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Imiza estaba levantándose del suelo cuando Daira aterrizó lentamente frente a ella.

Daira la miró por unos segundos hasta que habló.
-¿Tú creaste esta ilusión?-

Imiza se levantó.
-Por supuesto que sí, Daira- se levantó también sin apartar su mirara altanera.
-No eres la única chica mágica en el mundo- ... -Yo cree este mundo para mantenerte aquí, pero todo lo demás... las personas, las épocas, las historias... esas las hiciste tú Daira, modificaste mi hechizo para que fuera perfecto para ti, en vez de tratar de romperlo, eres más estúpida de lo que creí-

-No lo entiendo, la M.R.B solo me dió el suero a mi, tu no eras una agente, no te conozco-

-No, no soy de la M.R.B, Daira- ladeó su cabeza.
-Pero sí me dieron el mismo suero expansor que a ti-

-Dime qué es lo que quieres-

-¿Darte una vida de ensueño?- preguntó burlona.
-¡Mirate!, usas vestidos, tacones, preparas la cena, haces nuevos amigos, tienes un excelente esposo y un niño adorable y ¿me reclamas?-

-Ya basta, Imiza- la miró molesta.
-Te aprovechaste de mi debilidad para encerrarme en una ilusión con tus poderes, ¡dejame salir!-

Imiza negó sin borrar su sonrisa.
-No puedo... te di todo para que fueras feliz aquí... me demostraste que puedes fingir vivir feliz bloqueando tu propia memoria.. quédate aquí Daira, iniciemos de nuevo, Levi no lo recordará, Erwin volverá, y tú serás feliz por siempre- estiró su mano hacia ella.
-Ven Daira...- sus ojos brillaron en azul y los de Daira igual, ya que Iniza estaba usando sus poderes para convencerla.
-No habrá más titanes que vencer, no habrá enemigos persiguiéndote ni a tus seres amados... no más misiones, ni pérdidas, no más violencia, ni superpoderes, solo tú y Levi, siendo felices para siempre-

Daira, hechizada y escuchando sus palabras comenzó a camimar lentamente hacia ella.
-¿De verdad?-

-No habrá más dolor, Daira- asiente Imiza. -Tendrás la felicidad que siempre quisiste... la felicidad que te mereces-

Daira extendió su mano hacia ella, pero dudó, pues su rostro volvió a ser triste y sus ojos volvieron a la normalidad.
-Pero... no será real-

Imiza comenzó a mover su manos con la simbiosis azul hasta crear a un nuevo Levi Ackerman, que le sonrió.

-Ven Daira... no tienes que hacer esto- dijo pacientemente. Los ojos de Daira se humedecieron.
-Vámonos amor mío, solo tú y yo, no importa nada más... ya no estés enojada, olvida tu dolor, y ven conmigo-

Daira comenzó a sollozar.
-Perdón por no haberte salvado... yo... te sentí morir- Ahora que estaba consciente, ella podía recordar el último momento antes de despertar dentro de toda esta ilusión. El momento en el que todo su mundo, mente y corazón se fragmentaron al sentir a Levi morir lejos de sus brazos.

-Lo sé- asintió él. -Pero podremos ser felices al fin, olvidar la guerra, la misión, y vivir juntos-

Daira sollozó aún más.
-Sería maravilloso... encerio maravilloso Levi- se acercó y tomó su mano, la ilusión era tan buena y convincente que podía sentirla a detalle, sus manos eran casi idénticas a las de el amor de su vida, asperas, cálidas y gentiles.

Lo abrazó, y él a ella, mientras Imiza comenzeo a sonreír satisfecha, creyendo que había logrado atrapar de nuevo a la rota mujer frente a ella, pero su sonrisa se borró cuando se dió cuenta de que Daira estaba deshaciendo a Levi con su propia magia escarlata.

Entonces Daira dijo: -pero el verdadero Levi se decepcionaría de mi si no lucho por salir de aquí- y una vez deshecha la dulce ilusión, miró a Imiza y corrió hacia ella para atacarla.

G U E R R A | LevixreaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora