"It was a foolish unconscious act between two young people in love, but it didn't matter"
❛Es mejor de lo que nunca supe, dicen que el mundo se construyó para dos, que solo merece la pena vivir si alguien te quiere, nene, ahora tú lo haces.❜
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"Si quieren que el amor perduren, vuelen juntos pero jamás amarrados" -La leyenda del amor eterno
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Ese día recuerdo como él me quitó un sticker de corazón que estaba adherido a mi espalda mientras estabamos juntos.— Estaba en tu espalda— se rió.
Yo lo tomé con una mueca para pegarlo en su consola— Y ahora en tu consola.— Y ahí se quedó... hasta el último momento.
— Creo que no queda tan mal.
— No lo hace— aseguré con una sonrisa.
— Ven— me dijo palmeando su lado en el suelo y me moví para ver como él entraba a un juego y me tendía un control.
— Creí que ya había quedado claro que no servía para esto— . Tomé el control y él tomó mis manos para ayudarme mientras comenzaba la partida.Pasaron los minutos y soltó una risa mientras soltaba mis manos, dejándome sola con el control.— ¡No que no se jugar!— grité nerviosa.
— Ya, eres naturalmente malísima para esto.
— ¡¿Qué hago?!— grité viendo como me mataban, y cuando la pantalla se pausó porque había perdido me giré a mirarlo a él apoyado en el sofá pero sentado en el piso, sin su gorro. Se había sacado ese gorro y... su cabello estaba ahí. Lo quedé observando y él lo notó pero no se mostró molesto o incómodo ante eso.—Yo solamente te voy a ver jugar si no te molesta, claro.
—¿Por qué me molestaría?
Cabe destacar que el hecho de que dos adolescentes estén solos en un espacio, sin tener la confianza de amigos, hacía el ambiente extraño. Y tal vez es ahí donde le dimos; no eramos amigos pero éramos lo único que teníamos. Y no era algo que estuviéramos completamente orgullosos, pero nos hicimos una base tan sólida que era capaz de soportar cualquier viento.
—No lo sé... tal vez no te gustaba la compañía.
—No me gusta, pero la tuya es diferente.
Le sonreí para tenderle el control y sentarme a su lado mientras él comenzaba a jugar y yo lo veía. Siquiera miraba la pantalla, solamente lo miraba a él hasta que recordé que tenía mi libro actual en mi mochila así que comencé a leerlo a su lado. Tampoco tengo en claro cuando él murmuró mi nombre y puso sus labios sobre los míos para murmurar un "lo siento".
—No...está bien—tartamudé.
— ¿No está bien o "no, está bien"?— preguntó algo sonrojado y nervioso.
— Eh— hable entrecortada pero se inclinó hacia los labios de este.
Luego de unos segundos nos separamos— Necesitas poner una coma al hablar. — se burló.
