Del odio al amor [DAL - DxD]

Capítulo 12

—¡¿Por qué no funcionó?! —una castaña soltó un grito mientras caminaba de un lado a otro siendo observada por todos lo que se encontraban en el club del ocultismo. Shido la miraba y al contrario del uniforme masculino que llevaba antes (que además le quedaba grande) ahora vestía tranquilamente el uniforme femenino.

—Hmmm.

—¡¿Por qué sonríes?! —Isari encaró a Koneko quien mostraba una sonrisa radiante mientras degustaba de su selección de dulces.

—Me gusta más Isari-sempai que Issei-sempai.

Todos a excepción de Isari sonrieron de manera nerviosa. Rias soltó un suspiro enfocando su mirada en Shido.

—¿Esto debía de suceder?

—Como dije, esta es la primera vez que sucede esto.

—¡Será mejor que tomes la responsabilidad! —Isari ahora enfocó su mirada furiosa en Shido quien decidió sonreír un poco mientras trataba de tranquilizar a la chica.

—Ara~ara~ —Akeno sonrió—. Que atrevida, Isari-chan.

—¿Qué sucede, Akeno? —Rias preguntó a su amiga quien no dejaba de sonreír.

—Entonces, Isari-chan —la mencionaba veía con completa confusión a Akeno ya que no entendía de por qué sonreía si esa situación era realmente mala, ¡Muy mala!—. En pocas palabras, le estás exigiendo a Shido-kun que se case contigo.

Aquella declaración hizo que muchos se sorprendieran, pero tanto Shido como Isari quedaron en shock mientras que Akeno seguía riendo ante la reacción de todos.

—¡¿Qué estás diciendo, Akeno-san?! —Isari soltó un grito alarmado mientras su cuerpo se estremecía, el siquiera pensar en tener una relación con alguien más del sexo masculino aún si ella ahora pertenecía al género femenino, pero de mente seguía siendo un hombre hecho y derecho.

—Tomando en cuenta tu declaración —Asia decidió hablar nerviosamente—. Puede haberse entendido de esa manera, Isari-san.

Isari se dejó caer abruptamente en el sofá sin importarle ni un poco que era mujer y que en esos momentos llevaba una falda. Kiba y Shido con los rostros rojos desviaron la mirada mientras Asia se apresuraba a cuidar del pudor de su ahora amiga. 

—Debes de comportarte como una chica ahora, Isari. Así que evita hacer cosas como esas —Rias regaño a la ahora chica frunciendo el ceño. Isari soltó un bufido acomodándose mejor en el sofá.

—¿Cómo hicieron que ella asistiera a la academia? —Shido preguntó ignorando la mirada de muerte que le envió la castaña—. Digo, no es como si pudieran decir que Hyoudou Issei fue convertido en mujer, ¿Verdad?

—Solo la hicimos entrar como la prima de Issei.

—Entiendo.

Shido asintió con la cabeza ante la respuesta de Rias. Isari volvió a soltar otro bufido mientras al mismo tiempo Asia le entregaba unas galletas para tratar de hacer que se calmará.

—Si vuelves a convertirme en chico, ¿Funcionará está vez? —cuestionó mientras mordía una de las galletas. Shido pareció pensativo durante un momento.

—Si no funciono antes, dudo que funcione ahora.

—Entonces solo debes convertirme en chico todos los días hasta encontrar una solución —Isari apuntó su galleta a medio comer en dirección a Shido. 

—Lamento no poder hacer eso —Shido se negó ante la petición de Isari quien apretó los dientes mientras intentaba suprimir sus deseos de atacarlo—. Nuestros poderes reaccionaron así que seguir usandolo en ti no sería algo inteligente de hacer, desconocemos si volverías a ser un hombre o terminarías convertida en un peluche.

Isari se quedó en silencio por unos momentos recordando a Saji y los pocos minutos que lo vio convertido en un osito de felpa, el cuerpo femenino de Isari se estremeció y terminó por decidir que era mejor no jugar con su suerte.

Rias se quedó en silencio analizando la situación intentando idear alguna manera de que Isari volviera a la normalidad, aunque no estaba en contra de que se quedará de esa manera, pero si fue así muy posiblemente los ancianos del inframundo le consigan otro prometido y eso no le gustaba un lo más mínimo. Azazel se había ausentado durante ese tiempo tratando de encontrar más información acerca de los seres llamados Shido y Ellen que aparecieron de la nada además de que poseen un gran poder, ahora también buscaba un método para volver a Isari a la normalidad.

—Si eso es todo —Shido se levantó de donde estaba sentado—. Tengo que volver a clases.

—¿Por qué no nos tomamos el día libre? —propuso Rias a Shido quien solo negó con la cabeza.

—Lo siento, pero realmente no quiero que nuevo historial tenga faltas.

Shido se despidió haciendo una pequeña reverencia para después salir por la puerta. Irina se apresuró a seguirlo.

—Iré contigo, también quiero llegar a tiempo a clases.

Todos mostraron confusión ante eso ya que les sorprendía que Irina fuera con Shido pues mayormente pasaba su tiempo con Xenovia y Asia, pero no dijeron nada y solo miraron como ambos abandonaron la habitación.

—Isari-sempai, llegará tarde a clase —escucharon la voz tranquila de Koneko, pero se podía sentir algo de diversión en el tono que uso.

Isari frunció el ceño al escuchar a la pequeña quien tenía una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, al parecer ella si que lo estaba disfrutando.

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Irina y Shido caminaban en silencio, la primera debido a que no sabía cómo iniciar una conversación mientras que el segundo simplemente por que no tenía deseos de hablar con ella después de que lo guiará a una trampa, eso era traicionar la confianza que él había puesto en ella.

—¿Estás libre después de la escuela? —Irina se atrevió a preguntar mostrando vergüenza. Shido la miró con una ceja alzada—. Solo quiero disculparme por lo del otro día.

—En realidad, estaré ocupado —Shido se negó debido a que se esperaba que la chica lo llevará a una trampa de alguien más y en esos días, él no tenía deseos de caer en trampas. La paciencia de Shido era enorme, pero no era tan estúpido como para caer dos veces en el mismo truco.

—Entiendo —Irina habló con voz baja mientras agachaba la cabeza—. Entonces será otro día.

Shido se mantuvo en silencio durante un rato mientras entraban al edificio escolar, ver a Irina de esa manera hizo que se removiera su corazón debido a que en cierta manera le recordaba a Tohka.

—¿Qué te parece el domingo? No tengo nada que hacer así que sería bueno si pudieras mostrarme la ciudad.

La actitud de Irina se elevó al escuchar eso.

—¡Esta bien, déjamelo a mí!

Irina se apresuró a su salón dejando a Shido con las palabras en la boca, él quería decirle que no planeará ninguna otra trampa, pero le fue imposible al ver como Irina dobló en una esquina desapareciendo de su visión. Shido soltó un suspiro y dejó eso para después mientras caminaba a su salón de clases.

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