ɴᴜᴇᴠᴏ ᴀᴄᴇʀᴄᴀᴍɪᴇɴᴛᴏ

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𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗯𝗼𝗻𝗶𝘁𝗼 𝘆 𝘁𝗿𝗮𝗻𝗾𝘂𝗶𝗹𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗮𝗹𝗲𝗴𝗿𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝘁𝗮𝗻𝘁𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗴𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂𝗰𝗲𝗱𝗲. :3
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—¡Yerin! ¡Te dije que no!

— ¡No eres mi jefa!— Ni siquiera se digno a girarse para verla.— ¡Lo haré de todas maneras!

¿Enserio se habían quedado en medio del pasillo a discutir? De todos los escenarios que pudieron imaginarse, este no era uno de ellos.

Parecía estúpido que siguieran en el pasillo, la casa no era tan grande, pero ninguna de las dos sabía dónde era la habitación del matrimonio.

— Te dije que te detengas.— Le ordenó mientras veía como Yerin intentaba abrir una puerta.

Yerin detuvo su paso y giro su cuerpo hacia la dirección donde estaba Yuna, y sus ojos hicieron contacto fijo. Y la abogada pensó que por fin le haría caso.

OblígameLa reto, dándose la vuelta siguiendo tocando e intentando abrir la puerta.

Eran las doce y diez de la noche, estaban en una casa ajena y en alguna de las habitaciones había un embarazada que estaba en una situación poco alentadora.

Claramente Yerin no podía hacer lo que quisiera.

El hecho de que Yuna no tuviera el control de la situación y Yerin solo hiciera oídos sordos a lo que estaba diciendo la estaba poniendo de nervios y sobre todo de mal humor.

— No te traje para que hagas este tipo de cosas.— La regaño con esperanzas de que se quitara de esa puerta.

— Me trajiste aquí porque mi hermana lo pidió.— Le recordó.— Pude haberme ido a Crown.

Dios, era tan insolente.

— ¡Yerin deja esa maldita puerta!

— O si no, ¿Qué? —Giró su cabeza haciendo que su cabello castaño volará de una manera que Yuna no pudo ignorar.

La abogada ya no contestó, no tenía como hacerlo, seguir discutiendo no era una opción y quedó totalmente descartada cuando sus ojos hicieron contacto con los de color chocolate.

Simplemente su cerebro dejo de recibir información.

Y lo único que viajaba era esa información cautivadora sobre ese cabello castaño, ojos chocolate y esas curvas bien definidas por el vestido negro.

Y como una máquina, solo estaba arrojando el mismo resultado una y otra vez, cada que sus ojos veían y repasaban cada una de las cosas que no podía dejar desapercibido.

Le gustaba demasiado.

Esa cantaleta de indiferencia con ella la estaba matando, estaba consumiendo lo poco que llegaba a sentir cada que la tenía cerca, era estúpido que lo quisiera seguir ocultando.

Pensó en lo que le dijo YongSun y en ese momento se cuestionó, llegando a la conclusión de que nunca logro esconderlo.

Y ella misma lo sabía. Solo trataba de convencerse de lo contrario.

Iba hacerlo.

No tenía una razón para hacerlo pero tampoco para no intentarlo, la extraña relación entre ellas ya se denotaba dañada, si una cosa así la dañaba más sería más fácil alejarse.

𝑪𝑶𝑵𝑭𝑰𝑫𝑬𝑵𝑻 || 𝒀𝒆𝑱𝒖 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora