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"Sabes que es amor cuando todo lo que deseas es estar a todas horas con la otra persona y de alguna manera sabes que la otra persona siente lo mismo que tú

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"Sabes que es amor cuando todo lo que deseas es estar a todas horas con la otra persona y de alguna manera sabes que la otra persona siente lo mismo que tú.

—Nicholas Sparks.

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El hecho de no tener a Jughead conmigo en el instituto dió a hablar bastante los primeros dos días, en especial al estúpido de Andrews que no decía nada coherente de su boca. 

Estaba sentada en la sala de descanso con un libro, sola pero disfrutando de eso. Pude ver al equipo de futbol americano entrar y de reojo sentí la ausencia de Jughead. Recién había pasado una semana pero su falta en los pasillos era notoria o por lo menos para mi que era mi refugio.

—Elizabeth solitaria Cooper—la voz irritante de Archie tocaba el último nervio de mi neurona.

Me giré de mala gana, poniendo mi brazo sobre el sofá. Estaban todos en ronda, mirándome con diversión.—Cuéntame Archie, ahora que mi novio se fue del equipo y quedó su puesto de capitán libre; ¿Cómo se siente que siendo resto, aún así no te haya tocado?—los del equipo miraron a Archie, intentando no burlarse de él.

—uhh—murmuró uno.

—Ahórrate las palabras, me enteré que cuando empiecen los campeonatos su nuevo equipo será el primero en jugar contra ustedes. Además, Jughead es uno de los dos capitanes en el otro equipo. Y de verdad, espero que te rompa una pierna... y no creo que él tenga problema con eso. Tal vez no deberías precentarte. Sería muy triste que tu rostro sufra un problema en la nariz— me encogí de hombros—pero quien sabe, el fútbol es muy violento—. Rodee mis ojos para volver a mi libro.

—La falta de sexo te tiene mal, Cooper. ¿Por qué no vienes esta noche a la fiesta y buscas con quien desquitarte?

—Jughead se cambió de escuela no estado, sigue dándome lo que necesito.—Le saqué el dedo del medio hacia atrás sin mirarlo.  Cuando pensé que podía retomar mi lectura, un nudo me llegó a la gargante y se me subió la comida. Tomé mi mochila y corrí hacia el baño para desplomarme en el retreter. 

Suspiré llevándome la mano al estómago, algo asqueada. Tomé mi botella de agua, hice buche y volví a escupir en el retrete.—¿estás bien?—la voz me asustó y me giré para ver a Veronica Lodge parada mientras esperaba mi respuesta, parecía incluso preocupada.

—Oh si, no te procupes.

—¿Quieres alguna pastilla? Tengo varías.

—Oh no, solo—dejé de hablar—estoy bien, enserio.

—Te noto algo triste desde que tu novio se fue... ¿segura que estás bien?

Reí mirándola para levantarme—De verdad estoy bien, gracias. Estoy muy orgullosa de él y solo me hace falta en los pasillos pero lo sigo viendo casi todos los días. La gente exagera por lo que ve—me puse frente al espejo para lavarme la cara sin importar que el poco maquillaje que tenía iba a desaparecer. Me daba igual, las hormonas del embarazo me estaban dejando divina la piel.

Video Games // BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora