G U E R R A | Levixreader

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Tarde, Levi llegó a su casa para salir de su auto y entrar por la puerta.

Todo estaba en completo silencio, todo estaba limpio, acomodado, solitario y se sentía extraño.

Siempre que volvía a casa, su adorada esposa lo recibía con un beso y una cena deliciosa, pero ahora todo parecía quieto, como si Daira no estuviera por ningún lado.

-¿Amor?- vociferó quitántose el saco gris para quedar solo con su camisa blanca y su corbata oxford.

Caminó a la cocina y encontró a Daira entrando de la puerta trasera con una canasta llena de ropa.
-Oh, ¡Hola cielo!, estuve demaciado ocupada hoy, ¿te parece pedir una pizza?- le sonrió animadamente.

Levi asintió y la vió camimar hasta la mesa del comedor que jamás usaban para comer y puso ahí la canasta para comenzar a doblarla mágicamente con sus poderes.

Él tomó de la cocina un vaso de cristal, se sirvió agua del grifo y se recargó para beberla mientras miraba a su esposa actuar como si nada ocurriese.

-Que extraña la tormenta de hoy- comentó para comenzar, y eo rostro de Daira de inmediato eliminó su sonrisa.

Ella, sin detener sus actividades domésticas y haciendo un esfuerzo por no cambiar su tono al hablar.
-Mjm-

Levi se cruzó de brazos, aún mirándola, serio, y sin soltar su vaso.
-Casi pareció magia-

Daira dejó lo que hacía, molesta pero fingiendo no estarlo con una sonrisa.
-¿Qué se supone que significa eso?-

-Significa: ¿qué hiciste, Daira?-

-¿Que qué hice?- frunció el ceño casi exagerando y tomó la ropa para hacerla flotar de vuelta a la canasta y la volvió a sostener para caminar hacia las escaleras, pero Levi la siguió a paso firme.

-La tormenta la provocaste tú, lo sé- interceptó su camino y Daira lo miró a los ojos sin saber que responder inmediatamente.

Levi tomó la canasta para dejarla en el suelo y tomó delicadamente los hombros de su esposa.
-Mi amor, algo está pasando, algo inusual, lo sé... necesito que me digas porqué controlaste a Erwin en la mañana-

Daira dió un paso atrás.
-Basta ya, Levi, no hice absolutamente nada- y trató de volver a la cocina, casi huyendo de él, pero Levi alzó la voz.

-¿Dónde está la esposa de Erwin?-

Daira se detuvo, quedándose ahí, congelada y asustada.

Levi caminó lentamente hacia ella.
-¿Qué no estás diciéndome?- preguntó, pero los segundos pasaron y Daira simplemente estaba sin palabras.
-Mi amor... sé que tú no eres una mala persona... estoy seguro de que hay una explicación, una muy lógica que me ayude a comprender por qué has estado haciendo todo esto-

Daira se giró a verlo.
-¡Yo no lo hice!- negó varias veces con la cabeza. -Yo no lo hice, Levi, solo olvidémoslo, porfavor, vamos a...

-¿Ver televisión?- interrumpió él con un tono serio y casi decepcionado.
-¿Para que cambies todo de nuevo?, ¿a qué año viajaremos esta vez, Daira?, ¿2010, 2015, 2020?-

Daira suspiró molesta, mirando a otro lado. Y Levi buscó su mirada.

-No puedes controlarme como a todos los demás-

Daira devolvió su vista y lo miró fijamente a los ojos e inclinó su cabeza.
-¿Eso crees?-

Levi dió un paso atrás y Daira caminó de vuelta a las escaleras, y tomó su canasta.
-Me voy a dormir-