-TERCERA PARTE- Saga CONTROL
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¿Existe el "Y vivieron felices por siempre"?
Daira es ahora un héroe sin hogar. Ha decidido luchar sola contra la pesadilla que la creó para liberar a la humanidad del mal.
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-Barón Fletcher- dijo su nombre con sorpresa.
El hombre la miró serio. -Mayor Barón Fletcher para tí, niña- especifica su puesto en el ejercito de la mafia, como si eso quitara que se veía terrible. -Debes preguntarte cómo es que estoy vivo, tal vez me dieron por muerto en esa base cuando los titanes entraron a María, ¿no es cierto?- ladea su cabeza. -Y por lo que veo, ya no estás bajo el control del chip inibidor ni bajo las órdenes de Olcroft-
Daira se acercó a los barrotes y lo miró molesta. -¿Quién mierda lo ha metido aquí, cómo es que Olcroft no sabe de usted?-
-Me entregué- responde el Mayor. -Antes de que Olcroft pusiera sus sucias manos en la policía Militar y sobre Darius Zackly-
Daira alzó las cejas un poco. -Entonces sabes que Olcroft controla a Zackly- era sorprendente que a pensar de llevar aquí mucho tiempo, el hombre se mantenía bien informado de la situación. -Ahora entiendo por qué no te han encontrado...-
-Yo no soy el responsable de las muertes de la M.R.B- dice para quitarse la culpa. -Aquí es mucho más seguro-
Daira sonrió con burla. -Cobarde...-
Después de trabajar por años en la M.R.B. y hacer experimentos con humanos, el anciano se atrevía a lavarse las manos para quitarse la culpa.
-Soy más listo- se excusa él.
Daira alzó la mano derecha, llena de simbiosis brillante y abrió la reja, obligando a Fletcher a salir. El hombre jadeó incómodo al sentir el poder de Daira empunandolo a moverse. Las hebras brillantes y rojas viajaban por todo su cuerpo como serpientes queriendo ahorcarlo.
-Olcroft no tendría razones para matarte, así que no trates de engañarme, es obvio que sigues aquí por una razón, y si no me la dices ahora yo la sacaré de ti- amenaza la pelinegra acercando su otra mano a su cien.
Eso significaba que de no decirlo con palabras, Daira entraría a su mente.
Fletcher rió. -¿Y valdrá la pena tardar tanto?, o quieres llegar a tiempo con el pastor Nick-
Daira frunció el ceño molesta y apretó el agarre que hizo jadear de dolor al anciano.
-Elije- dice entrecortado. -Lo que yo sé o lo que él sabe...-
Kenny se puso tras la chica y subió una ceja. -Este anciano qué tiene que ver con todo esto, no estoy entendiendo nada-
Daira no dejaba de ver al Mayor Fletcher con los ojos entrecerrados. -Él es el creador del suero expansor... él me hizo...- hizo una pausa -lo que soy-
-Y funcionó muy bien- asiente el anciano con la voz quejosa. Luego cayó al suelo cuando la simbiosis desapareció de la nada. Tosió varias veces antes de subir la mirada. -Cuando los niños secuestrados llegaron a la M.R.B, supe desde el principio que mi suero no iba a ser para todos ellos... solo el agente capaz de sosportar el dolor como algo natural estaría dispuesto a usar el poder de la telequinesis para el bien-