Triángulo Amoroso ✓

31 Caos

Capitulo 31

[Editado]

Alaia.

Ha pasado una semana desde lo que sucedió en mi cumpleaños. Sigo sin tener señales de Victor, Stefanno se está recuperando la bala solo rozó su pierna, tuvieron que agarrarle cinco puntos, le cuesta un poco caminar, pero, nada grave. Alek es el que ha salido más perjudicado en esta situación, el disparo en el estómago accionó daño en su intestino y el disparo en el brazo perforó el corazón, tuvieron que hacerle una cirugía a corazón abierto —apenas llegamos a la clínica— para poderle sacar la bala. Después de la cirugía cayó en coma, sus órganos están muy débiles para funcionar por si solos.

Quiero que se recupere pronto, él está ahí por mi culpa, tenía que haberme alejado apenas supe el daño que me querían hacer mis padres biológicos así nada de esto hubiera pasado.

Hanna ha estado muy triste, las dos hemos buscado por todos lado a mi hermano, también le avisé a Dominic lo que sucedió para que este pendiente cualquier cosa. Adler ha sido de gran apoyo para Hanna y para mí, puso a buscar sus hombres en Estado Unidos a ver si hay rastros de esos desgraciados y de mi hermano, aquí en Italia Stefanno los está buscando, y aun así no los hemos encontrados.

Desde que Alek está internado no he salido de este hospital, me encuentro en la sala de espera, Stefanno se acaba de ir, fue a buscar comida. Mi celular suena, lo saco de mi bolsa.

Es Dominic.

—¿Si? —contesto.

—Alaia, sucedió algo horrible y a la vez algo bueno.

A estas alturas ya nada me sorprende.

—¿Qué sucedió?

—Hace tiempo contratamos a un hombre llamado Rocco, nos enteramos que él trabaja para los James, él era el que le daba toda la información de lo que sucedía aquí. —me informa.

¡Maldición! ¿Cuántas personas trabajan para ellos? Tengo que acabar con ellos o terminaran destruyéndome.

—Mátalo

—Ya lo hice, ya por él no hay que preocuparse, también encontrábamos la dirección de ellos en Italia.

¡Al fin buenas noticias!

—Envíame la dirección por favor.

—Te la envío por mensaje. —corto la llamada. Guardo el teléfono en el bolso.

A los pocos segundos de cortar la llamada llega Stefanno con comida para mí. Me duele mucho ver que cojea por culpa del disparo.

Me entrega la bolsa.

—¡Gracias!

—¡De nada! Ahora come! —me ordena.

Saco de la bolsa el embace que contiene ensalada cesar. La destapo el olor apenas llega a mí me produce gana de vomitar.

—Toma. —le devuelvo el envase.

—¿Qué tienes? ¡Estás enferma? —me mira preocupado.

—Soló fatiga, ya vuelvo.

Me levanto para ir al baño en eso me tambaleo, todo me da vueltas, poco a poco se me nubla los ojos. El cuerpo no puede aguantar más, cuando pienso que voy a caer al piso unos brazos me sostiene, se me pone todo negro y dejo de estar consiente.

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Al despertar lo primero que veo es a Hanna. Me encuentro en un cuarto de hospital, la luz me molesta un poco tengo que parpadear varias veces para acostumbrarme a la luz.