𝑪𝑶𝑵𝑭𝑰𝑫𝑬𝑵𝑻 || 𝒀𝒆𝑱𝒖

ʟᴏɢɪᴄᴀ ɴᴜʙʟᴀᴅᴀ

El par seguía en lo suyo solo tomándose descansos cuando el aire desaparecía entre ellas, no sabía cuanto tiempo llevaban y tampoco es como si le tomaran importancia.

Jihyo seguía contra el lavabo, siendo aprisionada por una mano de Yerin que se encontraba recargada en el mismo, mientras que la otra mano permanecía en su cadera.

Yerin podía sentir como los dedos de Jihyo se enredaban en su cabello para ser tirado levemente, y la sensación le gustaba mucho.

Demasiado para ser sincera.

Aunque Yerin sabía que si lo hiciera otra cierta persona, sería más satisfactorio.

Pero debía borrarla así como también todo sentimiento. No iba a funcionar.

No iba a funcionar con ella.

Nunca iba a ser ella.

Nunca.

Se dejó llevar hasta el punto de que ahora ella estaba contra el frío marfil. Ahora era Jihyo quien tenía el control, era ella quien la tenía acorralada.

Era Jihyo, no Yuna.

— Siempre quise que esté momento pasara.— Confesó Jihyo al separarse y acariciar su mejilla.

— ¿En los baños?.— Preguntó Yerin con una sonrisa nerviosa por no saber exactamente lo que estaba haciendo.

— Sabes que no me refiero a eso.— Rió dándole un toquesito a su nariz mientras ahora ella se entretenía en la cadera contraria.— Solo tú y yo, juntas, besándonos...

Jihyo no termino de hablar por qué simplemente prefería demostrarlo con acciones.

Decidió empezar besando su barbilla y lentamente fue bajando hasta su cuello donde además de besar mordió suave unas cuantas veces produciendo que Yerin jadeara débilmente.

Las manos de Jihyo tampoco querían quedarse quietas empezando a jugar con el dobladillo de la camisa rosa de Yerin.

Fue hasta que Jihyo mordió su clavícula que Yerin jadeó más fuerte de lo normal, haciendo que Jihyo subiera la mirada y le prestara atención.

— ¿Estas bien? ¿Fue demasiado?.

¿Estaba bien? Ni ella lo sabía, pero ¿Que importaba? Solo importaba el presente, el momento y lo que su cabeza nublada le permitía procesar.

Y claro que no fue demasiado.

Quería más.

— No, estuvo perfecto. Quiero que sigas, que sigamos, pero no aquí.

Sin decir nada más, entrelazó sus manos y jalo a Jihyo hacia afuera de los baños, sin importarle haber ignorado a su paso a varios estilistas o trabajadores.

Estaban a punto de salir del piso cuando Xiumin se hizo presente y solo observo las manos entrelazadas del par pero decidió no tomarle importancia.

— Yerin que bueno que te encontré. Tenía un espacio libre en lo que maquillan a Soojin y fui a tu oficina a ver si todo estaba bien y... No encuentro a Wheein, no está en tu oficina y...

Yerin estaba impaciente, quería que dejara de hablar para poder irse, mostrando su prisa empezó a mover su pierna con desesperación y Xiumin no parecía captar la acción, haciendo que Yerin se cansara.

— ¡Xiumin! Esta bien ¿Okey? No pasará nada con Wheein. Estás a cargo, si tienes alguna duda le preguntas a mi asistente.