9. El único amor de mi vida

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— Te ví muy agitado en la cena ¿Estas bien?. - Skara lo detuvo de seguir subiendo las escaleras, aunque dudó en dejarlo seguir, tal vez por la buena vista de su trasero que tenía desde el primer escalón.

King la miró con esa expresión indescifrable que suele poner Confirmación la mayoría del tiempo. Pero más que todo la expresión que pone la gente cuando son descubiertos en medio de un lío.

— Sí, solo tengo sueño.

— ¿Estás seguro?

— Estoy seguro, Señorita Skara. - la mencionada asintió sin mirarlo a los ojos.

— Bueno, con eso solo me estás dando la razón, King. - esta vez lo miró divertida al darse cuánta de que King aún no podía mentirle.

— Es… Es nada, ya se me irá. - los descartó.

— Vamos, no te matará decírmelo. - se quejó Codicy —. En la tarde estabas lo más que bien ¿Qué sucedió?

— Te digo que no tiene importancia, Señorita Skara.

— Estás… ¿Celoso?. - lo picó la morena en broma, no esperó que el contrario le diera una respuesta.

— Claro que no ¡Puedes hablar con Jerbo todo lo que quieras!. - exclamó nervioso, Skara abrió la boca de par en par — Ay no, lo dije ¿Verdad?

— Sí. - se limitó a decir, conteniendo una carcajada que quería salir de su boca. Por eso la estaba llamando "Señorita Skara" está celoso de Jerbo.

— Esto es incomodo ¿No puedo simplemente irme a dormir…? . - dijo amagando con escabullirse.

— No, no. Claro que no. - lo detuvo —. ¿Estás celoso de Jerbo?

— No, no lo estoy, es solo que… No lo sé, solo me puso de mal humor, no es nada. - se rascó la nuca —. En serio.

— Levi, Jerbo es como un hermano para mí ¿Por qué te pondrías celoso?

— No me digas Levi, suenas como a mi madre. - se quejó —. No lo sé, yo también solía ser como un hermano para ti…

— ¿Y tienes miedo de que vea a Jerbo como algo más? Cómo hice contigo. - murmuró.

— ¡No! Bueno, sí, en parte. - se encogió de hombros. Skara suspiró.

— King, tú fuiste el único amor de mi vida, y planeo que siga así. - le sonrió.

Eso calmó al rubio, ninguno de los dos seguían enamorados, pero saber que él había sido el único dueño de su corazón lo hacía sentirse bien.

— Además, Jerbo es muy joven para mí ¿Que me crees?. - le golpeó el hombro.

— Tampoco es que seas una vieja, y cómo si no te gustaran jóvenes ¿Qué no recuerdas a…?

— Shhh, calla. - le detuvo mientras el reía —. Anda, a dormir que hay muchas cosas que hacer.

— Lo que usted diga, jefa. - le sonrió terminado de subir las escaleras.

Al Diablo Con El Plan || TOH AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora