quien había sido sujetada y amarrada fuertemente por una cuerda además de que su boca estaba tapada con cinta para evitar que hablar, pero eso no evitaba que se revolviera violentamente tratando de liberarse mientras fulminaba con la mirada a Shido.

—Es difícil de creer que eso haya sucedido.

—A decir verdad, yo tampoco sabía que eso sucedería —Shido apoyó lo dicho por Rias. Las miradas de todos se centraron en las dos castañas que estaban al lado de Shido.

Irina extrañamente se había mantenido en silencio acariciando suavemente el cabello de la castaña menor quien comía felizmente unas galletas que Koneko amablemente le donó. La mayoría que estaba en la habitación debía estar de acuerdo en algo y es que Irina parecía desprender el aura que una madre haría.

—¿Qué piensan hacer? —Akeno preguntó tranquilamente sabiendo que ese no era el momento para bromas.

—Shido —la voz de Rias llamó la atención de Shido—. ¿Se lo dirás a esa chica que te acompaña?

—Me olvide de Ellen —Shido se estremeció al pensar en cierta rubia que lo esperaba—. Creo que por el momento lo mantendré en secreto de ella así que esperó que tampoco digan nada frente a ella.

—¿Ella es tu novia? —Irina levantó la mirada en dirección a Shido. Los demás guardaron silencio sabiendo que aquello era una pelea de una pareja.

—No es mi novia —Shido soltó un suspiro—. Solo que antes de venir a este mundo, no teníamos una muy buena relación ni siquiera nos llevábamos bien.

Irina asintió y nuevamente se enfocó en la niña, los demás no quisieron preguntar más y comenzaron a hacer sus cosas. Isari ya se había mantenido tranquila sabiendo que sería imposible desatarse y más cuando fue Koneko quien la ató.

—Por el momento, deberíamos de conseguir algunas cosas para ella —Rias miró a la niña por unos momentos con una sonrisa dibujada en su rostro. Irina asintió en silencio—. Nosotras podemos ayudar a Irina a cuidarla mientras Shido, tú busca la manera en decirle a Ellen acerca de su existencia.

Shido sudo nerviosamente al pensar en como podría reaccionar Ellen y temía que fuera a tomar represalias con su ahora hija e incluso con Irina.

—Yo me encargaré de ello. 

—Bien —Rias se levantó de su asiento siendo seguida por las chicas—. Vamos, chicas. Kiba, por favor, lleva a Isari de vuelta a la residencia y por favor no la desates.


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Ellen abrió la puerta del departamento que compartía con Shido y soltó un suspiro, desde hace un tiempo había comenzado a buscar alguna manera de regresar a su mundo, pero le era imposible poder hacerlo así que envió a Shido para saber que seres eran aliados y que seres eran enemigos. Ellen se había encontrado con lo que parecían ser demonios, ángeles de alas negras y otros tipos que se hacían llamar exorcistas así que los tuvo que matar cuando la atacaron.

Entrando a su habitación para poder darse una ducha y cambiarse de ropa, después de haberse bañado y cambiado decidió ir a la sala de estar para ver un rato la televisión en lo que llegaba Shido para cenar.

Ellen no tuvo que esperar mucho cuando la puerta de la entrada se abrió y dejó paso a Shido que mostraba signos de cansancio.

—No te ves nada bien, Shido.

Shido no respondió y entró a la sala de estar donde se sentó en uno de los sofá al lado de Ellen quien levantó una ceja confundida.

—¿Sucedió algo? —Ellen preguntó sin despegar su mirada de Shido.

—Estoy bien, solo que hoy me siento un poco cansado —Shido quería esconder a Ellen el hecho de que ahora tenía una hija con Irina—. En unos momentos, prepararé la cena.

—Está bien —Ellen asintió sin querer apresurar a Shido. Ambos comenzaron a ver una película que en ese momento comenzó a pasar en la televisión.

Shido comenzó a idear la manera de decirle a Ellen aquella noticia que posiblemente la vuelva loca.


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Del odio al amor [DAL - DxD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora