27. Complicaciones

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— ¿Y ahora qué?. - Lucia se apoyó junto a la manguera del camión mientras prendía un cigarrillo.

Llevaban tres horas de haber salido rumbo a la capital, estaban a una hora de la Casa Blanca, y a cuatro de la ciudad.

— Hay que ir a buscarlo, obviamente. - dijo Jerbo mientras comprobaba las balas de su recámara y se calaba su mochila al hombro.

Nadie respondió, después de todo, su idea era ridícula.

— Somos un equipo ¿No lo recuerdan? - Confirmación le quitó el cigarro de la boca a la morena y lo lanzó por la ventana del auto en movimiento, Lucia le respiró el humo en la cara antes de hablar.

— Jerbo, lo siento, pero es demasiado peligroso. - susurró, su rostro emitía tristeza —. Además, hoy es primero de Diciembre, es el plazo final... Si no llevamos a cabo el secuestro, La Dama Búho nos condenará a todos...

— Entonces iré yo, no me importa perder el dinero, junto con Edric hicimos todo el hackeo y... Y no podemos... No... - el chico respiró hondo, negó con la cabeza —. No me importa perder ese estúpido dinero, iré a buscarlo.

— Jerbo... - Skara lo miró consternada.

— No me vengas con eso ¡Tú harías lo que fuera por King! - le gritó apuntándole con el dedo.

— Esto es diferente, todos estamos en riesgo y...

— Iré yo solo, llevaré la moto de King. - dijo con un dejo de desesperación —. Por favor.

Skara se vió reflejada en Jerbo, ese era el mismo comportamiento que tuvo cuando King estaba en peligro, la misma angustia, el mismo brillo en los ojos que gritaba "Tengo que hacerlo!".

Suspiró, sabía que el chico iría detrás de Blight con o sin su aprobación, por lo que se dió por vencida.

— Está bien.

— Ternurita Confirmación, dame las llaves de la moto. - demandó de forma sutil mirando a la chica.

— Todas tuyas, pequeño. - la pelimenta le lanzó las llaves y Jerbo la atrapó entre sus manos, todos la miraron mal —. ¿Qué?

— Les enviaré un mensaje si algo sucede. - murmuró subiéndose a la moto.

— Espera, Jerbo, ten. - Lucia le lanzó un cargador lleno —. Lo necesitarás más que nosotros.

— Gracias, Luz. - sonrió guardandoselo en el bolsillo —. Prometo que en cuanto lo saque, me comunicaré con ustedes.

— De seguro se lo llevaron a la comisaría, lo tendrán ahí hasta que lleguén el FBI o la CÍA. - habló el estratega.

— Lo sé. -asintió J.

— Tienes alrededor de ocho horas para sacarlo, Jerbo. - le dijo la castaña.

— Entonces no perderé tiempo.

Sin mas, arrancó la moto y de un salto salió del camión de bomberos, se alejó por la ruta, perdiéndose en el horizonte, rumbo a la ciudad.

— Bueno, un problema menos. - murmuró Adelfa —. Aún podemos llevar a cabo el plan ¿No?

— Si, si podemos. - murmuró King.

— Entonces manos a la obra, Lucia, Skara, pónganse los uniformes de policías, Boscha y Willow, preparen el camión de bomberos, Levi y yo haremos los cambios necesarios para sustituir a los faltantes...

— Jerbo y Edric tienen nombres.- se quejó Boscha —. Tú te molestaste en averiguar los, usalos.

Ambas se desafiaron con la mirada, más ninguna de las dos soltó su lengua de serpiente, y se pusieron manos a la obra.

— Necesitamos cubrir las oficinas, Luz puede hacer eso, y yo puedo guiar a los rehenes a la salida, solo necesitamos que Codicy los meta en el camión a tiempo...

— Adelfa, por favor, no es lo que tu crees...

— Cállate.

— ¡Solo escúchame!

— ¡No! ¿Sabés que sucedió cuando dejé que hablaras? ¡Me hiciste sentir importante! Olvidé todo, me hiciste creer que al fin podría... ¡Podría quitarme todo esto que tengo en al cabeza! ¿Pero sabes qué? ¡Eres basura! Igual que todos - exclamó mientras se tiraba del cabello.

— ¡No! ¡Claro que no!

— ¡Estoy harta! ¿Sabes qué? Cuando todo esto termine, me llevaré el dinero y al fin podré largarme de este asqueroso mundo, me iré a la mierda y nadie me volverá a ver. - se quejó mientras se calaba el mameluco de bombero.

— Por favor... - Boscha estaba al borde del llanto.

— Basta, cállate, no quiero oirte.

— ¡Por favor! - le rogó esta vez.

— Hablaremos cuando todo termine, si es que aún tienes las agallas.- dijo aventandole una caja metálica y saliendo del camión.

— Ouch.

Skara asomó detrás de un estante, terminando de abrocharse el mameluco. Boscha suspiró.

— No me voy a rendir.

— Sería estúpido de tu parte que lo hicieras.- se quejó ella —. Adelfa a pasado por muchisimas cosas, y sé que no eres la indicada para ella, pero... Bueno, eres la primera... La única que lo intentó, en realidad.

—Esto es realmente alentador. - murmuró con sarcasmo —. Oyeme jefa, sé que tú eres como una hermana para ella, pero no quiero ni necesito tu opinión.

— Si, Willow definitivamente tiene un tipo. - rió Skara.

— Lo digo en serio, metete en tus asuntos.

— Lo que tú digas, Boo. - sonrió mientras bajaba del camión.

— ¡Todos acérquense! - la voz de King la obligó a salir de su estado de crisis mental y reunirse con el resto de ellos.

— El hackeo del sistema estará a manos de Confirmación, necesitamos cubrirla el suficiente tiempo para que se meta en las oficinas sin que nadie la vea, el resto sigue igual.

— Yo puedo hacer eso, entretendré a Mattholomule el tiempo suficiente.- dijo Lucia metiendo las manos en los bolsillos de su uniforme.

Confirmación la escaneó de arriba a abajo. La chica tenía puesto el uniforme de los guardias de seguridad de la casa blanca, debía admitir que se veía sexy.

— Te queda bien ese uniforme, Noceda.- le sonrió coqueta, la castaña se tiró el cabello hacia atrás.

— Jovencita, usted queda arrestada por allanamiento de propiedad privada.- sonrió jugando con las esposas de su cinturón —. Porque no puedo sacarte de mi mente.

Ambas quedaron en silencio.

— No, no definitivamente no sabes coquetear. - murmuró Confirmación mientras tomaba su mochila —. Iré a cambiarme, no se acerquen.

— ¿Cómo te meterás en la Casa? - preguntó Willow.

— A-amor, lo siento muchísimo por llamar a estas horas de la mañana… Pe-ero acabo de discutir con mis padres y... Bueno ¿Po-odemos hablar? ¿Puedes pasar a buscarme en la cafetería, por favor? - habló imitando un llanto desconsolado, bastante convincente a decir verdad.

— Eres una víbora. -murmuró la azabache con una sonrisa, miró a Boscha con indiferencia.

— No creo que me cueste mucho convencerlo de que me lleve a su casa, digamos que como a las nueve, diez de la mañana estaré ahí.- dijo conforme —. Solo necesito que alguien me alcance a la cafetería.

— Pide un taxi, no podemos ir en el camión.- se limitó a descartar Skara.

— Si tu dices... - murmuró metiéndose nuevamente al camión.

Al Diablo Con El Plan || TOH AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora