ᴊᴜᴇɢᴏ sᴜᴄɪᴏ ʏ ғɪᴇsᴛᴀ

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Giró el picaporte y abrió la puerta sin previo aviso, no sabía de donde había encontrado el valor después de haber escuchado aquello y que miles de escenarios se cruzaron por su cabeza.

Todavía le costaba mucho creer todo lo que su mente era capaz de interpretar solo para que ella se hiciera miserable con el simple hecho de existir.

A lo contrario de las muchas opciones que hablan pasado por su cabeza, no había sido lo que se imagino.

Yuna estaba delante de Rosé tratando de acomodar la parte de arriba del vestido, pues según Rosé le había quedado muy abajo y no resaltaba su torso.

Yerin sintió como volvía a respirar, y saber que Yuna tenía ese poder de sobre ella ya no le estaba gustando, porque así como ella no tenía ningún derecho de sentirse así, ella tampoco tenía derecho de ocasionar todo aquello.

El único problema es que las dos sensaciones eran causadas y solo eran culpa de ella.

Era su culpa por sentir por ambas.

— Déjame ayudarte.— Se aproximó hacia ellas, haciendo que Yuna se hiciera a un lado.— Si lo sigues jalando de esa manera lo terminarás rompiendo. Listo.

— ¿Cómo se me ve?— Yerin bajo la mirada y se alejo un poco para que la pareja tuviera privacidad.

— Se te ve bien, me gusta como te queda.

— ¿Eso es todo?.— Como si la hubieran ofendido en veinte idiomas, dejo de verse en el espejo para observar a la abogada.— ¿Tu qué opinas Yerin?

Su llamado la había tomado por sopresa, no era común que sus compradores le preguntarán sobre cómo les quedaban sus propios diseños y ella se abstenía de decirlos.

Ante la falta de respuesta, Rosé la miro más de lo que Yerin hubiera querido. La cantante había leído un poco de la forma de trabajar de Every y sabía que nunca daban opiniones de sus propios trabajos.

— Independientemente de que sea tu diseño, honey. Quiero que me digas que tal me queda de una manera sincera.

— Pues ese escote acentúa tus pechos y como está diseñado para apretarse en la cintura acentúa tus caderas, el largo está perfecto para ti.— Cuando terminó, sintió que su opinión habia sido más desde el punto de diseñadora, y sabía que eso no era lo que buscaba Rosé como repuesta.— Te hace ver divina y sexy a la vez, no había visto que a alguien le quedará tan bien un diseño de ese estilo, puedes conquistar a quien te propongas.

— Eso pensé. Gracias honey, me llevaré este.— Yerin solo asintió, mientras que a escondidas y por el rabillo del ojo veía de vez en cuando a la abogada.

Yuna no dejaba de pasear sus ojos por Rosé y por primera vez Yerin sintió una pequeña gota de envidia por no ser ella quien recibiera ese tipo de miradas de parte de la abogada.

El sentimiento de querer tener un trato especial por parte de Yuna se sentía muy fuera de lugar cuando también sabía que no había manera para pensar que debía ese trato.

La situación de dejar ir algo que nunca tuvo se estaba haciendo mas complicada de lo que estaba pensando.

Chaeyoung se dirigió a Yuna e intercambiaron un par de palabras antes de que la cantante anunciará que iría al baño a retocarse.

Las había dejado solas y eso en otras situaciones habria terminado mal, pero Yerin estaba decidida a acabar aquello que nunca empezó.

Hablaría de ser necesario, y en caso de que no fuera así solamente se quedaría con la compañía del silencio arreglando el vestido sobrante que se encontraba en el maniquí.

𝑪𝑶𝑵𝑭𝑰𝑫𝑬𝑵𝑻 || 𝒀𝒆𝑱𝒖 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora