Meiying llegó con algo de prisa aquella mañana. Se suponía que todavía tenía unas cuantas llamadas que hacer y unos correos que responder como representante del grupo, por eso debía usar el ordenador de su oficina en la agencia. Pero todo fue un caos cuando empezó derramando el café por todo el estudio y la ropa que se pondría ese día solo porque había visto una araña en la pared.
Aclaro que Meiying tiene aracnofobia.
Es por eso que tuvo que limpiarlo todo antes de que se secara y llamar a la vecina, la señora Tao, para que se encargara de liberar a la araña, porque por parte de Meiying, ya la abría aplastado con un libro si no tuviera tanto miedo de ella que ni se podía acercar a menos de un metro.
De todas formas, cuando llegó a la agencia, Lian, la recepcionista, la llamó al verla en ese modo. Meiying pensó que podría aprovechar la oportunidad para preguntar por los chicos ya que ayer no los vio en todo el día.
—Buenos días Lian. ¿Alguna novedad para mí?
—Buenos días Meiying. De echo, sí, dos novedades. —la mayor se agachó levemente en el mostrador para recoger algo que había debajo de este. Le extendió un sobre el cual dentro contenía una carta— Esto es para ti. Preguntaron por ti hace unos 15 minutos pero como todavía no habías llegado querían que te la diera de su parte.
—Oh, de acuerdo, gracias. —agradeció y guardó la carta en su bolsa.
—Segunda novedad: al parecer los chicos han contraído un virus o algo así, así que de momento estarán en casa recuperándose. No es mortal ni nada del otro mundo, probablemente gripe pero no estamos seguros todavía porque tienen que ir a hacerse el chequeo médico.
—¿Qué? ¿Cómo no he sido avisada de esto? Voy a contactar con el médico ahora mismo.
—Pensaba que ya lo sabías, es por eso que no te dije nada. Pero parece que no estás muy enterada del asunto. —la menor se cruzó de brazos mientras negaba con la cabeza, algo frustrada porque ni siquiera Kun le contactó para decírselo— De todas formas aquí tienes el número, el resto lo haces tú.
—Muchas gracias, eres mi ángel.
Lian soltó una risita nerviosa antes de pasar a atender a unos clientes que habían llegado justo en el momento del fin de la conversación. Meiying se alejó de la recepción y una vez estando sola en uno de los pasillos, marcó el número del médico personal de WayV. Le explicó todo lo que sabía sobre la enfermedad de los chicos, por lo que el hombre agradeció su trabajo y avisó de que iría para allá en menos de una hora.
—Bien, ahora es mi momento de darles un poco de apoyo de mi parte. —dijo después de colgar la llamada.
Los correos y las llamadas podían esperar, WayV era prioridad en ese momento. Eso fue lo que pensó Meiying cuando salió pitando del edificio, dirigiéndose al Starbucks más cercano que podía encontrar. Suerte que apuntó las bebidas favoritas de los chicos, en detalles no le gana nadie.
Recogió las bebidas en un pequeño soporte donde podía cargarlas todas sin problemas y se dirigió a los dormitorios de los chicos tomando el camino más corto. También paró para comprar una mascarilla por seguridad, ya que quién sabe si le llega algún germen y se acaba enfermando.
Al llegar al edificio correspondiente, subió por el ascensor al piso donde se encontraba su destino. Se puso la mascarilla como pudo antes de llamar y le dio al botón del timbre.
Esperó durante unos segundos hasta que la puerta se abrió, dejando ver a un Kun con la nariz y los ojos rojos rojos y con un pañuelo en la mano. Abrió un poco de más los ojos al ver a Meiying ahí parada por lo que formó una sonrisa con la boca.
—¡Meimei! Es un alivio verte, y una pena que tengas que verme en este estado. —dijo algo apenado.
Meiying también sonrió aunque no lo viera y negó con la cabeza.
—He venido para animaros un poco. He comprado vuestras bebidas favoritas para haceros sentir mejor. —dijo mientras le mostraba el soporte con las bebidas.
Kun la dejó pasar ya que teniendo aquel detalle no quiso dejarla en la puerta como si fuera boba.
Ella llegó a la sala principal donde pudo ver a Ten acostado en el sofá mientras miraba un vídeo en su móvil junto a Louis que estaba encima de su pecho.
—Buenos dias, Ten.
Meiying saludó y dejó las bebidas una por una en la mesita de café enfrente del sofá. Él apartó la mirada del móvil para mirar las bebidas y se sorprendió por ver su favorita entre todas esas. Se incorporó en el sofá no sin antes bajar a Louis de su pecho y se inclinó para agarrar el bote que contenía el líquido. Sin decir nada, volvió con su video mientras daba largos sorbos con la pajita.
—Un gracias no hubiera estado mal eh.
—No puede hablar, le duele tanto la garganta que sus cuerdas vocales chirrian cuando intenta hablar así que es mejor que de momento guarde silencio. —decía Kun mientras se acercaba a Meiying— No sabes que alivio es. —dijo aquello último en un susurro para que Ten no lo oyera.
Meiying soltó una risita y miró por la habitación buscando a los demás, pero no había nadie más salvo ellos tres.
—Creo Hendery y Yukhei están en la cocina. Voy a por ellos.
El mayor agarró su bebida antes de marchar a la cocina a por los recién nombrados. Leon apareció junto a Bella, cosa que Meiying interpretó como un saludo por parte de los dos ya que se acercaron a ella en busca de mimos. Ella aceptó su petición y se agachó para acariciar a los dos animales mientras esperaba.
Kun apareció de nuevo junto a Yukhei y Hendery mientras este último se suena la nariz con un pañuelo que ya parecía estar en sus últimas.
Los dos la saludaron a duras penas y ella devolvió el gesto mientras les señalaba las bebidas de la mesita.
—Eres nuestra salvadora, tengo la garganta que parece un desierto. —Yukhei bromeó y agarró su bebida favorita mientras le pasaba a Hendery la suya. Él también lo agradeció con un ruido de satisfacción cuando le dio un sorbo a la bebida, cambiándole la cara por completo a una de felicidad que nunca había visto en él.
—No es nada, debería de cuidar de vosotros. Pero lo que me parece muy fuerte es que no me avisarais de esto, —se giró hacia Kun cuando hablaba— sobretodo por el echo de que estoy a cargo de vosotros en todos los sentidos y debo ser la primera en saber cómo está vuestra salud.
—Quizás... pero también es tu culpa, nunca nos preguntas cómo estamos así que Ten tuvo la idea de no decirte nada.
El recién nombrado casi se atraganta con su bebida. Miró a Kun con una expresión que decía claramente "¿es que tienes un problema o algo así?"
—Lo siento, sé que parece que me preocupo poco pero no es así para nada, enserio, tuve que dejar de lado todo el trabajo que tengo acumulado para venir a subiros los ánimos.
—Y nosotros te creemos, aunque lo parezcamos, no somos tontos. —Kun soltó una pequeña risa. Ten se retiró de la sala con Louis en brazos por tal ofensa que le había ocasionado las palabras de Kun— Ven aquí anda, espero que esto no te moleste.
El más alto se acercó a ella y le brindó un cálido abrazo. Meiying no supo muy bien qué hacer porque no era de recibir mucho contacto físico si no era de sus padres, pero correspondió el abrazo y por ello supo que los brazos de Kun eran los más reconfortantes en los que había estado en toda su vida. Hendery y Yukhei no se quedaron atrás y la abrazaron también, formando un abrazo grupal entre ellos.
Después de aquel reconfortante momento entre ellos, Meiying decidió quedarse para darles las bebidas a los demás integrantes que faltaban y más tarde se retiró del dormitorio porque todavía tenía cosas que hacer. La visita no había durado demasiado pero estuvo feliz de que los chicos poco a poco se fueran recuperando.
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Ah si, se me olvidó decir que en este fanfic no existe el corona, así que por favor no digáis que lo que tienen es covid, gracias por la atención 😙🤝
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Mánager | WayV
FanfictionMeiying nunca supo lo que era el terror hasta conocer a WayV, el nuevo grupo del cual tenía que encargarse sin que le explotara la cabeza. AVISO: la protagonista no es rayis, es un personaje totalmente inventado por lo que no es un "WayV x tu". ✴ I...