-TERCERA PARTE- Saga CONTROL
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¿Existe el "Y vivieron felices por siempre"?
Daira es ahora un héroe sin hogar. Ha decidido luchar sola contra la pesadilla que la creó para liberar a la humanidad del mal.
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-- CAPÍTULO ESCRITO POR -- ISAURA H.
Daira se sentía juguetona esta noche. No apartaba su sonrisa travieza cada vez que besaba a Levi en los labios.
Eran besos suaves, ambos movían sus labios con dulcura, tomandose el tiempo de disfrutar de la sensación.
Ella tomó las mejillas del contrario para acariciarlas con el pulgar, y le acarició el labio inferior con la lengua.
Levi entre abrió los ojos. No sabía bien cómo, pero comenzó a sentir a Daira con una energía diferente. No podía decir que no le gustaba. Más bien le causaba curiosisdad saber lo que haría.
El beso se convirtió en uno más húmero y apacionado. Ambos jugueteaban con sus lenguas sin siquiera separarse para tomar un respiro, parecían imantados.
El pelinegro aún tenía a Daira sobre su regazo, así que comenzó a desabrochar los botones de la camisa de Daira.
Una vez lo logró, coló sus manos para acariciar su parte favorita, la cintura. La tomaba con las manos de cada lado y apretujaba gentilmente.
Mientras, Daira se abrazó del cuello del contrario para pegarse a su pecho y besarlo con más intensidad.
Levi no podía estar más cómodo, sintiendo los pechos de su novia sobre su pecho, sus brazos sobre sus hombros, sus piernas a cada lado y su cintura en sus manos.
Sin embrago su gozo se transformó en confusión, cuando sintió que su pantalón se abría sin que nadie lo hiciera.
Se separó de Daira con la respiración acelerada y bajó la vista, viendo que ella estaba usando su poder para abrir su cremayera y sacar su miembro.
-¿Ahora los usas para jugar?- pregunta Levi mirando a los ojos a Daira, quien se enderezó y le mostró sus manos brillantes.
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-He tenido algunas ideas- confieza simplemente.
Levi acarició los muslos de Daira y la miró. -¿Que ideas?-
-¿Te enceño?-
Levi lo pensó durante un segundo, y luego asintió. Entonces fué que comenzó a sentir placer en su miembro, pero nadie lo tocaba.