Capítulo 27
[Editado]
Alaia.
Despierto dando un sobresalto tengo el corazón acelerado, es como si tuviera un mal presentimiento.
Suspiro.
Miro hacía los lados y tengo del lado derecho a Alek y del otro a Stefanno están durmiendo tranquilamente. No sé como cabemos los tres aquí.
Me duele todo, por si ya tenía el trasero adolorido y con la tremenda follada que me dieron quede mucho peor.
Dicen que si al otro día te duele el cuerpo, entonces, fue buen sexo.
La verdad si que fue buen sexo.
Como puedo me arrastro por la cama, se me hace un poco difícil pero logro levantarme. Estando de pié los veo dormir, se ven tan adorables, tan tranquilos, son jodidamente hermosos.
Ese día me di cuenta qué ya los quería, sentía tanto amor por ellos que la gente podrá decir que estoy loca, ¿amar a dos hombres? Eso va en contra de la iglesia y la moral, y ¿dónde dejo lo que yo siento? No puedo mandarlo a la mierda sólo porque va en contra de la moral, si estas enamorada de dos hombres al mismo tiempo ¿qué hay de malo en estar juntos? exacto, nada, las personas no pueden opinar sobre tú vida, no pueden decir con quiénes debes estar y con quien no, si quieres salir con dos, hazlo y que nadie te juzgue porque ellos también son pecadores.
Sacudo la cabeza alejando esos pensamientos.
Me dirijo al baño, hago mis necesidades, me la lavo las manos y la cara, no encuentro un cepillo nuevo para poder cepillarme, dejo mi búsqueda y regreso a la habitación. Alek ya no está en la cama ni por ningún lado de la habitación, Stefanno sigue durmiendo sin señal de despiertarse
Encuentro el camisón tirado en un rincón, me lo coloco para tapar mi desnudes. Salgo de la habitación hacia la cocina, encuentro a Alek sentado bebiendo café.
Lleva un mono deportivo que resalta muy bien su culo, camisa negra que marca a la perfección sus brazos y tenis.
Me mira y sonríe.
—¿Quieres desayunar?
—Si, por favor.
Me sirve una taza de café con pan tostado y huevo.
Muerdo el pan y tomo un sorbo de café, la verdad es que no tengo mucha hambre y si decía que no sería mala educación.
—¿Cómo te sientes? —sus ojos grisáceos me miran, verlo a los ojos me pone un poco nerviosa.
—Bien. —bebo un poco más de café. —La verdad es que me siento de maravilla.
Me sonríe.
—Come Alaia, es una orden.
—No tengo mucha hambre. —me quejo.
—Está bien, ésta vez te lo dejaré pasar la próxima si no comes voy a azotarte. —pone su cara de intimidante.
—Entonces, jamás volveré a comer. —reprimo una sonrisa, él por su parte niega.
—Jefe, disculpe que lo interrumpa.
—Dime, Dael.
—¿Va a necesitar muchos hombres hoy en la gala?
¡Joder! La maldita gala.
Ya debería estar en mi casa.
—Sólo tú y cuatro hombres más. —el chico asiente y se va.
—Alek ¿podrías llevarme a mi casa?
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Triángulo Amoroso ✓
RomanceEllos me aman... yo los amo. Ellos me protegen... yo los protejo. Ellos darían todo por mi... yo daría todo por ellos. Ésta obra es totalmente mía por favor no la copies ni la adaptes. NO AL PLAGIO. Usa tú propia imaginación. Ig: Stefannymendoza_