15/octubre/2025
David y Abel llegaron caminando a la fiesta, en esa parte de la ciudad de por si era difícil encontrar estacionamiento, ahora que era la fiesta de Valentín, menos lugares había, incluso los lugares de la florería estaban llenos, lo único que podían hacer era estacionarse un poco lejos y caminar unas cuadras, igual no les molestaba caminar, apenas se estaban acercando a la entrada, pero la música ya se podía escuchar, era un buen ritmo, el ambiente estaba asegurado, en cuanto entraron Abel se fue directo a la mesa de comida. La fiesta de Valentín era incluso más grande que la de David, pues también había visitas de familia que vivían en otros lugares, podías ver a los nahuales más pequeños correr, incluso algunos volaban por todo el lugar, el hechizo para camuflar el entorno estaba funcionando a la perfección, desde afuera solo se veía una fiesta como cualquier otra. Los chicos no tardaron en encontrarse, David, quien traía puesto la polera que le había regalado Valentín, traía consigo un regalo en una caja muy grande, envuelto en papel con calcomanías de búho, como no había encontrado papel decorativo con ese diseño, decidió hacer las calcomanías y pegárselas, con solo ver el papel Valentín ya se había emocionado mucho, era seguro que le emocionará incluso más el interior, así comenzó la fiesta, esta se dividió entre comer, en presentar a David al resto de la familia, en algunos juegos y en comer más, incluso hubo piñatas para niños y adultos, hablando de piñatas, una de ellas se desprendió y el niño rata se la robó, fue una persecución impresionante, pero la rata se salió con la suya, esa cantidad de dulces le va a durar semanas. En la tarde noche los más jóvenes se encontraban bailando, era claro que este festejo se extendería hasta la madrugada y apenas estaba comenzando a tomar fuerza.
—Voy a la pista de baile, ¿vienes? —David no había tenido oportunidad de bailar en su fiesta porque fue más que nada una comida y luego de que pasó lo de la flor, no lo dejaron pararse en un buen rato, solo para asegurarse de que no tenía efectos secundarios o mareos. Ahora no había nada ni nadie que le detuviera de bailar.
—Yo no sé bailar...
—¡Matanga dijo la changa! —Abel en cuanto escuchó eso agarró a David del brazo y se lo llevó a la pista de baile, el chico solo pudo soltar un pequeño grito antes de ser arrastrado, la única razón por la cual no se llevaron a David cargando es que este estaba en forma y ya no era un palito con cara, las demás personas que iban a bailar bloquearon el paso, ya no había marcha atrás, los chicos se voltearon a ver antes de que las personas taparan también la vista. Todo pasó tan rápido que no tenían claro como reaccionar. En cuanto se perdieron por completo de vista, Valentín se transformó en búho y se subió a un árbol para ver mejor, había muchas personas bailando, pero Valentín solo buscaba mirar a David, nunca lo había visto bailar y le daba curiosidad, no sabía que era tan buen bailarín, su mirada se perdía en cada movimiento del chico.
—Valentín no esta, Valentín se fue, y ya no va a volver porque se enculó el baboso. —Le canturreó Nex en su forma de zorro de fuego, era más cómodo subir árboles así.
—Cállate. —Valentín estaba apenado.
—¿Por qué no vas y bailas con tu chico? Y limpia un poco tu cara, se te esta cayendo la baba.
—No soy bueno bailando... ¡Y-y no es mi chico! —Sentía su rostro enrojecer, pero no se notaba a plena vista por las plumas.
—Si tanto se aman entre sí, ¿por qué no son novios?
—Me siento cómodo con el ritmo que llevamos, nos prometimos conocernos bien antes de ser pareja.
—A este ritmo nunca se harán novios, las personas cambian wey, nunca se terminarán de conocer, siempre habrá algo que no conozcan del otro y no por ser culeros con el otro, así somos todos, pero si ninguno da el primer paso, siempre van a estar así... Le traes ganas, no te hagas y seguramente David te tiene ganas también.
—¿Y qué quieres que haga?
—Primero, ve a bailar con él y luego te confiesas.
—Ya te dije que soy malo bailando.
—¿Y? No le va a importar —Ya en el suelo y en forma humana Valentín estaba quieto, sus pies no querían responder, pero Nex no tiene tanta paciencia. —¡Vamos ve de una vez!
Su amiga lo empujó, Valentín entró a la pista empujando a un par de personas, su camino de regreso estaba bloqueado, ya no había marcha atrás. Valentín comenzó a acercarse lentamente a David haciéndose paso entre las personas, cuando este volteó y lo miró no pudo evitar sonreír, un poco más y a Valentín se le salen las alas de la impresión, era una sonrisa tan dulce y las luces de colores que había sobre él lo hacían ver incluso mejor, pareciera que el mundo se hacía más lento cuando estaban juntos, en cuanto Abel se dio cuenta, los dejó solos, la telenovela es mejor verla desde lejos.
—Creí que no querías bailar.
—Me empujaron. —Respondió resignado.
—Bueno, ya estas aquí, bailemos juntos.
—Te advierto que apesto bailando.
—Esta bien, te enseño. —Se pasaron un buen rato bailando, David le iba enseñando los pasos básicos en cada canción, aunque al principio el búho parecía una tabla, al final le agarró un poco el ritmo, después de un rato comenzaron las canciones lentas, era el momento de bailar en pareja, David siguió enseñándole cómo bailar, aunque se llevó un par de pisadas en el camino, lo disfrutó bastante.
—Bailas increíble.
—Sé bailar desde hace mucho, es algo que me gusta hacer.
—Eres tan genial que lograste hacer bailar a una tabla como yo.
—No lo hiciste mal, no eres tan tabla.
—Si soy tabla, hasta te pisé. —Los chicos reían.
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Sé mi cielo
RomanceEsta historia se desarrolla en un mundo un poco especial, acompaña a David y a Valentín en un romance mágico.