𝑪𝑶𝑵𝑭𝑰𝑫𝑬𝑵𝑻 || 𝒀𝒆𝑱𝒖

sɪᴛᴜᴀᴄɪᴏɴᴇs ᴀᴅᴠᴇʀsᴀs

— No, no lo voy a hacer.

— Tienes que escuchar y ...

— ¿Escuchar qué? Que se revolcó cuántas veces pudo con esa imbécil.

— ¡SinB! — Le gritó una YongSun sumamente enojada.— ¡No vuelvas a decir esa estupidez!

— ¡¿Y tú qué carajo vas a saber?!— La reto.— De seguro te convenció con alguna historia ridícula.

— SinB debes calmarte. — Yuna intento hacer entrar en razón.

— ¡No me voy a calmar!

Y era un hecho que todas estaban notando.

No importaba que dijeran o cuánto pidieran que relajada el estado de ánimo.

No funcionaba.

Estaba siendo así desde hace unos diez minutos, cuando el matrimonio Moon– Kim regreso a la sala donde todas estaban.

SinB entro en un tipo de crisis nerviosa al momento que YongSun le menciono que tenían algo que decirle, bueno, específicamente Eunha, que se encontraba todavía arriba hasta que le dieran luz verde para bajar.

Todos necesitaban que SinB estubiera en calma, pues suficiente tenían con su reaccionar cuando llegaron a la casa y entre gritos y reclamos, Eunha se rindió, las lágrimas no la dejaban mentir y decidió irse al cuarto.

Ahora, con la nueva confesión esperaban que por fin cediera a todo lo que podía pasar y simplemente hablarán cómo un matrimonio de personas civilizadas.

Aunque SinB no tenía los mismos deseos que todas sus amigas.

— De verdad que me están cansando.— Dijo entre dientes, no la estaban ayudando a mantener la calma.— Todas vayanse al demonio, fuera de mi casa— Señaló la puerta, dejando boquiabiertas a todas.— Y será mejor que se la lleven.— Dijo refiriéndose a Eunha.

— ¡Maldita seas!— Gritó Byul, normalmente era la calmada.— Hay algo que tienes que saber.

— Digan lo que sea que tengan que decir y después se pueden ir.

— No nos corresponde.— Habló Lisa, si bien no sabía de qué se trataba, aceptaba que fuera lo que fuera solo Eunha podía decirlo.

— Entonces se pueden ir— Nuevamente señalo la puerta, esperando que alguna se moviera, viendo la negativa de todas.— ¿No escucharon? Quiero que se vayan de mi casa.

— Estás siendo una imbécil.— Refutó Yuna, que hasta el momento solo se había mantenido callada disfrutando de su mano siendo acariciada por la de Yerin detrás su espalda.

— ¿Y qué vas a hacer? ¿Despedirme?— Le dijo con burla.

— Probablemente.

— Bien, hazlo.— De verdad que SinB estaba fuera de si, queriendo que todo se acabará.— Me importa una mierda lo que

— ¡Hwang EunBi!— La voz de Eunha se escuchó desde la parte de arriba, al inicio de las escaleras.

Se había cansado de esperar en la alcoba la luz verde para poder salir y hablar pacíficamente con su esposa.

Para su desgracia, supo que esa "luz verde" probablemente nunca iba a llegar cuando se empezaron a escuchar gritos desde la planta baja.

— ¡Tú, quiero que te vayas de aquí!— Volvió a repetir, sin importarle que fuera directamente contra Eunha.