Al Diablo Con El Plan || TOH Adaptación

30. El secuestro: Parte dos

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Sin mostrar rastro del nerviosismo que se instaló en su pecho, Lucia avanzó a paso firme.

— Señor, necesito que se dirija a la salida trasera. - le informó.

— ¿Sabes quién soy?

— Hay un incendio, señor, necesito que...

— Yo soy el hijo del Presidente, no puedes darme órdenes, soldadita. - le interrumpió el chico.

La castaña respiró con fuerza.

Concentra tu chi, Luz.

— Con todo respeto señor, hijo del Presidente o no, sigue corriendo riesgo quedándose en esta zona, por favor, vaya a la salida trasera, el camión de bomberos ya llegó y...

— ¿Qué no lo entendiste? ¡No me importa! Voy a buscar a mi novia, muévete.-  Matt intentó empujarla de su camino.

Lucia lo detuvo atrapando su muñeca en su mano derecha, sin moverse un milímetro. Miró al chico como si fuera a destriparlo.

Contrólate.

— Es la última advertencia, si no va hacia la salida, tendré que llevarlo yo mismo.- apretó su agarre en la mano del castaño.

— ¿Me estás amenazando? ¿Eso es una amenaza? - gruñó soltándose, seguidamente de eso soltó una risita e intentó propinarle un golpe, el cuál, obviamente, Lucia no tuvo problema en esquivar.

— ¡¿Pero qué haces?! ¡Estamos en una emeregencia! ¡Deja de actuar como un idiota! - le bramó al tiempo que esquivaba otro intento de golpe.

— Oh ¿Ahora me insultas?! - esta vez, la patada en el estómago no se la vió venir, tampoco la vió llegar y casi vomita su desayuno.

Se arrodilló tomándose el abdomen.

— Tú lo pediste. - murmuró sacando el arma —. Esto que acabas de hacer es un delito desde bastantes puntos de vista, dirígete a la puta salida de emergencia.

De repente, el Gran y Magnífico Mattholomule Jackson perdió lo de "Gran y Magnifico", quedó reducido a... Bueno, al Simple y Cobarde Matthomulito.

— Pero... Mi novia...

— Yo buscaré a Amber, lárgate. - descartó apuntando al pasillo.

El chico se quedó quieto un momento, luego reaccionó y salió corriendo. Lucia soltó aire.

— Nutria Oscura a Dúo Rosado, la Oveja Negra va hacia ustedes. - informó siguiendo su camino.

— Entendido.

— Confirmación a Nutria Oscura, a las dos en punto. - la mencionada se volteó alzando el arma, encontrándose con la pelimenta.

Ambas desactivaron sus intercomunicadores. Lucia se acercó a ella bajando el arma.

— Tu novio te estaba buscando. - soltó, ella rodó los ojos.

— ¿Ese? Es solo un tonto. -descartó —. ¿Qué haces aquí?

— Una mujer me envió a buscar a una niña al baño.

— Pues apúrate ¿No? - sonrió ladeando la cabeza.

— Sólo si me das un beso.- canturreo la morena.

— No empieces otra vez...

— ¡Sólo uno! - saltó.

— ¿Por qué quieres que te dé un beso? - se cruzó de brazos. Lucia se acercó peligrosamente a su rostro.

Hacer eso le generaba un disparo de adrenalina en el sistema, como si un auto a ciento veinte kilómetros por hora frenara a centímetros de su rostro, y la encandilara con sus luces estroboscopicas.