G U E R R A | Levixreader

Capítulo 34: Había una vez (Explicación)

Olcroft se sentó junto a Eren, cuando subió las ecaleras.

-No lo has entendido bien, ¿cierto?, tienes un cerebro inservible- se burla.
-Lo entiendo, no eres más que un mocoso que se trató de ser un héroe... pero no vales nada-

-¡Dejelo tranquilo!- gritó Historia, quien fué tumbada contra el suelo a la fuerza por los guardias que la sostenían.

-Incluso tu amiguita lo entendió- la señala Olcroft.
-Pero claro, no tienes la inteligencia de los grandes, como Smith, Ackerman, Earthart o tu propio padre... que decepción, me das lástima-. Surpiró molesto.
-Empiezo a creer que te sobreestimé- lo mira a los ojos y se inclina hacia él.
-Para tu suerte, voy a explicartelo- lo toma del cabello y lo hace mirarlo.
-Y presta mucha atención esta vez, escoria, por que esto definirá tu futuro y el del planeta-

Eren lo miró con odio, pero por dentro se sentía frustrado por sentirse tan confundido.

《Tal vez Olcroft tiene razón, y no soy ningún héroe》pensó el chico.

-Ahora, ¿cómo le explico algo tan complejo a un mocoso ignorante como tú?- se tomó la barbilla y luego sonrió. -Oh, ya se... Había una vez dos hermanas, que se convirtieron en Diosas, gracias a sus acciones:

Ymir e Imiza Fritz

Contrario a lo que se dice, ninguna de las dos fueron buenas personas.

La primera, fue la responsable de traer a los titanes a la tierra, y la segunda, —solo por envidia—, trató de detenerla, pero su hermana la mató.

Antes de morir, Imiza juró que dejaría en los titanes, la herramienta para traer a un humano que obtendría sus poderes y acabaría con la maldición titánica para siempre.

Pero pasaron décadas, y décadas, en los que la humanidad fue esclavizada por los titanes cambiantes.

Todo desembocó en una guerra en la que una parte de la humanidad terminó encerrada tras muros construidos por centenares de titanes colosales.
La llamaron Isla Paradise.

Perfecta para marginar a los opositores del poder titánico. Perfecta para salvaguardar al resto del mundo de la maldición titánica.

Fuera de las murallas, en las tierras de Marley, habitaba la habilidad de los titanes cambiantes, en manos de una familia con un arma poderosa llamada, "La coordenada", que permitía ver los recuerdos de generación en generación, casi como ver el futuro, presente y pasado, en un instante.

Esto les permitía saber con claridad lo que hacer para mantener siempre el orden bajo sus reglas, y el poder sobre sus manos.

Sin embargo, hubo un punto al que ya no pudieron acceder, un futuro que ya no podían ver, y eso les preocupaba.

Grisha Jaeger, y su hijo Zeke Jaeger, se encargaron de investigar la razón, hasta que encontraron una profecía, que les dijo, que el elegido de la Diosa llegaría para eliminar la maldición titánica del mundo, y supieron de inmediato, por las memorias de Eren (quien aún no nacía), que ella estaba a punto de nacer, en una familia Marleyana, con cierto integrante poderoso.