𝑪𝑶𝑵𝑭𝑰𝑫𝑬𝑵𝑻 || 𝒀𝒆𝑱𝒖

ʟʟᴇɢᴀᴅᴀ

Era un día hermoso... Menos para Choi Yuna, para ella era un día ruidoso, molesto, lleno de personas colmando su poca paciencia cada diez minutos, en especial su asistente de turno, la calificada señorita Dahyun.

La señorita Kim, reconocida por su excelente labor en anteriores despachos, eso ante los ojos de casi todo el personal, menos para ella, pues no era estúpida para no saber que sus "reuniones" con su colega Sana no eran precisamente reuniones de trabajo, aunque claro, los chismes de oficina no le iban.

— Señorita Choi, la abogada Hwang pide que por favor le firme estos papeles— Entró Kim de la nada.

— ¿Cuántas veces te he dicho que toques antes de entrar?— Respondió sin dejar de leer los papeles sobre el escritorio.

— Lo siento— Se limitó a decir.

— Que sea la última vez— Alzó la mirada dejando el bolígrafo de lado— Dame esos papeles, deben de ser de la demanda contra Yoo.

— ¿Es un caso complicado?.

— No es de tu incumbencia— Dijo cerrando la carpeta, entregándosela— Cancela todas las citas que tengo hoy. Me voy temprano— Se levantó tomando su saco y portafolio, saliendo de su oficina.

Iba a paso rápido por el pasillo hacia el elevador cuando se topo con Eunbi, o como le gustaba llamarla, SinB.

— Yuna, ¿Kim te dió los papeles?— Preguntó dándole un sorbo a su vaso de café.

— Ya los tienes firmados, SinB. ¿Hoy es la audiencia?.

— Mañana por la mañana, quiero tener todo en orden— Movió unas carpetas extras dónde llevaba más información— ¿La señorita Kim llego temprano o otra vez tuvo ""problemas"?.

— Llegó temprano, pero Sana no ha llegado— Mencionó rodando los ojos.

— Ahora entiendo por qué Kim está tan servicial— Dijo divertida al ver a la mencionada sentada, concentrada en el monitor de su computador.— Sigo sin entender como Sana está tan tranquila después de su divorcio.

— Vamos SinB, fue un divorcio, no el fin del mundo.

— Yo no soportaría estar lejos de Eunha, y mucho menos de mi hija.

— Esa es la diferencia, Sana si puede y no tiene hijos, no pierde nada estando "tan tranquila". Además, seamos sinceras, no nos van los chismes de oficina.

— Tienes razón— Concordó. Su atención se centro en que su socia llevaba consigo su portafolio— ¿Te vas? Apenas es la 2:30 p.m.

— Tengo jaqueca, no aguanto más aquí, estás a cargo.

— ¡Hey! Eso no es justo.

— Si, si lo es, es una orden y como soy tu jefa quedas a cargo— Le dió unas palmaditas en el hombro— Suerte con tu día, me saludas a Eunbi y a mi sobrina.— Sin más se fue, estando en el elevador vió como su amiga entraba a su oficina seguida por Kim, vaya estrés que le esperaba.

Llegó al estacionamiento, desactivando la alarma de su para nada barato Mercedes Benz color negro, no por nada había trabajado tanto para tener el mejor despacho de la ciudad.

Podría haber matado el tiempo dando vueltas por la ciudad para parar en algún lugar para comer o algo de entretenimiento, pero estar en medio del tráfico no le hacía mucha ilusión.