Capítulo 17

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Irina, Rias y las demás ingresaban a la residencia Hyoudou mientras cargaban algunas bolsas las cuales contenían alimentos además de algunas cosas que desde ahora iban a pertenecer a la pequeña niña que las acompañaba. Ellas pudieron enviar las bolsas a través de un círculo mágico, pero querían comportarse como chicas normales así que cargaron con ellas.

La pequeña niña que había sido nombrada como, Itsuka Naomi (decidieron que tuviera el apellido de Shido) las seguía de cerca, aunque más bien estaba pegada a Irina quien, de alguna manera, desprendía un aura protectora a su alrededor como una madre haría con su hijo o hija.

—Estoy agotada —Rias soltó un suspiro cansado.

—Fue divertido —agregó Asia siendo secundada por todas las chicas, ellas también habían aprovechado para comprarse algunas cosas que les faltaban y otras por deseo.

—¿Qué? —todas se detuvieron abruptamente mientras veían la sala de estar ya que esta parecía que fue un campo de batalla.

Los sillones y cojines estaban rasgados mientras el relleno estaba por todos lados además de una mesita que tenían ahí fue lanzada al otro lado de la habitación, en las paredes e incluso el piso estaban llenos de grietas y al parecer la destrucción seguía hasta donde estaban ubicadas las habitaciones.

—¿Qué sucedió aquí? —Akeno preguntó mirando la destrucción completamente sorprendida. Rias frunció el ceño.

—Solo hay una manera de averiguarlo —respondió mientras dejaba las bolsas que cargaba en una mesa que por arte de magia había sobrevivido a la masacre.

Las chicas comenzaron a caminar hacía las habitaciones y efectivamente, la destrucción seguía hasta una de las habitaciones. Irina decidió cargar con su hija para protegerla de cualquier peligro que pudiera haber mientras que algunas como Xenovia, Akeno, Rossweisse y Asia la rodeaban también para proteger a la pequeña.

—Aquí es —la voz de Rias hizo que todas se preparaban para pelear en caso de necesitarlo, los destrozos parecían continuar dentro de una habitación en particular y se trataba de la habitación de Isari.

Rias abrió lentamente la puerta la cual soltó un chillido al ser abierta ya que también se veía algo destruída, todas pudieron ver como la habitación era un completo desastre.

—Que bueno que regresaron, chicas —pudieron ver a un Kiba que tenía la ropa hecha trizas además de algunos rasguños y heridas en su rostro.

—Kiba —el alivió pudo notarse en la voz de Rias al ver a su caballero—. ¿Qué rayos sucedió aquí?

—Bueno —la mirada de Kiba se desvió en dirección a un bulto que estaba cubierto por una manta, pero podían ver que subía y bajaba, es decir, algo estaba respirando debajo de dicha manta y nadie más que Kiba sabía de qué o quién se trataba—. Digamos que no le pareció venir aquí y perdió el control.

Akeno se acercó con tranquilidad, tomó la manta y la hizo a un lado para poder ver que había debajo. Isari levantó la mirada e intentó soltarse de la cuerda que la tenía atada, debido a las heridas en las manos y piernas podían deducir que luchó con las cuerdas que la ataban anteriormente pudiendo liberarse y causar un desastre tanto en la sala de estar, en el pasillo y en la habitación.

—Pude volver a atarla, pero temía que se volviera a desatar así que estaba preparado por si lo lograba —Kiba señalo más cuerdas que tenía a su lado.

—¿Isari-san fue quien hizo todo esto? —Asia se veía sorprendida mirando a su alrededor admirando el desastre.

—Logró liberarse cuando llegamos y estaba a punto de salir, pero logre detenerla —Kiba soltó un suspiro sentándose de nuevo en una de las pocas sillas en pie. Asia rápidamente se acercó a él para comenzar a curar sus heridas.

—Perdona, Kiba —Rias se disculpó profundamente con Kiba—. No creí que esto fuera a suceder.

—No creí que Isari fueran tan salvaje.

—Nadie lo creía.

Isari al escuchar esos comentarios comenzó a moverse con más violencia para tratar de liberarse, pero parecía que Kiba la había amarrado con más fuerza que antes. Irina soltó un suspiro viendo esto mientras su hija miraba con curiosidad a Isari quien al sentir la mirada de la pequeña frunció el ceño y la miró fijamente.

Naomi se asustó por la mirada y se aferró aún más a su madre escondiendo su rostro en su cuello. Irina al ver esto miró fijamente a Isari quien se estremeció al ver la mirada extraña que mostraba Irina.

—L-La mirada de Irina-san da miedo —Asia también se asustó al ver la mirada de la ángel.

—Nunca había visto esa mirada en Irina —Xenovia se veía realmente sorprendida por ello al igual que todas las chicas e incluso Kiba quien ya había sido curado.

—~Ara~Ara~ —Akeno soltó una pequeña risa mirando a Irina—. Son los instintos de una madre, me preguntó si Shido-kun también desarrollará los instintos de un padre.

—¿Mamá, papá vendrá a vernos? —Naomi miró a los ojos a Irina quien ahora parecía más tranquilo.

—No te preocupes —Irina mostró una sonrisa que era diferente a las que había mostrado anteriormente, ahora desprendía cierta madurez—. Él tiene que arreglar algunos asuntos antes, vendrá a vernos mañana.

—Esta bien —Naomi asintió con la cabeza descansando su cabeza en el hombro de su madre.

—Realmente se ven como madre e hija —Rossweisse habló mirando sorprendida la escena que se desarrolló frente a ella.

—Irina-san se ve más madura que antes —opinó Asia también sorprendida por ver a Irina en ese estado. Xenovia cambió su sorpresa por un semblante serio.

—Ahora que lo pienso, Irina —todas guardaron silencio al ver la seriedad que demostraba Xenovia—. ¿Cómo les dirás a tus padres acerca de Naomi? ¿Cómo piensas decirles que tienes una hija siendo un ángel?

Irina guardó silencio, por una parte estaba sorprendida por las preguntas de Xenovia, pero debía admitir que ella tenía razón, ¿Cómo se los diría a sus padres? Los nervios comenzaron a invadirla.

—Bueno, Irina no tendrá que enfrentar todos los problemas por su cuenta —Rias habló notando los nervios de Irina y trató de calmarla un poco—. Shido como el padre también debe estar al lado de Irina cuando lo haga.

—¿Mamá? 

—No pasa nada, tranquila —Naomi pareció notar la intranquilidad de Irina, pero está trató de tranquilizarla.

—No te preocupes, Irina —Xenovia mostró una sonrisa—. Estaremos contigo.

Las demás chicas y el único chico asintieron con la cabeza aceptando las palabras dichas por Xenovia a excepción de Isari quien soltó un bufido, ella quería venganza.


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Del odio al amor [DAL - DxD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora